La sociedad con la que Carlos Alcaraz va a rentabilizar los 2,7 millones ganados en Wimbledon
El tenista murciano dio de alta en mayo una empresa que administrará su padre
El pasado domingo se disputaba la final del campeonato de Wimbledon entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz. Tras más de cuatro horas y media de partido sobre la hierba del All England Lawn Tennis and Croquet Club, el español se alzaba con la victoria en este torneo. Con solo 20 años era la primera vez que jugaba la final, pero no la única en la que terminaba alzando una copa de ganador, pues solo en 2023 se ha proclamado campeón en Argentina, Indian Wells, el Torneo Conde de Godó, el Mutua Madrid Open y Queen's. El joven está imparable, lo ha demostrado sobre la pista, y ahora su nombre aparece el primero en el ranking ATP, su prometedor futuro ya es presente y él lo sabe.
Ya antes de la llegada de este título tomó algunas decisiones empresariales de cara a afrontar su buen momento deportivo. Solo con su victoria en Londres, el murciano se ha embolsado 2.750.000 euros, que, junto al resto de títulos alcanzados este año, suman 7.041.793 euros. Lo que no es ni la mitad de lo que ha ganado a lo largo de su carrera, pues se calcula que la cifra es superior a los 17,5 millones. Una cantidad con la que cualquier chaval de su edad tendría ya la vida resuelta, pero él ya lo dijo una vez: su sueño no es económico, es deportivo. Del resto, ahora mismo, no puede ocuparse.
Dentro de las decisiones que ha tomado, está destinar a la persona en la que más confía, su padre, la gestión de sus ganancias. Lo ha hecho creando una sociedad en la que él es el único accionista y su padre figura como administrador; se llama Garfia Valores SL y se dio de alta en el Registro Mercantil el pasado 26 de mayo con domicilio social en El Palmar (Murcia), donde siempre ha vivido la familia.
El objeto social es muy amplio: “Compraventa, transmisión y/o adquisición por cuenta propia de participaciones en entidades de todo tipo, tengan o no personalidad jurídica, así como la administración y gestión de dichas participaciones mediante la correspondiente organización de medios materiales y personales, ya sea de manera directa o indirecta”. Es decir, se trata de una empresa de inversiones que, dado su reciente nacimiento, es probable que todavía no haya empezado a operar.
Carlos Alcaraz González se llama el padre del tenista, y de él se dice que está viendo su sueño de triunfar en el tenis cumplido a través de su hijo, pues en su juventud también quiso hacer carrera sobre la pista. Llegó a ser subcampeón de España y logró jugar algunos torneos de la ATP, pero finalmente se centró en ser entrenador porque, como en casi cualquier disciplina deportiva, los comienzos son complicados y requieren de mucha inversión, que en aquel momento él no podía abarcar.
Logró el puesto de director en la Real Sociedad Club de Campo de Murcia y precisamente allí su hijo comenzó su andadura con la raqueta. Una vez comprobado su potencial, se matriculó en la escuela del extenista profesional Juan Carlos Ferrero.
El nombre de la sociedad hace honor al apellido de su madre, Verónica Garfia, que ha sido su otro gran apoyo, pues su opinión fue fundamental cuando él se planteó si continuar con su carrera deportiva o comenzar estudios universitarios. Acompaña a su hijo siempre que puede, igual que sus tres hermanos, Álvaro, Sergio y Jaime.
El primero, que es el más mayor, tiene 25 años y trabaja con su hermano, por lo tanto siempre está con él a pie de pista, y el pequeño de la familia, Jaime, que tiene 12 años, también apunta maneras con la raqueta; de hecho, ya ha disputado algunos torneos internacionales. Tiene al mejor ejemplo en casa. La otra figura familiar que juega un papel fundamental en la vida del tenista, tal como él reconoce en cada entrevista que concede, es su abuelo, que también se llama Carlos, tiene 88 años y también fue muy aficionado del tenis en su juventud.
Todos ellos pueden estar muy orgullosos del tenista, pues es el jugador más joven en ganar Wimbledon en los últimos 37 años, y no solo es que haya levantado el trofeo, es que además del premio se ha llevado el reconocimiento y el cariño de todos los aficionados españoles, pues la humildad y sencillez que muestra siempre que habla son también un punto a su favor.
Incluso Rafa Nadal, el tenista español más laureado hasta la fecha, se ha rendido a sus pies, demostrando que entre los grandes hay compañerismo. Y él, más allá de la alegría del triunfo y de la sociedad que su padre va a administrar, sigue centrado en el deporte y en seguir creciendo, algo difícil porque se ha dejado a sí mismo el pabellón muy alto.
El pasado domingo se disputaba la final del campeonato de Wimbledon entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz. Tras más de cuatro horas y media de partido sobre la hierba del All England Lawn Tennis and Croquet Club, el español se alzaba con la victoria en este torneo. Con solo 20 años era la primera vez que jugaba la final, pero no la única en la que terminaba alzando una copa de ganador, pues solo en 2023 se ha proclamado campeón en Argentina, Indian Wells, el Torneo Conde de Godó, el Mutua Madrid Open y Queen's. El joven está imparable, lo ha demostrado sobre la pista, y ahora su nombre aparece el primero en el ranking ATP, su prometedor futuro ya es presente y él lo sabe.