Descubrimos a Lucía Serrano, la hija de Finito de Córdoba y Arantxa del Sol

Con motivo de su 21º cumpleaños, Arantxa del Sol compartía una fotografía de su hija mayor, Lucía, a la que felicitaba públicamente con un emotivo mensaje en sus redes sociales. A pesar de ser la hija de la modelo y el torero Finito de Córdoba, la joven es una gran desconocida para los medios de comunicación, puesto que ha llevado una vida alejada de las cámaras salvo contadas ocasiones.

Su debut en sociedad lo hizo junto a su madre en 2021, cuando acudió con ella a la fiesta Moët & Chandon Effervescence en el Teatro Real de Madrid, posando por primera vez en un photocall. Tenía entonces 19 años y podíamos ver que ha heredado la gran belleza de sus padres.

Lucía se ha criado en Córdoba junto a sus progenitores y su hermano menor, Juan Rodrigo, al que saca seis años. Con el pelo largo y rubio, a diferencia de la melena oscura que siempre ha lucido su madre, que fue Miss Madrid, concedía su primera entrevista en la revista ‘¡Hola!’ al cumplir la mayoría de edad.

Entonces contaba que iba a estudiar Diseño Gráfico y Multimedia en la capital, pues desde pequeña le encanta dibujar y siempre había tenido muy claro que quería dedicarse al mundo de las artes. Le preguntaban entonces si querría seguir los pasos de su madre, algo que no descarta, pero reconocía que le da “muchísima vergüenza posar”.

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Además del dibujo, le encanta leer poesía y “todo lo que tenga que ver con el arte”. La joven lleva un tatuaje en forma de una pequeña herradura en su brazo derecho y otro en forma de rayas en la zona de la muñeca, además de lucir varios piercings en las orejas.

Como se puede comprobar en sus redes sociales, es toda una amante de los caballos y, cuando tiene tiempo, disfruta montando sobre sus lomos. Se mudó junto al resto de su familia a Córdoba cuando tenía doce años, lo que le ha permitido vivir más cerca del campo, algo que también adoran sus famosos padres.

Este mismo lunes, Lucía cogía un avión que la trasladaba hasta Paraguay, concretamente a San José de los Arroyos en Asunción, donde, según ha contado Arantxa, va a “vivir una gran experiencia, lo que será toda una lección de vida, decidida a vivirla desde ese corazón inquieto y generoso dispuesto siempre a ayudar a los demás”, pues ha emprendido un viaje como misionera.

En la misma revista ‘¡Hola!’, Finito de Córdoba reconocía que su hija ha heredado su forma de ser y “se parece muchísimo, sus expresiones, su mirada, las manos son un calco”. Un orgullo para él, que también afirmaba que “también tiene cosas de Marisol, mi suegra”. Una niña que describe con un “carisma especial, muy payasa y divertida, lista, buena estudiante, responsable, creativa y sensible”, que “tiene un gran corazón” y es más bonita por dentro que por fuera.

Su madre la definía como “responsable, divertida, buena amiga y con ese punto rebelde, peleón, independiente, crítico y artista que te hace tan auténtica y especial (aunque a veces me desespere)”, en sus redes sociales con motivo de su 19º cumpleaños.