Miguel Bosé y Nacho Palau, primeras vacaciones juntos tras su separación

Miguel Bosé y Nacho Palau han sido una de las parejas más polémicas de los últimos años. En 2018, decidieron poner fin a su relación tras más de un cuarto de siglo juntos. Su divorcio fue complicado, pues había que decidir la custodia de sus cuatro hijos. Durante el proceso, debían acordar si criarlos juntos como hermanos o separarlos, ya que eran fruto de diferentes gestaciones subrogadas.

Ahora, el cantante y el escultor parecen haber enterrado el hacha de guerra, al menos durante el verano. Los seis han disfrutado en familia de unas vacaciones en la playa, en las que los pequeños han podido jugar juntos de nuevo.

Según adelantó en primicia el medio 'Informalia', el destino elegido por la familia ha sido la isla de Mallorca. Allí han dejado sus diferencias a un lado para que los niños disfrutaran de diferentes actividades. Durante las vacaciones, han conocido la distinguida escuela de tenis de Rafa Nadal, paseado por la playa y jugado en la piscina.

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Fue el cantante, en su vuelta a España, el encargado de alquilar una casa a prueba de paparazis para pasar las vacaciones. La residencia seleccionada para convivir con su expareja durante estas semanas se caracteriza por su privilegiada localización y su excelente privacidad. Así han evitado ser vistos todos juntos, aunque Nacho Palau ha compartido en sus redes algunas imágenes del viaje.

Fue el cantante, junto a sus hijos Diego y Tadeo, el primero en llegar a la isla balear, a principios de julio. Unos días más tarde, Nacho, con Ivo y Telmo, puso rumbo a Mallorca para hospedarse en la finca de su expareja, en la costa de Manacor.

No todo han sido alegrías durante las vacaciones, Miguel Bosé ha tenido que hacer una pausa en su tiempo de ocio para visitar la clínica Rotger de Palma de Mallorca, debido a un problema con sus cuerdas vocales. Su diagnóstico aún se desconoce.

Al finalizar los días de descanso, la expareja ha vuelto a poner tierra de por medio. Miguel Bosé y sus hijos ya se encuentran de nuevo en México, su residencia habitual. Nacho Palau también ha regresado a su casa con sus pequeños. La justicia decretó que los pequeños no eran hermanos, por lo que, en contra de lo que deseaba el escultor, son criados en núcleos familiares separados.