La historia de maltrato de María Jiménez y Pepe Sancho: de la televisión a los juzgados

La repentina muerte de María Jiménez, a los 73 años, nos ha hecho recordar algunos de los capítulos más importantes de su vida. Desde su éxito en los escenarios, donde se ganó el cariño del público y de numerosos rostros populares que ahora lloran su pérdida, hasta momentos muy duros como la muerte de su hija Rocío a los 17 años.

Una tragedia que marcó su vida, pero que no fue el único momento difícil al que tuvo que enfrentarse. Luchadora y superviviente, desde la pobreza de Sevilla, vivió el triunfo con su música. Un éxito profesional que contrastaba con el infierno personal que vivía en casa, según ella misma narró en sus memorias.

Creciendo con el maltrato de su padre a su madre y con el abandono del padre de su primera hija, su matrimonio con Pepe Sancho fue el tercer clavo de los hombres de su vida. La pareja se conoció en un conocido restaurante de Madrid. "Fue un flechazo, pero después fueron veinte puñaladas", dijo la artista en 'Lazos de sangre' sobre su relación.

Tras su boda en 1980 ante más de 3.000 invitados en Sevilla, su hijo Alejandro nació en 1983, llegando su primera separación en 1984. Aunque el duro golpe familiar de su hija Rocío en 1985 (a la que Sancho consideraba como propia) les hizo volver a unirse. Así, en 1987 celebrarían una segunda boda en Costa Rica, tras la que llegaría una separación más y una tercera boda en Nepal. El divorcio definitivo tuvo lugar en 2002.

"En casa era otro"

Un matrimonio marcado por las infidelidades del actor y el maltrato, según denunció la propia María Jiménez en su libro 'Calla, canalla', en 2003. Iniciándose un cruce de acusaciones en los juzgados y en los platós de televisión. "Ese señor me maltrataba física y psicológicamente. Me daba una paliza y me decía: 'Vamos a casarnos otra vez'. Y yo, como una tonta, después de dos carantoñas, le creía", aseguró en 'Lazos de sangre'.

"En mi época eso no se podía denunciar. Si llega a pasar hoy, lo meto en la cárcel veinte años. Y encantada lo habría hecho", aseguraba en el espacio de TVE. "Era un cachondo en la calle, luego en casa era otro", añadió también en el programa de Bertín Osborne, 'En tu casa o en la mía'. Unas acusaciones públicas que comenzaron en la pequeña pantalla en febrero de 2004, en el programa 'Salsa rosa' y en 'Crónicas marcianas'.

Una denuncia pública que la convirtió en una pionera en la lucha contra la violencia de género, lo que antes había hecho en los juzgados. Su separación de Pepe Sancho se debía a maltratos continuados durante su relación. Al igual que hizo unos años antes Carmina Ordóñez en un alegato que pocos creyeron entonces.

Así, en 2004 María Jiménez interpuso una demanda por malos tratos a Pepe Sancho. Una denuncia tras la que el actor le respondió a su ya exmujer con otra demanda. En este caso por vulnerar su derecho al honor. Él mismo lo anunció en una rueda de prenda, junto a sus abogados Marcos García-Montes (de nuevo de plena actualidad por el caso de Daniel Sancho) y Almudena Arana.

"Ya ha habido dos pronunciamientos judiciales en los que la jueza de guardia de Madrid y la jueza de instrucción de Móstoles han denegado la orden de protección para una mujer maltratada y la orden de alejamiento para Pepe Sancho", dijo entonces García-Montes, como recogió la revista '¡Hola!'. Mientras que Pepe Sancho explicaba que "este digamos circo empieza porque María Jiménez Gallego, todavía mi mujer ante la ley, dice un día que mi hijo ha sido testigo de una infidelidad, que me ha encontrado en la cama conyugal con una mujer".

"No ha presenciado malos tratos"

Añadiendo a sus palabras su versión de los hechos: "Entonces mi hijo, cuando su madre aparece en una televisión y dice que yo he cometido un delito de maltrato, no puede más... Y mi hijo pregunta que qué puede hacer, y le digo: ‘Una de las formas de no acudir a juicio en principio es hacer una declaración notarial’. Mi hijo comparece ante el notario. El notario me hace salir del despacho. Se queda una hora con mi hijo y mi hijo firma un documento entre las que, otras cosas, pero la más importante es que él, que ha vivido con nosotros, no ha presenciado malos tratos".

Unas palabras que años después el propio Alejandro Jiménez (ya que se cambió el apellido Sancho) explicó. "Los dos querían que testificara en contra del otro. Fue un conflicto de intereses tan grande que yo acabé tan hasta las narices...". El joven expuso en el juicio que había sido coaccionado por los dos y contó que no había llegado a presenciar ninguna agresión física, pero sí había visto la sangre de su madre tras una pelea.

Una demanda por malos tratos que se cerró en octubre de 2009 con un sabor agridulce para ambos, dado que María Jiménez aseguraba que la sentencia en la que el juez reconocía el maltrato ejercido por Pepe Sancho no podía condenarle por los delitos porque ya habían prescrito. "Ha prescrito, por eso no le han sentenciado, pero el juez reconoce que ha habido malos tratos", explicaba la cantante a 'Sálvame'.

Mientras, Marcos García-Montes, abogado de Pepe Sancho, aseguraba en 'El programa de Ana Rosa' que recurrirían la sentencia, ya que "con la prescripción, ningún juez puede entrar a valorar hechos probados".

La victoria en el Tribunal Supremo

Un enfrentamiento en los juzgados al que se sumaba la demanda que Pepe Sancho hizo contra María Jiménez por su derecho al honor en 2005. El primer juzgado al que llegó la denuncia desestimó la reclamación de Sancho y le condenó a pagar las costas, pero él acudió a la Audiencia Provincial de Madrid y, tras apelar, consiguió que se revocara la sentencia y se condenara a su exmujer. Concretamente a difundir la sentencia, sin aceptar las otras peticiones del actor.

Fue entonces cuando la cantante presentó un recurso extraordinario en el Tribunal Supremo, que le dio finalmente la victoria judicial. Explicando entonces los jueces que se trataba de informaciones sobre personajes públicos. Un varapalo judicial para el intérprete de 'El Dorado'. Más allá de sus encuentros judiciales, sus rifirrafes públicos continuaron hasta la muerte del actor en 2013. Declarando entonces María Jiménez en TVE: "Ya está muerto, ya no le pega más a nadie".