Úrsula Corberó, en la cresta de la ola gracias a Netflix, invierte en ladrillo

Desde que participara en 'La casa de papel', el gran éxito de la ficción española de los últimos años, Úrsula Corberó se convirtió en una estrella internacional. Con una personalidad muy marcada, es una de las españolas con más seguidores en Instagram y que mejor sabe flirtear con el lado sexy de la fama. Cuando parecía que su inolvidable interpretación de Tokio podría fagocitarla, ha vuelto a dar un golpe en la mesa con la gran sorpresa del otoño, 'El cuerpo en llamas', la serie de Netflix que adapta el caso de la Guardia Urbana, uno de los más mediáticos de los últimos años.

Según datos de 'Fórmula TV', la miniserie se ha convertido en la segunda producción de habla no inglesa más vista de la semana pasada en la plataforma. Además, 'El cuerpo en llamas' ha tenido presencia en el top 10 de 63 países, el segundo mejor estreno de una serie española original de Netflix en 2023.

Uno de los secretos de la serie, aparte del guion de Laura Sarmiento, es la interpretación de Corberó, que da vida a la agente Rosa Peral. "Era un personaje muy complejo, tenía muchas personalidades dentro", explicó la propia actriz a los periodistas que cubrieron el preestreno de la serie, la semana pasada en Madrid. "Fue intensito. Lo pasé mal, lo pasé bien y mal, dependía del día. Es un personaje que la mitad de las escenas está mintiendo".

En los últimos años, Úrsula ha estado muy centrada en su trabajo como actriz. ‘La casa de papel’, que se estrenó a finales de 2017, supuso un antes y un después en su carrera. Después le llegaron ofertas de trabajo muy diferentes. A finales de ese mismo año y durante 2018 rodó la segunda temporada de la serie británica-estadounidense 'Crackle', 'Santch', que fue su primer trabajo en lengua extranjera. En 2021 protagonizó una película americana de superhéroes, 'Snake Eyes', dando así el salto al otro lado del charco.

Este éxito derivó en que dejara de lado otro tipo de trabajos que hasta ese momento sí había hecho de manera recurrente, como prestar su imagen a diferentes firmas para campañas de publicidad; en 2015 fue la imagen de Calzedonia; en 2016, de Maybelline y Springfield, y en 2017 decidió aparcar esta faceta para centrarse en su trabajo de intérprete. En 2018, cuando empezaba a ser conocida mundialmente, se convirtió en embajadora de Bulgari y hasta 2021 no volvió a repetir experiencia, esta vez de la mano de Shiseido, con una imagen en la que está caracterizada como Tokio, su personaje en la popular serie, y que tuvo especial repercusión en Japón.

A lo largo de todo este tiempo, y a pesar de competir con Georgina Rodríguez y Ester Expósito por el puesto de española más seguida en Instagram con 21,7 millones de seguidores, no ha utilizado esta plataforma para generar ingresos. No cabe duda de que el suyo sería un perfil muy suculento para el departamento de marketing de casi cualquier empresa, pero ella lo utiliza solo para promocionar su trabajo como actriz. A veces, muy pocas, a través de ‘stories’ muestra momentos cotidianos de su vida, pero en general es más activa cuando está en plena promoción. Los datos de los últimos días lo demuestran. Desde el día 8, cuando Netflix estrenó ‘El cuerpo en llamas’ ha subido cerca de 6.000 seguidores.

Hasta la fecha, Corberó ha demostrado que prefiere formas más tradicionales de sacar rentabilidad al éxito cosechado en su trabajo como actriz. A finales de 2020 invirtió en una parcela de mil metros cuadrados con una superficie urbanizable de 500 en uno de los barrios más exclusivos de Madrid: Aravaca. La ubicación era inmejorable, una de las mejores zonas del distrito, en un entorno residencial, muy familiar y con mucha zona verde alrededor. Según ha podido constatar este digital, en los últimos meses la actriz ha comenzado la construcción de una casa allí. Ya están preparados los cimientos y una gran grúa preside las obras.

Se desconoce si su idea es residir allí o utilizarla como inversión. La casa se encuentra en una exclusiva colonia desde la que se divisa la Casa de Campo y el skyline de Madrid. Tiene una ligera pendiente y ofrece muchas posibilidades arquitectónicas. Cuenta ya con saneamiento de agua, luz y gas, y el área ya está completamente urbanizada. Un terreno de la misma extensión y en la misma zona se ofertaba en su momento en Idealista por 1.200.000 euros.

Pero esta no ha sido la única inversión que ha realizado la intérprete en estos meses. La catalana adquirió en verano de 2022 un piso en pleno centro de Barcelona. Se trata de un inmueble antiguo de 120 metros cuadrados que también tendrá que reformar si su intención es vivir en él o rentabilizarlo a través de la venta o el alquiler.

Con esta, ya son tres las inversiones inmobiliarias que ha realizado Úrsula Corberó en los últimos seis años. El primer piso que adquirió fue un pequeño apartamento en pleno centro de Madrid con más de 100 años de antigüedad y algo menos de 50 metros cuadrados. La actriz firmó la compra de este inmueble a finales de 2017 y poco después lo reformó a su antojo para convertirlo en su hogar.

La actriz siempre ha demostrado mucha inteligencia para asegurar su futuro, aunque no siempre ha tenido la misma suerte. En 2012, cuando el rotundo éxito del que disfruta ahora aún no había llamado a su puerta, Úrsula buscó un plan B y se aventuró en el mundo del retail con una tienda de ropa en la calle Claudio Coello a la que llamó Ursulolita Shop y que nunca funcionó todo lo bien que le hubiera gustado. En 2016 cerró sus puertas de manera definitiva.

Años más tarde, en 2018, Corberó apostó por la hostelería y, tal como Vanitatis adelantó, invirtió junto a otros rostros conocidos como el propio Chino Darín, su pareja, o con Maxi Iglesias, uno de sus grandes amigos, además de los socios principales del grupo Lalala, Luis Torremocha y Miguel Nicolás, en un bar en Huertas llamado La Gustava.