Chábeli cuenta la obsesión de Julio Iglesias tras el secuestro de su padre por ETA y el porqué de que quisiera a sus hijos con él en Miami

Los ochenta años que cumplirá Julio Iglesias el próximo 23 de septiembre han dado para mucho. Dos matrimonios, ocho hijos, más de 300 millones de discos vendidos en 14 idiomas diferentes y varios récords Guinness. Tanto que el programa ‘Lazos de sangre’ de Televisión Española, que le ha dedicado un especial con motivo de su cumpleaños, ha tenido que hacerlo en dos capítulos.

Si en el primero la madrina fue Ana Obregón, gran amiga del artista desde hace décadas, en el segundo la invitada de excepción ha sido Norma Duval, a quien también une una gran amistad con Julio Iglesias, y con quien ha trabajado en varias ocasiones. En el plató estuvieron también Nicolás Vallejo-Nágera, amigo y vecino de Julio en Miami; el humorista Carlos Latre, quien mejor imita al cantante según el propio Julio Iglesias; Rosa Villacastín, periodista; Antonio Montero, periodista y paparazzo, y Juanma Ortega.

El primer capítulo de ‘Lazos de sangre’ dedicado a Julio Iglesias, que se emitió la semana pasada, acababa con uno de los momentos más complicados de su vida, el secuestro de su padre por parte de la banda terrorista ETA, y el segundo comenzaba en el mismo punto, con Chábeli, la hija mayor del artista, como narradora y la colaboración de su hermano Julio José.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

“El viaje por las historias de mi padre me lleva de vuelta a Miami, el lugar del mundo en el que hemos pasado el mayor tiempo de nuestra vida. Aquí crecimos mis hermanos y yo, siempre cerca de mi padre, y aquí se convirtió en una estrella mundial. También tuvo varias parejas hasta que conoció a su mujer, Miranda, con la que lleva muchísimos años”, comenzaba Chábeli el segundo capítulo de ‘Lazos de sangre’.

El secuestro de su padre

“En Miami nos hicimos adultos y asistimos al nacimiento de una nueva estrella, mi hermano Enrique. Mientras tanto, mi padre ampliaba la familia Iglesias: ahora somos ocho hermanos. Y desde aquí, mi padre vivió uno de los peores momentos de su vida, que ya os conté: el secuestro de mi abuelo, que nos afectó a todos muchísimo, pero sobre todo a papá”. Así introducía Chábeli el que fue, sin duda, el episodio más amargo de la vida de Julio Iglesias.

“Cuando nos cuentan la noticia del secuestro siento miedo. Yo tengo mucho cariño a mi abuelo, y en ese momento, cuando eres niño, piensas lo peor. Empiezas a imaginarte si no lo vuelves a ver, qué es lo que le estarán haciendo…”, recordaba, muy emocionada, la hija del cantante. “Estábamos de viaje en Suiza con mi madre, y al llegar a España ya me di cuenta de que de verdad estaba pasando, y fue un momento muy difícil, un trauma para toda la familia”, añadía Julio José.

“No sé si yo sabía exactamente quién era ETA, pero sí sabía que era un grupo que se dedicaba a hacer daño, a poner bombas, a raptar a gente y a crear terror. Recuerdo que pasé muchísimo miedo, porque con 8 años ya era consciente de lo que había pasado”, reflexionaba el hijo del cantante.

Finalmente, y gracias a la intervención de la policía, Julio Iglesias Puga era liberado, tras veinte días de cautiverio, sin pagar ningún rescate. El excomisario Joaquín Domingo Martorell explicaba cómo había sucedido el secuestro y cómo fue la liberación: “El comandante de los Geos y yo entramos directamente hasta la habitación del señor Iglesias, y nada más vernos nos dice: ‘Joder, lo que habéis tardado’”, relataba.

Tras este traumático suceso, Julio Iglesias se obsesionó con la seguridad de su familia. “El secuestro de mi abuelo hace que papá se obsesione con nuestra seguridad”, afirma Chábeli. Tanto ella como su hermano explicaban cómo había cambiado su vida después de este hecho, con guardaespaldas permanentemente siguiéndoles mientras intentaban vivir “una vida lo más normal posible”.

“Nunca he contado el verdadero motivo por el que mis hermanos y yo nos fuimos a vivir a Miami con papá tras el secuestro del abuelo”, desvelaba Chábeli Iglesias. “En aquella época ETA no secuestraba niños, pero llega un momento que mi madre recibe una carta especificándole que pueden secuestrarnos a uno de nosotros. Eso marcó a toda la familia mucho, y nos cambió la perspectiva sobre vivir en España”, confesaba Chábeli. “Casi sin darnos cuenta dejamos nuestras vidas en Madrid, nuestra casa, a nuestros amigos”, relataba. “De un día para otro estábamos viviendo en otro país, y nos cambió la vida totalmente. Me costó mucho dejar a mi madre en España, hacer nuevos amigos”, añadía Julio José Iglesias.

'La seño', la segunda madre de los hermanos Iglesias Preysler en Miami

En ese momento, hubo una persona muy importante para la familia Iglesias, y sin cuya presencia, Isabel Preysler no habría permitido que sus hijos se marcharan a Miami, según explicaba Julio José: Elvira Olivares, a la que toda la familia llamaba ‘la seño’. “Se convierte en una segunda madre para nosotros, nos daba educación y cariño a partes iguales. Sin ella no podríamos habernos ido a vivir a Miami”, aseguraba Chábeli Iglesias. ‘La seño’, como recuerdan Chábeli y Julio José, era muy estricta. “¡No sabes la de veces que he desayunado lentejas! Aprendí a comer de todo”, confesaba, tronchándose de risa, Chábeli.

Ella se encargó de ayudar a los niños a adaptarse, y también a Julio Iglesias: “Ella nos ayuda en la transición de llegar a Estados Unidos, y a mi padre a aceptar a tres niños”, decía Chábeli. “Un hombre soltero con cuarenta años, y, de repente, aparecen todos estos niños”, comentaba entre risas. “Para mi padre fue un cambio muy muy grande”, añadía. Pero, pese a estar al otro lado del charco, no se olvidaron de España: “Como dice papá, él siempre vive ‘españolísimamente”, explicaba Chábeli. “Íbamos de pícnic a la bahía y llevábamos tortillas de patatas, berberechos, mejillones”, recordaba.

Una trayectoria imparable

La carrera de Julio Iglesias seguía subiendo y, como relataba Chábeli, “papá no para de buscar el éxito mundial, y su nuevo objetivo nos sorprende a todos: nada más y nada menos que Asia. Eso supone hacer giras mundiales que le llevan al mismísimo Japón y a China”, contaba. “Es el artista que en más lenguas (14) ha cantado del mundo, increíble los idiomas que habla”, decía orgullosa.

“Yo viajo a Asia casi 3 meses al año y tengo una obsesión con Asia. ¡No por Isabel, ojo!”, bromeaba Julio Iglesias en una entrevista. “Papá canta en tantos idiomas que es el único en recibir un disco de diamante, por vender más de 100 millones de discos en diferentes idiomas”, destacaba Chábeli.

Tras obtener, una vez más, un éxito arrollador en su gira por Asia, “a papá le toca regresar a España y reencontrarse con el público español”, contaba Chábeli. “¿A qué le tienes miedo cuando vienes aquí’, le preguntaban en una entrevista. “A que no me quieran”, respondía Julio Iglesias. Sin embargo, su miedo era infundado. “España entera le responde demostrándole todo su cariño, y él está feliz", explicaba Chábeli.

“Yo de lo que tengo ganas es de llenar el Nou Camp”, contaba Carlos Herrera que le dijo Julio Iglesias, madridista hasta la médula. “Y lo llenó”, aseguraba. “Al poco tiempo vino Michael Jackson y no lo llenó”, añadía. “El sueño que no pudo cumplir como jugador, de jugar en el primer equipo del Real Madrid, pudo cumplirlo como cantante”, contaba Emilio Butragueño, hablando del último concierto de la gira del 83, que tuvo lugar en el Santiago Bernabéu. El exfutbolista recordaba que su propia madre le dijo que tenía que conseguirle entradas “como fuera”.

Según seguía Chábeli su relato, el siguiente objetivo de Julio Iglesias fue que en Estados Unidos le consideraran tanto como a los artistas americanos. Y, para ello, le recomendaron mudarse a Los Ángeles. “Decide dar ese gran paso para convertirse en una verdadera estrella americana e internacional”, explica Julio José Iglesias.

Javier León, biógrafo de Julio Iglesias, explicaba que entonces el artista se mudó a una gran casa en el exclusivo barrio de Bel-Air (en la que Ana Obregón pasaría varios años, según contó en el primer capítulo del programa). Allí empieza una nueva vida en la que se codea con la flor y nata de la sociedad norteamericana: estrellas de cine, del espectáculo, incluso presidentes de los Estados Unidos.

“Si me hubieran dicho hace apenas unos meses que iba a cantar con Diana Ross o con Willy Nelson hubiera dicho: 'No, es imposible, yo no puedo, no pertenezco a esa cultura musical”, confesaba Julio en una entrevista. Llegó a cantar en la fiesta nacional del 4 de julio con Latoya Jackson y los Beach Boys, mientras los estadios coreaban su nombre. Llegó a cantar con su ídolo, Frank Sinatra, de quien se hizo buen amigo, así como de Michael Jackson y su familia.

Chábeli y Julio José Iglesias comentaban el chorreo de personalidades que habían pasado por la casa de Bel-Air. “¿Te acuerdas cuando llegábamos a casa y estaban Michael Jackson o Diana Ross?”, le decía Chábeli a su hermano. “Papá se hace tan famoso en Estados Unidos que consigue algo increíble: los americanos le premian con su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Cuando creíamos que lo había conseguido todo, vuelve a sorprendernos. Hace un anuncio para Coca-Cola y compite con Michael Jackson, que es la imagen de Pepsi”, continuaba Chábeli su relato.

Un truhán... y un señor

A continuación, el documental se adentraba en uno de los aspectos más característicos de Julio Iglesias: su faceta de mujeriego y de seductor. Se dice que Julio Iglesias ha estado con más de tres mil mujeres, cifra que, según Carlos Herrera, “forma parte de su leyenda de conquistador”; y que a las más especiales les regalaba un reloj de Cartier. “Me acuerdo de estar con papi en Las Vegas, de gira con él, y de pronto me metía la mano en la chaqueta y me encontraba con cartas de amor de alguna fan, de alguna chica que estaba con él…”, recordaba, sonriéndose, Julio José.

“Si hay algo de lo que se ha hablado siempre es de la relación de mi padre con las mujeres. Ha sido un gran conquistador y seductor. Si es leyenda o realidad, él solo lo sabe”, decía, por su parte, Chábeli. “Creo que sí, que tiene un sex appeal muy muy grande, yo lo veía, las mujeres estaban siempre alrededor. Pero de ahí a decir que es tan tan mujeriego, yo creo que es una exageración. Yo siempre digo que la mitad de la mitad, y de ahí, un 20%”, decía Chábeli.

“¿Lo tuyo con las mujeres ha sido tanto como se ha dicho?”, le preguntaba Iñaki Gabilondo en una entrevista. “Más, mucho más”, respondía Julio Iglesias entre risas. En otra, con Jesús Hermida, el cantante reconocía: “Yo creo mucho en la relación hombre-mujer, necesito mucho su presencia, es un gran estímulo para mí. Necesito un contacto físico, es evidente, que me haga sentirme viril”.

“La vida de papá es tan ajetreada y hay siempre tanta gente en casa que decide comprarnos una casa muy cerca para que vivamos con algo más de tranquilidad”, explicaba Chábeli. La versión de Julio José es más explícita: “Mi padre decide comprarnos una casa para que vivamos solos con nuestra abuela y con ‘la seño’ porque había muchas mujeres en casa. Eso lo puedo decir porque lo sabe todo Dios. Y no quería que los niños viéramos que mi padre era mujeriego”, asegura.

“Novias tuvo muchas mi padre”, reconoce Chábeli. Entre ellas, destacaron varias: La Flaca, que fue su novia y vivió varios años en la casa, “montábamos en bici juntas”, decía Chábeli. También la artista tahitiana Vaitiare, la actriz Sidney Rome o Giannina Faccio fueron algunas de ellas.

Según su mano derecha, Toncho Nava, también tuvo una relación, más discreta, con Priscilla Presley. “He conocido a mujeres que han sido novias de mi padre y siempre han sido chicas maravillosas”, decía Julio José.

Sus momentos más bajos

“Dicen que conquistar tus sueños hace que dejes de soñar. Hay un momento en el que papá sufre un bajón anímico y decide dedicarse a sí mismo”, introducía Chábeli Iglesias el siguiente bloque del documental, que se centraba en la depresión que sufrió el cantante.

“Soy una persona cargada de defectos y de complejos, muy problemática, depresiva”, afirmaba Julio Iglesias en una entrevista. “Caí sin darme cuenta, si me hubiera dado cuenta, no habría caído", explicaba. Son depresiones que son consecuencia de la vida rápida que llevamos”, se justificaba el artista en otra. “Uno se baja de un escenario donde te están aplaudiendo, eres como un dios ahí arriba para esas personas, y de pronto estás solito en el hotel”, explicaba Gloria Estefan. “Tengo gente que se encarga de que toque tierra, cuando he dejado de tocar tierra el más perjudicado he sido yo, que he tenido problemas graves, de psiquiatra. Por eso me gusta estar tocando tierra continuamente”, reconocía el artista. Según su biógrafo, “la depresión llega con cuarenta años, tras una operación estética que le daña un nervio y le deja sin expresión en la cara”.

En plena crisis, llegaría uno de los momentos más importantes de la carrera de Julio Iglesias. “Mi padre se aleja una temporada de la vida publica para recuperarse y la música vuelve a salvarle, una vez más, en sus malos momentos”. El artista ganaba su primer Grammy con un disco cuyo título reflejaba su estado de ánimo, ‘Un hombre solo’, y posteriormente era nombrado artista del año.

Como comentaba Jordi González tras la emisión del documental, Julio Iglesias fue el primer artista en reconocer que había padecido problemas mentales, en su caso, depresión.

Tras el dramatismo de la depresión del cantante, llegaba uno de los momentos más divertidos del documental. “Yo tengo una anécdota muy muy graciosa contigo, que nunca olvidaré”, le decía Julio José a su hermana. Estábamos en un restaurante con papi, que estaba cenando con nosotros y con todos los ejecutivos de Sony Music. De repente tú viste una cucaracha y empezaste a chillar: ‘¡Papi! ¡Cucaracha!’, y papi con una cara de vergüenza, con todos los ejecutivos y el presidente de Sony delante, te miró y te dijo: ‘Hija mía, te la comes’. Esto fue histórico”, dice entre carcajadas.

A continuación, los hermanos, álbum de fotos familiar en mano, comentaban quién era el más travieso de los tres. “Yo me portaba muy bien, el gamberro era Enrique”, aseguraba Julio José. “Julio tenía novia con catorce años y le dejaban, a mí no, eran machistas”, bromeaba Chábeli.

La rivalidad con su hijo Enrique

Después de este lapsus entrañable, llegaba otro de los momentos tensos del documental: la rivalidad entre Julio Iglesias y su hijo Enrique. “Papá no se imagina que uno de sus hijos, Enrique, iba a seguir sus pasos en el mundo de la música. La verdad es que ninguno de nosotros lo pensábamos, porque mi hermano lo mantuvo en secreto hasta el último momento”, explicaba Chábeli. Contaba que su productor le dijo, de un día para otro, que dejaba de trabajar con ella porque se iba con su hermano, y ella no daba crédito.

Julio José desvelaba que ‘la seño’ le prestó a Enrique el dinero que necesitaba para grabar su primera maqueta: quinientos dólares. “A mi padre no saberlo le molestó. Fue el punto más difícil”, recordaba Chábeli.

“Tuvimos una pelea por teléfono. ‘Qué haces, tú estás loco, por qué has hecho esto sin decirme nada, yo soy el que estoy en la música, no vas a poder conseguir nada sin mí”, contaba Enrique Iglesias que le dijo su padre. “Me peleé con él, hice las maletas y me fui de casa”, contaba el pequeño de los hijos de Julio Iglesias e Isabel Preysler. Padre e hijo estuvieron casi una década sin hablarse.

“Yo quiero ser mejor que mi padre, siempre he querido ser mejor que mi padre, siempre he querido vender más discos que mi padre, siempre he querido ser mejor cantante que mi padre, siempre he querido ser mejor artista que mi padre”, reconocía en otra entrevista el hijo pequeño de Julio iglesias, como en una letanía. “Si hay que ser el primero, primero yo”, sentenciaba, por su parte, Julio Iglesias.

La batalla más dura la vivieron el cantante y su hijo por el Grammy al mejor cantante latino. El ganador fue el veterano. Chábeli le echaba un capote y aseguraba que “a veces uno dice cosas que no siente. Lo que sí sé es que está orgullosísimo de él y que los dos se quieren muchísimo. Yo creo que mi padre pensaría, en el fondo, seguro: ‘Ojalá que sea más que yo’. De todos sus hijos, él siente una gran admiración por Enrique”, asegura.

Por fin, el amor

En la recta final del documental, como contaba Chábeli, “papá empieza a tomarse las cosas con más calma, y a preocuparse un poco por sí mismo. Y hay alguien que llega a su vida de repente y que consigue que su felicidad sea otra vez completa: Miranda”. Tanto Chábeli como Julio José no tienen más que buenas palabras para su madrastra. “Miranda es una persona muy dulce, muy tranquila, y a mi padre le gusta que le cuidea, le cuida muy bien”, decía la hija mayor del cantante. “La primera vez que la conocí me pareció una chica guapísima y simpatiquísima, me llevo genial con ella”, añadía Julio José.

Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger se conocieron en 1990 en el aeropuerto de Yakarta. Se conocieron, se sintieron atraídos el uno por el otro, y en ese mismo momento el cantante dijo: “Esta es la mujer de mi vida”. “Estoy enamorado de Miranda, es la mujer más importante de mi vida, ojalá ella piense lo mismo de mí. Estoy tranquilamente emocionado”, declaraba el cantante en una entrevista. “El momento clave es que la trae a mi boda con Ricardo”, asegura Chábeli, “es cuando yo me doy cuenta de que mi padre va en serio”.

“Miranda le da a mi padre la estabilidad que necesita. Es la mujer de su vida, y decide casarse de un día para otro, después de 10 años de relación y de tener cinco hijos con ella. Si eso no es amor…”, explicaba Chábeli. “Mi padre decide formar una nueva familia y tener más niños, que es un cambio grande en su vida”, apuntaba su hermano. “Es otra etapa de su vida donde él vuelve a ejercer como padre. Está disfrutando de nosotros, de sus nietos, por primera vez de verdad disfruta de la vida, de todo lo que ha logrado tener”, aseguraba Chábeli.

En la última parte del documental, diferentes personalidades daban, en una frase, su opinión sobre él. “Julio ha hecho de su carrera un éxito rotundo, tiene el mayor premio que se puede tener, que es la admiración y el cariño de la gente”, asegura Lolita Flores. “Un tipo que conquista todos los mercados merece la categoría de mito”, apunta Carlos Herrera. ”Él ha trabajado para eso y ha sabido cómo hacerlo, no todo el mundo que decide trabajar para eso consigue hacerlo, yo no lo he conseguido”, dice Víctor Manuel. “Él lo hizo todo, lo ha hecho todo”, añade Gloria Estefan. “Tú puedes tener éxito durante un periodo, pero durante décadas no, es imposible”, reflexiona Emilio Butragueño. “No estaba llamado a ser cantante, no estaba llamado a ser una estrella internacional y lo ha sido, la estrella inesperada”, asegura Pepa Bueno. “Ya no solo es un mito, es un triunfador”.

“No sé cuál es el futuro de mi padre, si sacará algún otro disco o si, simplemente, se dedicará a seguir disfrutando lo que ha conseguido en estos ochenta años de vida. Solo espero seguir disfrutando de él. Feliz cumpleaños, papá”, se despedía Chábeli en los últimos momentos del documental. “Le deseo a mi padre que sea muy feliz, que esté en familia con todos nosotros y que lo disfrute, y le dé mucha paz y tranquilidad”.

Terminado el documental, comenzaba la tertulia, en la que cada uno de los invitados aportaba su granito de arena. Nicolás Vallejo-Nágera aseguraba que él también es “un truhán y un señor”, como Julio Iglesias. Antonio Montero declaraba que cambiaría su vida por muy pocas, “pero por la de Julio igual me lo planteaba”. Juanma Ortega comentaba, bromeando, que había conseguido que la inteligencia artificial reconociera que es el artista más grande. “Al final me ha dado la razón el famoso Chat GPT y ha cambiado sus registros, porque es el más grande”, decía.

El dúo Pimpinela, con quien el programa conectó, celebra este año su cuarenta aniversario en la música, y quiso compartir con la audiencia la felicitación que habían recibido por parte de Julio Iglesias. “Julio es el artista latino más importante de todos los tiempos”, decía Lucía. “La pasión con que ha vivido y que le ha puesto a su música es fundamental”, añadía Joaquín.

Carlos Latre cantaba, en el plató, fragmentos de algunas de las canciones más icónicas de Julio Iglesias, y Rosa Villacastín recordaba que es “el primer famoso que te llama para agradecerte que hayas publicado una entrevista suya”.