Sergio Rico y Alba Silva hablan por primera vez del accidente y sus consecuencias
El guardameta y su mujer han narrado cómo vivieron el accidente y cómo fueron los meses que estuvo en el hospital. También cómo asume su recuperación y planes de futuro
En pleno momento de felicidad con su esposa y auge de su carrera deportiva, la vida tenía reservado para Sergio Rico un grave accidente con un caballo en El Rocío. Era el 28 de mayo cuando el guardameta del Paris Saint-Germain lo pasaba bien con sus amigos en la festividad de la aldea de Almonte y un caballo golpeó la cabeza del futbolista abruptamente.
Con un grave traumatismo craneoencefálico, el portero fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, desde el que comenzó una verdadera carrera de fondo para lograr que el futbolista y su vida no corrieran mayor peligro. "El peor momento fue llegar al hospital y que me dijeran que era más grave de lo que yo pensaba. Fue duro hacerme a la idea de que iba a ser un procedimiento largo", explicaba la mujer del portero, Alba Silva, en una entrevista concedida a 'Lecturas' sobre el accidente.
Tras 26 días en coma en los que su mujer fue un apoyo férreo para él, la alegría llegaba cuando, sin acordarse de nada, pero reconociendo a sus familiares, Sergio despertaba del coma. Semanas después y casi 20 kilos más delgado, el sevillano abandonaba el hospital de la mano de su mujer, agradecido por el apoyo recibido.
Unos meses complicados y duros para el deportista y para todos aquellos que le quieren, que ahora parecen más una pesadilla que su presente. El guardameta se recupera de su convalecencia en su casa de Sevilla acompañado por Alba Silva y con ganas de volver a poder jugar al fútbol con su equipo. Sin embargo, el aneurisma por el que fue operado en agosto es la principal secuela del terrible accidente en el que se vio involucrado.
En ese sentido, la pareja ha concedido una entrevista a la revista 'Lecturas' en la que el sevillano se ha sincerado sobre lo vivido y sobre cómo asumir ahora la recuperación que tiene por delante. “Tengo un aneurisma que puede llegar a fallar y provocar un derrame cerebral", ha revelado el futbolista sobre la principal consecuencia del accidente que hace pocos días le obligaba a volver al hospital a la espera del alta médica definitiva.
Sin embargo, la memoria del portero sobre el momento en el que sufrió el accidente está totalmente en blanco y, según ha señalado en la citada entrevista, “no recuerdo nada. Tengo un desfase de varias horas antes del accidente y después, hasta que desperté, tras 26 días en coma”. “Es una sensación rara, te despiertas en el hospital y no sabes qué ha pasado, ni la gravedad, ni lo que has podido causar”, ha explicado sobre el momento en que despertó del coma inducido en el que se encontraba.
Tras la gravedad de su diagnóstico inicial, Rico es consciente de la segunda oportunidad que ha supuesto su recuperación en su vida. También su esposa y gran apoyo, quien ha señalado que “lo miro como si la vida me hubiera dado una segunda oportunidad, todavía no me creo que haya podido superar tantísimos obstáculos. Soy feliz al verlo bien”.
"Lo hemos sufrido más los que estábamos alrededor que él, porque él estaba dormido. Han sido unos meses muy duros", cuenta Alba sobre cómo eran las semanas que el guardameta pasó en una cama del hospital luchando por su vida. Precisamente sobre esa carrera de fondo por su vida, Sergio Rico ha especificado: "Los médicos decían que si no tuviera la edad que tengo y fuerza de deportista quizá no lo hubiera contado". Una afirmación que su mujer reafirmaba al decir que "ser deportista de élite le ha salvado la vida".
Por último, dejando a un lado este duro capítulo de sus vidas y con la vista puesta en el futuro, la pareja se muestra optimista en todo momento, pero confiesan haber aprendido a ver las cosas de otra forma. "La vida nos ha enseñado a no hacer planes a largo plazo", dicen, al tiempo que sobre una posible paternidad aseguran: "No hemos pensado en ser padres, lo que tenga que venir será".
En pleno momento de felicidad con su esposa y auge de su carrera deportiva, la vida tenía reservado para Sergio Rico un grave accidente con un caballo en El Rocío. Era el 28 de mayo cuando el guardameta del Paris Saint-Germain lo pasaba bien con sus amigos en la festividad de la aldea de Almonte y un caballo golpeó la cabeza del futbolista abruptamente.