Georgina, más allá de Instagram y Netflix: factura 10 M al año con las clínicas de injerto capilar

Georgina Rodríguez atraviesa estos días una de sus semanas más duras desde que comenzara su apasionante romance con Cristiano Ronaldo. Ahora, cuatro hijos después, un reality y una vida de película mediante, aborda un juicio para luchar por la preservación de su intimidad y derecho al honor durante los años de su vida previos a conocer al futbolista mundialmente famoso.

Unos años que la de Jaca quiere dejar atrás para dar paso a su vida actual, rodeada de glamour, fiestas, desfiles, viajes y lujo. Al menos, eso es lo que nos ha mostrado durante dos temporadas en Netflix, donde ha puesto en un segundo plano quizá uno de sus mayores éxitos fuera del foco: su papel como empresaria.

Georgina es desde hace cinco años directora general de Insparya, la empresa dedicada al injerto capilar con clínicas ubicadas en el centro de Madrid, Marbella, Bilbao y Valencia. Un negocio que no ha parado de crecer y cuyos resultados, a los que ha tenido acceso Vanitatis, ponen de manifiesto su buen ojo para los negocios.

En el último ejercicio presentado (2020), Insparya Hair Medical Clinic SL presentó unas ventas de más de 10,5 millones de euros y unos beneficios de casi dos millones. Con un activo total que supera los 4 millones, no hay duda de que este es uno de los puntos fuertes de una de las españolas más conocidas fuera de nuestras fronteras.

Habitual de las alfombras rojas de grandes festivales como los de Cannes o Venecia, donde se pasea como una estrella más vestida con diseños de alta costura, elegidos muchos de ellos directamente de las pasarelas más importantes del mundo, esta faceta menos conocida es cuando menos sorprendente para los seguidores que están enganchados a su día a día en redes.

Georgina, tal y como se refleja en los documentos a los que ha tenido acceso este medio, es directora general de Insparya junto a Paulo Joaquim Silva Ramos, cofundador de esta empresa y además administrador mancomunado, mismo cargo que también ostenta la pareja del cinco veces ganador del Balón de Oro.

Con clínicas repartidas también por Portugal e Italia, el único accionista de la compañía es su matriz con sede en el país luso, también gestionada por el equipo del futbolista, que ha querido diversificar sus ingresos con esta aventura en el mundo de la belleza que por ahora tantas alegrías le ha dado.

No ha sido esta su única inversión fuera de los terrenos de juego. Una empresa de agua, una cadena de hoteles y otra de gimnasios engrosan año tras año una cuenta corriente ya de por sí solvente. Por lo pronto, Georgina y el socio de Ronaldo prevén invertir otros 20 millones de euros en los próximos tres años para abrir nuevas clínicas repartidas por las principales capitales europeas que se unan a las que ya tienen en los tres países ya mencionados.

Quieren liderar la industria a nivel mundial y, tal y como anuncian que será su futuro inmediato, parece que no habrá nada que se lo impida.