Las sobrinas de Carmen Sevilla evitan pronunciarse sobre la polémica de las cenizas en su segundo funeral

Alrededor de las 20 horas de este lunes se celebraba, en la iglesia de San Francisco de Borja de Madrid, el segundo funeral de Carmen Sevilla. En esta ocasión, estaba organizado por sus sobrinas, Elena y Carmen, hijas de su hermano Pepe. La artista falleció el pasado 27 de junio a los 92 años. Su despedida, en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón, estuvo marcada por la discreción, impuesta por su hijo y excesiva según aquellos que piensan que habría merecido un adiós multitudinario a la altura del icono pop que fue la protagonista de 'Violetas imperiales'.

Quizá como compensación a ese silencio mediático, las sobrinas agradecían a la prensa, en la puerta de la iglesia, que hubiesen acudido a esta segunda cita. "Agradecemos que estéis aquí, que acompañéis a nuestra tita, como la llamábamos. Era una persona que era alegría pura: honestidad, bondad...", aseguraba Elena.

Ante las preguntas del programa 'Y ahora Sonsoles' sobre si este funeral era para contrarrestar la hermética despedida orquestada por su hijo, una de las dos sobrinas lo tenía claro: "Yo considero que este era mi regalo de despedida para ella. A ella le habría gustado este día con todos vosotros". Tras confirmar la ausencia de su hijo, Augusto Algueró, la sobrina prefería no contestar acerca de lo ocurrido con las cenizas de la artista. Se supone que la parte principal de las mismas aún no había sido recogida hasta hace pocos días, cuando ella recogió la otra: "Me quedan cinco minutillos y me tengo que ir. Me dio la oportunidad de recogerlas, las recogí y esa es la historia". Sobre si el resto de dichas cenizas permanecían en el tanatorio de Pozuelo, a la espera de ser recogidas, la sobrina de Sevilla señalaba no tener ninguna noticia.

En las últimas semanas, según informó en exclusiva Vanitatis, Elena, una de las hijas de Pepe García Galisteo, el hermano al que Carmen estaba más unida, nos confirmaba que, efectivamente, junto a su hermana Carmen, recogió hace un tiempo las cenizas de su tía. Cuando falleció, solicitaron a su primo Augusto un relicario con parte de esas cenizas para poder guardárselas. Augusto accedió entonces a que ambas tuvieran ese relicario, que se separó de la urna principal. Uno de los operarios del centro aseguró entonces a Elena y Carmen que la urna principal aún no había sido recogida por el hijo de Carmen Sevilla, Augusto Algueró. Hay que tener en cuenta que él es la única persona autorizada para hacerlo. "Con mi primo no tengo mala relación, tampoco buena; es mínima", nos explicaba Elena.

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María Serralta

Antes de este funeral celebrado en la iglesia de la calle Serrano, ya se había celebrado una misa funeral por parte del padre Ángel en su célebre iglesia de la calle Hortaleza. Celebrado el pasado 13 de julio, dicho funeral tampoco contó con la presencia de Augusto, aunque sí que quiso mandar un mensaje de agradecimiento para los allí presentes: "Queridos amigos Rappel y padre Ángel: quiero daros las gracias por esta misa. Transmitid todo mi agradecimiento a los que la quisieron. Me habría gustado ir al funeral, pero no me encuentro con fuerzas y espero comprendáis. Para mí era, ante todo, mi madre".