Penélope Cruz se confiesa en 'El hormiguero': "Parezco una cotilla"

Penélope Cruz se encuentra en Madrid con motivo del estreno de su última película, ‘Ferrari’. La intérprete ha vuelto a su comunidad natal para hablar de este film que protagoniza junto a Adam Driver dirigido por Michael Mann, que se estrena el próximo 9 de febrero.

Tras posar ante los medios por la mañana con un abrigo de Chanel convertido en minivestido, ha querido visitar ‘El hormiguero’, donde ha lucido un vestido abotonado de color crudo con hilos de colores y manga farola muy amplia con cuello de solapas redondas.

Con el pelo con la raya al lado y largas uñas en color morado, ha querido defender a su personaje, Laura Ferrari, casada con Enzo Ferrari y muy criticada en su tierra, a pesar de haber perdido un hijo y de que su marido tuviera otra familia que ella desconoció por mucho tiempo al contrario de todo Módena.

Entre las anécdotas de la película, asegura que ha llevado unos zapatos ortopédicos que le han cambiado la forma de caminar y de meterse en el personaje. A veces ha llegado a llevar zapatos de talla y media más pequeños o más grandes. Tampoco usa el mismo perfume nunca con dos personajes diferentes.

Hace un estudio constante del comportamiento humano, "que es un pozo sin fondo", reconoce. Una observación que hace desde que tiene 4 años e incluso observa a quienes comen en un restaurante, especulando con qué tipo de relación tendrán. Una parte de su profesión que la "enamora" porque siempre se siente como una estudiante. "Me fijo en todo y en lo que no se dicen, en los silencios. Siempre he sido así, lo que parezco es una cotilla", reconoce.

Penélope asegura que es muy autocrítica consigo misma en su trabajo: "Nunca pienso que lo he clavado". Reconoce que tras grabar "luego me castigo mucho, incluso los días que me quedo contenta, siempre falta algo". Nunca está satisfecha al cien por cien y afirma que "no puedo evitar a sacar el látigo, ahí fue Javier que me ayudó mucho. Me doy mucha caña", algo que confirma le ha funcionado en su profesión.

Penélope confiesa que tiene "mucho carácter, pero no me enfado mucho". Se llega a obsesionar con sus personajes, como le pasó con Donatella Versace. Energías que no quiere llevarse a casa con sus hijos, pero sí se lleva a casa un acento u otro idioma. "Ellos me han venido a acompañar, con lo que estoy mucho más nerviosa", asegura. Le explica a Pablo Motos que a veces ella habla con un acento y Javier con otro, lo que supone un aprendizaje para sus hijos.

También ha hablado de la situación de trauma que vivió cuando su hermana Mónica fue atropellada y ella fue al colegio mientras que se sentía en un "limbo". Desde entonces tiene miedo a la velocidad y a los coches, algo que ha desvelado al presentar esta película. Reconoce que al ver 'Átame', de Pedro Almodóvar, mientras estudiaba con Cristina Rota, buscó un agente e incluso mintió sobre su edad. Veía películas en el videoclub hasta 20 veces seguidas, descubriendo a los grandes directores.

Lo más loco que ha hecho como actriz ha sido montar en camello, galopando, algo que le terminó encantando. Se ha emocionado con el saludo de un amigo que sufre de ELA, al que va a visitar en el Vall d'Hebron. Ha tenido que secarse las lágrimas antes de asustarse cuando han salido las hormigas.