Marta Fernández, mujer de Jaime Martínez-Bordiú, recupera un clásico de la restauración en Madrid

Marta Fernández se casó legalmente con Jaime Martínez Bordiu en abril del 2021, pero ya eran una pareja más que estable desde hacía más de una década. La empresaria vivía en Vigo, y en uno de sus viajes a Madrid coincidió con Jaime, al que no conocía salvo por ser un Franco. Se presentó y a partir de ese día se hicieron amigos hasta que la amistad se convirtió en otra cosa. Dejó Galicia y se instaló definitivamente en casa del que se convertiría en su marido.

Ni la familia ni los amigos apostaban por una relación que aseguraban tenía fecha de caducidad. Se equivocaron de medio a medio. Marta le ha dado la estabilidad emocional que necesitaba después de varias relaciones tormentosas y Jaime el apoyo a todas sus iniciativas empresariales y personales. No interviene en los negocios de su mujer directamente al tener él sus propios temas profesionales, pero sí la anima en cada nuevo proyecto que pone en marcha. Así lo contaba a Vanitatis cuando abrió hace tres años Truhán, su primer local en la capital y ahora el restaurante Bridas.

“Es mi inversión, Jaime tiene sus negocios y sus inversiones, y esto es mío”. Explicaba que “a partir de los cuarenta la gente todavía quiere salir. Y como no había nada así en Madrid pues me dije ‘lo monto yo, quiero salir’. Es un bien social, lo hago porque mis amigos no tienen donde ir y era necesario, lo pedía a gritos”. Esta era su explicación cuando contaba por qué había decidido dedicarse al ocio nocturno abriendo Truhán.

En Marbella un año antes había probado suerte encargándose de un chiringuito de playa que a pesar de su inexperiencia en el mundo de la restauracion sacó adelante. “No tenía ningún antecedente profesional en este sector pero sí sabía lo que no me gustaba cuando acudía a un sitio de playa. Funcionó muy bien pero era complicado vivir a seiscientos kilómetros y estar al tanto de todo. Lo dejé y fue cuando decidí que me gustaba ese mundo. Abrí Truhán, que ha sido y es un éxito, y ahora quiero convertir Bridas, en un lugar para quedar y tomar el aperitivo, comer y cenar”.

Cuenta cómo decidió quedarse este restaurante de toda la vida en la calle José Abascal. “El dueño se jubilaba y no lo pensé mucho. Me lo quedo y lo voy a volver a poner de moda con tapeo y una carta donde lo mismo puedes pedir un sándwich de jamón y queso como los de toda la vida, a raciones clásicas y menús con productos de temporada. No tenemos chefs estrellas Michelin pero sí profesionales que saben su oficio y como tratar a los clientes”.

Para presentar Bridas, organizó una reunión a lo grande a la que acudieron amigos y conocidos sin olvidar la invitación a los vecinos del barrio. Una fiesta donde a pesar del barullo ya se pudo testar el buen servicio y la calidad de los productos de la carta.

La pareja Fernández Martínez-Bordiú ha formado un buen equipo y lo demostró este jueves con la apertura del local, al que acudieron caras conocidas como la de Simeone y Carla Pereyra; Nicole Kimpel, pareja de Antonio Banderas; Cayetana Guillén Cuervo, muy volcada en su trabajo como presidenta de la Academia de las Artes Escénicas; Sandra García-Sanjuán, que acaba de abrir oficina de mil metros en el mismo bloque; la estilista Ana Antic; Juan Melgarejo, o Flavia Hohenlohe entre otros muchos amigos.