Las fechas de la anunciada boda de Ponce y Soria, en duda por su agenda taurina

Quienes conocen el mundo del toro, lo saben: cuando un torero trabaja, su vida se centra en la plaza. Y es lo que le sucede en estos momentos a Enrique Ponce, que ha vuelto a los ruedos después de un tiempo de descanso y tras la temporada en Europa se plantea la posibilidad de ir a hacer las Américas. Es algo que le ronda la cabeza desde hace tiempo y como su idea es despedirse para siempre, volver a América sería el colofón perfecto, su gran ilusión.

Así lo aseguran a Vanitatis personas de su círculo de amistades, fuentes solventes que, tras conversar con él en los últimos días, señalan a este medio que mientras la temporada americana esté en su cabeza, los planes de boda, si existen, deberían esperar.

Mientras Ponce está en los ruedos, no puede pensar en otra cosa. Y si decidiera finalmente casarse con Ana Soria, su pareja desde hace cuatro años, lo haría centrado únicamente en la boda, y no en su trabajo. De este modo, por el momento, la idea de casarse está descartada.

"No encaja"

Todo viene a cuento porque este pasado miércoles, la revista ‘Diez minutos’ publicaba que la pareja se había prometido, algo que la propia Ana Soria, poco dada a hablar con prensa, desmentía en el programa ‘Juntos’ de Telemadrid, dirigido por Saúl Ortiz. Desde su citado círculo lo confirman: si en algún momento hubiera boda, sería dentro de bastante tiempo. Actualmente, “no encaja de ninguna manera en su agenda”.

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En principio se informó de que la pareja pretendía casarse hacia la primavera de 2025, algo que las mismas fuentes descartan. “La temporada taurina americana es en el invierno de aquí, ¿cómo va a estar Enrique toreando allí mientras se organiza aquí su boda para primavera? Es impensable”, reflexionan.

"Saben más que nosotros"

No es la primera vez que se habla de boda entre la pareja, algo que ha sucedido también con una posible ruptura. Sea como fuere, ambos están en un momento dulce de su relación y no quieren entrar en el juego mediático: “Una vez más, ya saben más que nosotros. Te contesto para que no estés desinformado, pero estamos pasando del tema porque es una con otra”, declaró Soría al citado programa de Telemadrid.

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Hay otro asunto que podría retrasar de manera indefinida el enlace, si es que llega a producirse. Ana Soria, la joven que estudiaba Derecho cuando conoció y empezó una relación con Ponce en 2020, proviene de una familia de fuertes convicciones religiosas. Si pasara por el altar, le gustaría que fuera exactamente eso: casarse por la iglesia. Y eso es algo que en estos momentos Ponce no puede concederle. El torero sigue casado con Paloma Cuevas ante los ojos de Dios.

Nulidad matrimonial

Para poder celebrar una boda religiosa, Ponce debería pedir la nulidad matrimonial a Paloma Cuevas, su exmujer y madre de sus dos hijas, un extremo que Vanitatis ha intentado confirmar y del que por ahora no ha obtenido respuesta. Sí que sabemos que es algo que la expareja ha hablado en algún momento. Sobre todo en los últimos tiempos, en los que la ruptura se ha superado por ambas partes y cada uno hace vida con su nueva pareja.

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Cuevas mantiene una relación estable con la estrella mexicana Luis Miguel desde hace tiempo, una relación que también podría terminar en matrimonio, aunque por el momento no es algo que esté sobre la mesa. De producirse una u otra boda, sería la segunda para ambos. Ponce y Cuevas estuvieron casados durante 25 años.

En 2020 hicieron público un comunicado anunciando su separación. Una de las razones era que el torero se había enamorado de una joven almeriense y no había vuelta atrás. Sin embargo, un año después firmaron de mutuo acuerdo el divorcio sin grandes disputas, tal y como Vanitatis contó en su día.

Romántico mensaje

Desde entonces, tanto Ponce como Soria han querido mantener su relación en la intimidad. Hace unos días, se les pudo ver en la Feria de Pentecostés de Nimes, donde se produjo el regreso del diestro a los toros. Ella se mantuvo a su lado mientras entrenaba y publicó un romántico mensaje en las redes sociales: “Se me acelera el pulso cuando pienso en lo poquito que queda… para verte brillar de nuevo".

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La corrida de Nimes ha supuesto la vuelta a los ruedos del diestro después de tres años alejado de las plazas. Con esta cita empezó la gira de despedida con la que quiere decir adiós por todo lo alto. Por ese motivo le ronda América y es algo que espera poder llevar a cabo. A sus 52 años, y tras 34 de su alternativa, Ponce aseguró hace poco, en una entrevista a Zabala de la Serna en ‘El Mundo’ que para él, “ponerse delante del toro no es volver para cantar”.

Es un esfuerzo, un trabajo duro, y por eso quiere despedirse por todo lo alto. Veremos si finalmente cruza el charco para decir adiós a la afición americana, algo que espera poder hacer. Una boda, dentro de este contexto, parece que no entra en los planes. Por el momento.