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Nos colamos en el jardín del Palacio de Liria, que los Alba abren por primera vez al público
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Nos colamos en el jardín del Palacio de Liria, que los Alba abren por primera vez al público

El duque sigue con su política aperturista y muestra los jardines de su residencia en Madrid en unas visitas guiadas para grupos reducidos

Foto: Los jardines del Palacio de Liria. (Cortesía)
Los jardines del Palacio de Liria. (Cortesía)

Cuando Carlos Fitz-James Stuart tomó las riendas de la gestión de la Casa de Alba, tenía una idea en la cabeza. Quería emular la política de otros nobles europeos y hacer accesible su patrimonio con un objetivo: rentabilizarlo para poder conservarlo mejor. Tras la apertura de los palacios de Monterrey (Salamanca), Dueñas (Sevilla) y Liria (Madrid), la fundación que gestiona el gran patrimonio de los Alba ha cogido velocidad de crucero este año abriendo los armarios del fabuloso vestuario de Cayetana de Alba al público, inaugurando una sala de exposiciones y, lo último, dejando que los visitantes conozcan una de las joyas ocultas hasta ahora de la residencia del duque: sus jardines.

Este verano, el palacio de Liria ofrecerá visitas guiadas a estos históricos jardines de inspiración romántica. Esta apertura extraordinaria, que se realizará durante este mes de junio, julio y agosto, brindará a los visitantes la oportunidad de explorar la historia, evolución, paisajismo y flora de este oasis verde enclavado en pleno centro de la capital y que hasta ahora permanecía 'escondido'. Recordemos que el palacio de Liria sigue siendo la residencia privada del duque, a pesar de su apertura al público en 2019.

placeholder Dos figuras mitológicas del jardín trasero. (Cortesía)
Dos figuras mitológicas del jardín trasero. (Cortesía)

De hecho, Liria es una de las residencias privadas más importantes de Madrid. Con 3.500 metros cuadrados distribuidos en 200 habitaciones, de las que 26 son salones. Hasta ahora, los jardines no formaban parte de las visitas guiadas, pero este verano harán una excepción, "como parte de la estrategia que se inició desde la Fundación Casa de Alba en 2019 con la apertura al público del palacio para acercar el patrimonio de la Casa de Alba a la sociedad", explican desde su entorno.

El palacio fue construido entre 1767 y 1785, por orden del III duque de Berwick y de Liria, don Jacobo Fitz-James Stuart y Colón. En su mayor parte, la construcción se debe al arquitecto Ventura Rodríguez (1717-1785), quien levantó un edificio de estilo neoclásico, de planta rectangular, alargada y compacta en su interior. El arquitecto inglés Sir. Edwin Lutyens (1869-1944) planteó después varias reformas, encargadas por el XVII duque de Alba, don Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, padre de Cayetana y ex embajador en Londres.

"El Palacio de Liria fue el primer edificio de Madrid digno de armonizar con el Palacio Real", destaca don José Manuel Pita Andrade, exdirector del Museo del Prado y conservador de la Casa de Alba, en la web oficial del palacio. "A diferencia de otros palacios y mansiones madrileñas, Liria no fue construido próximo al paseo del Prado, sino a las afueras de la ciudad, cerca de la puerta de San Joaquín, que marcaba el límite de Madrid por el noroeste y vecino al cuartel de la guardia de Corps, posteriormente denominado del Conde-Duque en honor al III duque de Berwick y XIV conde de Lemos, constructor del palacio de Liria. Otra diferencia es que su fachada en vez de estar orientada directamente a la calle se rodeó de jardines. La iniciativa corrió a cargo de Jacobo Fitz-James Stuart, III duque de Berwick".

De esos jardines se encargaron a lo largo del tiempo los grandes paisajistas y arquitectos del momento, como el propio Ventura Rodríguez, Sabatini o el arquitecto y paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier. Fue en 1916 cuando el XVII duque de Alba encargó al francés la reforma de la parte posterior para que recuperara el estilo dieciochesco. Es el vergel que disfrutan solo los habitantes de la casa, desde los balcones que miran al norte.

Forestier imprimió su personalidad al jardín, como también lo hizo en otros conocidos jardines españoles, como el conocido Parque de María Luisa de Sevilla, el Parque Ascensión en Badajoz, los Jardines de la Casa del Rey Moro en Ronda (Málaga) o los del Palacio de Moratalla en Hornachuelos (Córdoba) o el del Palacio de Liria. Además, urbanizó la montaña de Montjüic de Barcelona para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.

Los jardines del palacio de Liria, que en origen debieron ser geométricos al gusto francés, fueron remodelados al estilo inglés, más romántico. En la parte delantera, que inicialmente estaba planteada como una explanada despejada, a modo de plaza de armas, terminaron plantándose castaños, mimosas, tejos, o un granado que hoy lucen imponentes. La parte de atrás del palacio es la reservada a un jardín más geométrico al modo de Versalles, con parterres delineados por setos. Sufrió diversos cambios en los siglos XVIII y XIX.

placeholder Vista aérea del jardín de Liria, con la gran fuente que lo preside. (Cortesía)
Vista aérea del jardín de Liria, con la gran fuente que lo preside. (Cortesía)

En esa parte posterior del palacio de Liria (también en Dueñas) hay un cementerio con los nombres de las mascotas más importantes para la familia y la fecha de su muerte escritos en la parte superior, donde aparece su historial, quién lo regaló y la característica que marcaba el carácter del perro. Los jardineros se ocupan de que las tumbas estén sin malas hierbas y la zona cuidada.

Además del curioso cementerio de mascotas, la zona trasera está presidida por un estanque con un grupo escultórico del siglo XVIII. Hay estatuas de animales fantásticos dispersas por varias zonas.

Conocidos por su diversidad de estilos y épocas, los jardines han sido a lo largo de la historia embellecidos por figuras tan prominentes como Ventura Rodríguez, Forestier, Sabatini y los propios duques de Alba. La visita, que será posible solo por tiempo limitado, ofrece así una inmersión en la belleza y la historia de uno de los rincones más ocultos y fascinantes de Madrid.

placeholder El XIX duque de Alba. (Gtres)
El XIX duque de Alba. (Gtres)


Las personas que visiten el Palacio de Liria podrán participar en los recorridos guiados organizados por la Fundación. A través de estos paseos se ofrecerá una visión detallada del diseño paisajístico y la variedad botánica del lugar, explicando cómo estos elementos se han ido integrando y evolucionando a lo largo de los siglos. La apertura extraordinaria de los jardines del Palacio de Liria representa una oportunidad única de disfrutar de un espacio que ha sido cuidadosamente mantenido y preservado a lo largo de los años.

Las plazas para estas visitas son limitadas. Las personas interesadas podrán optar por realizar únicamente la visita a los jardines o combinarla con un recorrido completo por el edificio y su valiosa colección de arte. En este sentido, la iniciativa de abrir los jardines complementa las visitas a los salones del Palacio, permitiendo tanto al público madrileño como a los turistas una experiencia más completa y enriquecedora.

placeholder La fachada del Palacio, con los jardines en primer término. (Cortesía)
La fachada del Palacio, con los jardines en primer término. (Cortesía)

La Fundación Casa de Alba, presidida por el XIX duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, y con apoyo de sus dos hijos como patronos, Fernando, duque de Huéscar y Carlos, conde de Osorno, ha dedicado grandes esfuerzos a la difusión y a la apertura de la colección Casa de Alba junto con sus palacios, residencias actuales del duque, para ofrecer la posibilidad de disfrutar y conocer su legado. La Fundación fue creada tras varios años de trabajo en 1973 por sus padres, los XVIII duques de Alba, Luis y Cayetana, quienes iniciaron con este paso la labor de conservación y difusión de las colecciones histórico-artísticas.

Cuando Carlos Fitz-James Stuart tomó las riendas de la gestión de la Casa de Alba, tenía una idea en la cabeza. Quería emular la política de otros nobles europeos y hacer accesible su patrimonio con un objetivo: rentabilizarlo para poder conservarlo mejor. Tras la apertura de los palacios de Monterrey (Salamanca), Dueñas (Sevilla) y Liria (Madrid), la fundación que gestiona el gran patrimonio de los Alba ha cogido velocidad de crucero este año abriendo los armarios del fabuloso vestuario de Cayetana de Alba al público, inaugurando una sala de exposiciones y, lo último, dejando que los visitantes conozcan una de las joyas ocultas hasta ahora de la residencia del duque: sus jardines.

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