La familia Iglesias Rijnsburger ya está en la finca Las Cuatro Lunas para pasar el verano

El avión privado de Julio Iglesias permite a la familia viajar por el mundo sin tener que hacer colas ni aguantar esperas ni retrasos engorrosos. Además de la comodidad, así mantienen la privacidad. Si no fuera por las imágenes que los hijos publican en sus redes sociales, estas visitas a España serían totalmente secretas y sin repercusión mediática.

Las gemelas Victoria y Cristina son las que más disfrutan de las Cuatro Lunas en cualquier estación del año si hacemos caso a sus perfiles. Las jóvenes de 23 años no tienen horario laboral conocido. Esta agenda les permite viajar cuando les apetezca a la finca de Ojén. Y eso es precisamente lo que han hecho esta semana: trasladarse a la localidad malagueña.

Esta vez han coincidido con sus otros dos hermanos: Miguel, de 26 años, al que todos llaman Michael, y Rodrigo, de 25. A los dos les acompañan sus novias, Julie Stella y Julia Weller. De las gemelas se desconoce por ahora que tengan pareja estable. La que aún no ha llegado pero se la espera en breve es Miranda Rijnsburger. También Guillermo, el pequeño de la casa que aún está estudiando y según confirman a Vanitatis tiene temas académicos pendientes en Miami.

Una vida comparable a la de un hotel

La vida que se hace en las Cuatro Lunas es comparable a un hotel de superlujo con todos los añadidos deportivos y saludables que se pueden disfrutar en la piscina infinita, el gimnasio y la sala de masajes. Las Cuatro Lunas cuenta con un servicio permanente de diez personas, otro tanto de cuerpo de casa y cocina. A estos hay que añadir un grupo de apoyo cuando los Iglesias y sus invitados están al completo.

Además del edificio principal, la finca cuenta con cuatro bungalows diseñados para acoger a los amigos y a los propios hijos cuando quieren tener independencia. Están las casas del Lago, con cómodas terrazas para sentarse y comer. La de la Huerta, con una espectacular suite principal y cinco habitaciones. También hay una bodega con más de dos mil botellas de los vinos más exclusivos, un comedor contiguo y una piscina cuyas aguas se entremezclan con la vista del mar.

También existe una cuarto edificio de invitados que cuenta con su propio baño, su cocina, su lavandería y su bodega. A todo este mapa de arquitectura andaluza se unen las cuadras y un garaje con todo lo necesario para tener listos los vehículos y los cuarzt. La finca cuenta también con dos helipuertos que facilitan las llegadas y las salidas de la finca al aeropuerto de Málaga.

Cuando eran pequeños, los hijos socializaban en unos campamentos infantiles y en el club de tenis de Manolo Santana. Fueron creciendo y al cumplir sus mayorías de edad cada uno hacía su vida. Miguel Alejandro y su hermano Rodrigo suelen dirigirse a Tarifa para practicar algunos de sus deportes favoritos. Las mellizas, en cambio, prefieren paseos en barco con sus amigas, almuerzos en los chiringuitos de moda de Marbella y por la noche acudir a Starlite. A pesar de ser conocidos y de interés informativo para los reporteros, los hijos Iglesias procuran ser discretos y alejarse de situaciones complicadas y no llamar la atención.

De Julio Iglesias poco se sabe del tiempo que pasa en su cuartel general de Ojén. Cuando está no sale de la finca, aunque sí recibe a sus amistades, como hizo hace dos años. Miranda también recibe a sus amistades, entre las que se encuentran Paloma Cuevas. En los veranos complicados tras su divorcio de Enrique Ponce, Las Cuatro Lunas fue uno de sus refugios, al igual que la casa de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas en Sotogrande.

La última vez que Julio Iglesias actualizó su perfil de Instagram fue para homenajear a su gran amigo, el productor musical y televisivo Julio Sánchez que falleció en marzo pasado. Y antes, en septiembre, agradeció públicamente a todos los que le habían felicitado a través del vídeo de Richi Castellanos, por su ochenta cumpleaños. Nada más se supo de él. Podría ser que, como hizo en otras ocasiones, viajase en julio o agosto hasta Málaga y de ahí a Ojén en helicóptero sin tener que hacerse visible. El artista pasa parte de su tiempo en Punta Cana y, sobre todo, en Barbados, donde tiene una impresionante casa.

Durante años, las vacaciones de los Iglesias comenzaban en el mes de julio cuando terminaba su curso escolar. Miranda, como jefa doméstica, manejaba los horarios y la vida cotidiana de la mansión. Ella es la dueña administradora de la sociedad de Las Cuatro Lunas a través de Androsemo S.L. y de otras diez hectáreas de terreno colindante, en este caso, por medio de Belleveu Costa del Sol. Julio Iglesias no tiene propiedades ni empresas en España y sus inversiones también son nulas. Su mujer es la terrateniente y como decíamos al principio está a punto de llegar a este increíble lugar, donde solo faltó el verano del 2020 por las restricciones sanitarias.