Ya hay fecha para la misa funeral de Carlos Goyanes y su hija Caritina

El próximo 23 de septiembre, en la iglesia de San Agustín, se oficiara a las ocho de la tarde la misa funeral en recuerdo de Carlos Goyanes y su hija Caritina.

El templo elegido por la familia para esta liturgia tiene que ver con la relación tan directa que la hija de Cari Lapique tenía con el titular de la parroquia, el sacerdote don José María Muñoz de Juan, y los grupos católicos de dicha iglesia.

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P. M.

Participaba en las reuniones organizadas por las diversas asociaciones para activar proyectos educacionales tanto en España o fuera que sirvieran para mejorar la vida de los que lo necesitan. Y también acudía a charlas y oración del grupo denominado ‘mothers prayers’. El sacerdote, Carlos López, afirmaba en la revista “Alfa & Omega” esa dedicación de la fundadora de ‘Six Sen’: “Estaba muy implicada en la educación cristiana de sus hijos, y su mayor deseo era acercar a Dios a su familia y a todos los que tenía alrededor”.

Acudía habitualmente sola o con su familia a la misa de los domingos y reconocía cómo su “conversión” le había ayudado a superar miedos y momentos difíciles de su vida.

Ella misma explicaba en una entrevista que concedió a Vanitatis cómo había vuelto a encontrar la fe y cómo fue ese momento. “Mi educación religiosa era de las que yo llamo de ‘cumple y miento’ (en vez de ‘cumplimiento’). Dios no era algo que estuviera en casa. Soy una persona que me he exigido mucho y llegué a un momento de mi vida de tensión personal y ansiedad muy grande. Aparentemente tenía todo, pero había algo que me generaba inseguridad e irritabilidad. No me aguantaba ni a mí misma. Hablaba mal a mi marido, a mis hijos, a los amigos... Hice terapia, mindfulness, leía libros de autoayuda y no me servía de mucho. Y resulta que me convenció un amigo para hacer el retiro de Emaús y me cambió la vida. Fue el mejor regalo que he recibido. Después del nacimiento de Cari, tuve una etapa de sentir un miedo hacia todo”.

Contaba que llegó a tener tal grado de ansiedad que todo le daba miedo. “No me atrevía a ir a El Corte Inglés por si ponían una bomba, ir a un cine por si un loco entraba con una escopeta... No les dejaba a mis padres a los niños por si se perdían. Siempre me había encantado viajar y en esa época, cada vez que tenía que hacerlo, era una tensión terrible. A raíz de mi retiro, aprendí a ver la vida de otra manera. Tengo una confianza absoluta en Dios y sé que vamos a salir de esta”.

Transmitió a sus hijos esa manera de vivir la religión, que según nos cuentan, es el único consuelo (si es que lo hay) para aceptar la muerte de una mujer de 46 años con toda la vida por delante.

Nadie imaginaba el terrible mes de agosto que iba a vivir la familia Goyanes Lapique. Era un verano tranquilo, como había sido siempre, en el chalet de la urbanización Guadalmina que el matrimonio compró en los años 80. Desde que nacieron, para Caritina y su hermana Carla era un referente igual que después lo fue para los hijos de ambas. Cuando falleció Carlos Goyanes el 7 de agosto a los 79 años, la familia estuvo arropada no solo por los íntimos sino por los muchos amigos y conocidos.

A esta tragedia inesperada siguió otra más cruel y terrible como fue la muerte de Caritina a los 46 años. La semana pasada fue el entierro de padre e hija en el cementerio de La Paz en Tres Cantos. Y lo mismo sucederá el lunes 23 de septiembre. Los Goyanes Lapique siempre han sido una familia muy querida por la prensa.