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Adrián Lozano, el DJ de referencia de las celebrities y los grandes eventos: "Cuando yo empecé, éramos muy pocos"
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ENTREVISTA

Adrián Lozano, el DJ de referencia de las celebrities y los grandes eventos: "Cuando yo empecé, éramos muy pocos"

De los 30 de María Pombo en República Dominicana a los 25 de Tana Rivera. Adrián Lozano ha sido el DJ de dos de los grandes eventos de este mes. Es discreto, pero de manera excepcional cuenta a Vanitatis sus inicios y la realidad de su profesión

Foto: Adrián Lozano, en una imagen cedida. (Cortesía)
Adrián Lozano, en una imagen cedida. (Cortesía)

“Que el objetivo de tu trabajo sea hacer feliz a la gente es muy bonito. No soy DJ por el dinero o por las experiencias que puedes llegar a vivir, sino por la gratitud que siento cuando veo a las personas bailar, saltar, reírse… La música puede convertir un evento en algo inolvidable”, me cuenta Adrián Lozano (36), que tras más de quince años de profesión ha montado su propia empresa. Puede decir que ha sido el único DJ residente del festival Starlite y ha pinchado alrededor de todo el mundo.

“Mi primer año de Starlite, cuando vi mi cara plantada en medio de Puerto Banús en un cartel gigante, lo primero que hice, cinco días antes de que empezara el festival, fue coger el coche e irme allí solo para hacerme una foto. No podía creérmelo, jajaja”, recuerda Adri, como le llaman sus amigos, sobre cuando empezó en el famoso festival de la mano de Luis Torremocha.

Habla en un tono de humildad y cercanía, aunque confiesa ser algo tímido. “Cuando vas a festivales de esa magnitud, siempre cuesta un poco. Es una sensación casi inexplicable verte delante de miles de personas y saber que de ti depende que se queden y bailen todo lo que puedan”.

Sus inicios

Su infancia fue algo diferente a la de sus amigos. En la adolescencia, cuando comenzaban a salir a discotecas light para ligar, él lo hacía solo para ver a los DJ´s. “Me quedaba ensimismado mirándolos. En esa época estaba muy de moda DJ Dicho, que ahora es un gran amigo y yo quería ser él”.

Con quince años se plantó delante de sus padres y les dijo: “Quiero ser DJ”. Es cierto que, actualmente, el DJ tiene más presencia y relevancia. Son muchos los medios que se hacen eco de su figura y de su música. Pero en aquel entonces, prácticamente nadie hablaba de ellos.

placeholder Adrián Lozano. (Cortesía)
Adrián Lozano. (Cortesía)

“Es una profesión que puede causar confusión. El hecho de que esté ligada al mundo de la noche hace que parezca menos serio. Ser DJ no es salir. Nunca puedes ponerte al nivel de la gente en cuanto a beber. Estás frente a miles de personas, de ti depende que bailen y que el ambiente se mantenga. Igual que un portero está controlando las personas que entran, tú estás controlando los que están dentro y estás cumpliendo con un horario laboral que has firmado en un contrato”.

Birra Club fue el primero, un garito que estaba muy de moda. De ahí dio el salto a Teatro Barceló, en las sesiones light, porque era menor, pero cuando realmente se dio cuenta de que podía conseguir hacer de su sueño una realidad fue al cumplir la mayoría de edad. “Me llamaron para pinchar en el Foro Económico Mundial de Davos en Suiza. Cogí un avión a Zurich y de ahí me monté en el famoso tren de la nieve que te lleva hasta Davos. Sentía tanta felicidad… Estaba llegando a un lugar donde no conocía a nadie, viviendo una experiencia brutal y me pagaban por ello”.

Desde Nueva York a Playa del Carmen

Ese fue su primer viaje, y aunque comenzaba a intuir que iba a hacer de esto una profesión, nunca se hubiese imaginado que visitaría tantos lugares. Tiene una humildad que se intuye en su tono y en su forma de contar las cosas, de hecho él mismo se sigue sorprendiendo cuando habla de todo lo que está consiguiendo. Saca su teléfono para enseñarme una lista que ha titulado “Conquistando”: Cancún, Playa del Carmen, Nueva York, Sicilia, Roma, Londres, Amsterdam, Marrakech, Andorra, Praga, Luxemburgo, Santo Domingo, Punta Cana y Formentera.

placeholder Lozano, pinchando en Starlite. (Cortesía)
Lozano, pinchando en Starlite. (Cortesía)

“Siempre había sido mi sueño pinchar en Nueva York: fue una pasada. También en Brooklyn y Manhattan para las fiestas de la Universidad de Columbia”.

Su papel como empresario

A lo largo de nuestra larga conversación, Adrián llega a una reflexión sobre la importancia de no ver la competencia como un problema sino como una oportunidad. “Cuando yo empecé, éramos muy pocos. El hecho de que ahora haya cada vez más quiere decir que nos necesitan y eso ayuda a que el sector se desarrolle”.

Esta filosofía llevó a Adrián a crear su propia empresa, Allmusicmanagement, donde tiene una cantera de DJ´s y se encarga de gestionarles contratos y eventos.

“La idea surge cuando yo pinchaba para el grupo de restauración Larrumba. Comenzaron a llamarme para muchos sitios que coincidían y, como no podía multiplicarme, empecé a investigar quiénes podían servir y a recomendarlos”. Entonces empezaron a llamar a Adrián, no solo para que pinchase él sino para pedirle asesoramiento para la contratación de otros DJ´s.

La psicología de pista

“Es muy importante saber leer a las personas. A cada evento que voy, antes les hago muchas preguntas y, a pesar de haber hecho una investigación previa, siempre me gusta llegar horas antes para ver el número de personas que hay, la edad de los invitados, si hay más hombres o mujeres… Todo influye mucho más de lo que parece”, cuenta.

Adri también ha creado otra empresa llamada Decibelio, donde se encargan de llevar los equipos y montarlos.

Pati Cabetas, su futura mujer y el pilar fundamental de su vida

Adrián ha tenido muchos momentos que han marcado su carrera, pero el que marcó su vida fue el Festival de Suavefest, organizado por María Pombo. “Allí conocí a Pati. Ese año el Suavefest fue en Las Ventas y por eso, cuando le pedí matrimonio, cerré la plaza para nosotros”.

placeholder Durante una sesión. (Cortesía)
Durante una sesión. (Cortesía)

Han sido varios los eventos en los que ha trabajado con María Pombo: “Pinché en su petición de mano, en el cumpleaños de su hermana Lucía y hace una semana en su cumpleaños en República Dominicana”, pero para él, el más importante fue aquel festival donde conoció a la que será su mujer: “Pati lo es todo. Es un apoyo fundamental, me hace mejor persona, entiende a la perfección mi trabajo y me mantiene los pies en el suelo”.

Y aunque ese trabajo se base en saltar al ritmo de la música para hacer disfrutar a los demás, el esfuerzo y la dedicación que le dedica Adrián Lozano hace que mantenga los pies en la tierra. Ahora es el DJ de los grandes eventos, pero siempre recordará el largo camino de más de quince años hasta llegar y la lucha por dignificar una profesión a la que él le ha dado un sentido. Y hoy brillan otros nombres en la profesión, su gran legado: Nacho Campo, hijo de Manuel Campo Vidal y María Rey; Ardiya, Los Gilca, Jorge Bárcenas…

“Que el objetivo de tu trabajo sea hacer feliz a la gente es muy bonito. No soy DJ por el dinero o por las experiencias que puedes llegar a vivir, sino por la gratitud que siento cuando veo a las personas bailar, saltar, reírse… La música puede convertir un evento en algo inolvidable”, me cuenta Adrián Lozano (36), que tras más de quince años de profesión ha montado su propia empresa. Puede decir que ha sido el único DJ residente del festival Starlite y ha pinchado alrededor de todo el mundo.

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