Bárbara Mirjan y la desconocida familia vasca que emparentará con los Alba tras su boda

"Ella, desde luego, es una chica estupenda que ha demostrado tener muchas virtudes y yo estoy muy contento con el tema. A ver si le endereza un poco". Con su conocida socarronería, el duque de Alba daba su evidente aprobación esta semana al próximo enlace de su hermano pequeño, Cayetano Martínez de Irujo, con la que ha demostrado ser la mujer de su vida, Bárbara Mirjan. La relación por la que nadie daba dos duros, hablando en castellano franco, está más que consolidada y había que "hacer las cosas bien", como señala la revista 'Hola', quien ha publicado en exclusiva la noticia.

Consultada la Real Academia de la Lengua, una de las definiciones de la palabra aristocracia es la siguiente: "Grupo de individuos que sobresalen entre los de su mismo ámbito por alguna circunstancia". Bajo esta acepción, la familia con la que la conocida Casa de Alba va a emparentar cumple el requisito. No tienen títulos como los Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, pero sí forman parte del tejido empresarial español por méritos propios y gracias sobre todo al empuje visionario del abuelo, José Luis Aliende Cuesta, un empresario nato que levantó de la nada el que hoy es el Grupo IMA, especializado en fabricación de tarimas flotantes y con una facturación en el 2023 cercana a los tres millones de euros.

De Barbara Mirjan se conoce muy bien su currículo profesional, que está perfectamente detallado en su perfil de LinkdIn, pero poco de su currículo personal, ligado desde poco después de su mayoría de edad al duque de Arjona. Se ha publicado que su padre es un empresario de origen libanés llamado Javier Mirjan. La familia materna tiene sus raíces en el País Vasco. Es en la localidad alavesa de Berantevilla donde están domiciliadas sus empresas, dedicadas fundamentalmente a la gestión y el secado de la madera y que ahora lidera el hijo de José Luis, del mismo nombre y tío de Mirjan.

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Según su web, llevan "más de 50 años dedicados exclusivamente a la fabricación de tarima flotante de madera", cuentan con una producción de un millón de metros cuadrados al año y la exportan a todo el mundo. De hecho, tienen una sucursal en Brasil. En una ocasión, el sector quiso reconocer a José Luis Aliende por "su brillante trayectoria profesional" y su hijo le entregó una placa: "Todo lo que ha ganado lo ha reinvertido en su empresa, ha cuidado mucho hasta los gastos más pequeños y, si ha tenido suerte, ésta le halló trabajando".

Quizá en atención a esta familia vasca, la boda entre Bárbara Mirjan, que en diciembre cumple 30 años, y Cayetano Martínez de Irujo, tenga lugar en el llamado Palacio de Arbaizenea, en San Sebastián. Arbaizenea es un lugar privilegiado, la "última gran casa que queda en la ciudad", como decía con orgullo Martínez de Irujo a Vanitatis hace justo un año. El duque de Arjona la mantiene en perfecto estado de conservación. Se trata de una de las propiedades más singulares, bellas y desconocidas de la Casa de Alba. Quizá porque forma parte del legado que dejó Luis Martínez de Irujo, el primer marido de Cayetana Fitz-James. La duquesa Cayetana se la donó en vida a Cayetano porque "sabía que era el único que la iba a defender".

Se trata de una casa de estilo inglés edificada en 1881 por orden del duque de Sotomayor, Carlos Martínez de Irujo y del Alcázar, abuelo del primer marido de Cayetana de Alba. A finales del siglo XIX, San Sebastián y Zarauz vivieron su 'belle époque', cuando la nobleza española elegía el norte para sus veraneos. Fue construida al estilo de los 'cottage' británicos, sobre un caserío que tenía un gran bosque de roble. Se dice que Cayetano se puso el kilt escocés para pedirle la mano a su novia (un dato que no hemos podido contrastar), lo que demuestra su admiración por su herencia británica. De hecho, de todos los títulos que atesora la Casa, el ducado de Berwick es el más apreciado por Cayetano.

El palacio fue la residencia de verano favorita de la familia. Pese a que sus agostos más celebrados los viviera en sus residencias de Marbella e Ibiza, doña Cayetana siempre fue fiel a San Sebastián. Cuando murió Luis Martínez de Irujo, Cayetana decidió quedarse esta residencia en vez de dársela a sus hijos, una decisión algo controvertida dentro de la familia. No fue hasta que repartió sus principales bienes en vida cuando el palacio llegó a manos de Cayetano Martínez de Irujo.

Para sustentar financieramente la finca, el duque de Arjona permite que se alquilen sus jardines para bodas (algunas mediáticas, como la de Leyre Martínez, la cantante de La Oreja de Van Gogh). "Se hacen unas ocho o diez al año, y eso me ayuda a sufragar un 40% de los gastos de la finca", nos explicaba. Todo se gestiona a través de un conocido catering que es quien alquila el espacio.

Así, no sería desabellado pensar que su boda con la discreta Bárbara Mirjan se celebre en este entorno privilegiado, aún más bonito si cabe en otoño, cuando se sabe que se celebrará el enlace civil entre la pareja. Los detalles de la boda son desconocidos de momento y, dada la discreción de la pareja, es probable que permanezcan así hasta poco antes.