Augusto Algueró actualiza las cifras de la herencia de su madre, Carmen Sevilla

Para algunos espectadores, Carmen Sevilla permanecerá en la memoria por su faceta televisiva como presentadora de concursos. Otros la recordarán por su participación en cintas populares del Desarrollismo y la Transición. Pero la artista fue mucho más que eso. En su currículum figuran dos décadas de éxito como cantante, casi sesenta películas junto a grandes nombres como Jorge Negrete, Vittorio de Sica, Nicholas Ray o Charlton Heston, e incluso una aparición en 'El show de Ed Sullivan' en tiempos en que ningún actor español podía soñar con tal escaparate.

Desde 2009, Carmen Sevilla vivía alejada de los focos a causa del alzhéimer que padecía, enfermedad que finalmente se la llevó en junio de 2023. Su único hijo, Augusto Algueró —fruto de su matrimonio con el compositor del mismo nombre—, se encargó de velar por su cuidado y por la gestión de su patrimonio en los últimos años. Fue él quien decidió en 2015 su ingreso en una residencia especializada y también quien organizó una despedida discreta, fiel al carácter reservado por el que la artista había optado en esos últimos años.

Pasados unos meses desde su fallecimiento, Algueró tomó las riendas de Virdecar SL de forma oficial, aunque ya lo hacía en la práctica desde hacía una década por la enfermedad de su madre). Virdecar es la sociedad patrimonial a través de la cual se gestiona la herencia de la actriz. Constituida en 1978, la empresa mantiene hoy un sólido balance económico, como han demostrado las cifras que Algueró acaba de depositar en el Registro Mercantil, actualizando simultáneamente los datos correspondientes a los ejercicios 2023 y 2024. Según esas últimas cuentas, la sociedad declara un activo total de 1,2 millones de euros, un capital social de 191.500 euros y un beneficio neto de 22.400 euros en 2024. En inversiones inmobiliarias, declara menos de un millón de euros (presumimos que de valor catastral, no de precio de mercado).

Varias propiedades en Madrid y Marbella

Bajo el paraguas de Virdecar permanecen varios inmuebles emblemáticos que formaron parte del patrimonio de Carmen Sevilla: dos apartamentos en la cotizada zona de Pintor Rosales, en Madrid, con su correspondiente plaza de garaje, y un ático de casi 200 metros con más de 500 de terraza en la urbanización Banana Beach de Marbella, también con sus plazas de garaje. Estas propiedades podrían alcanzar en el mercado un valor millonario.

La compañía, dedicada a la “gestión del patrimonio inmobiliario de los socios, se encuentre o no en el patrimonio propio de la sociedad”, continúa administrando estos activos, que durante años fueron el refugio personal de la artista. En Madrid, la intérprete vivió la mayor parte de su vida, sobre todo a partir de la desaparición de Vicente Patuel. En Marbella, disfrutaba de largas temporadas junto al mar, en la exclusiva urbanización que contribuyó a popularizar durante los años del Telecupón, cuando cobraba cerca de 300.000 pesetas diarias.

Además de su patrimonio inmobiliario, Carmen Sevilla invirtió buena parte de su fortuna en joyas y obras de arte. Reunió una colección notable que, en etapas de dificultades económicas, le permitió mantener su nivel de vida.