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Joaquín Torres resta importancia al "bache" en su matrimonio con Mercedes Rodríguez
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Joaquín Torres resta importancia al "bache" en su matrimonio con Mercedes Rodríguez

“Estoy bien. No es agradable, pero no hay que dar importancia a lo que no tiene importancia”. Estas son las primeras palabras de Joaquín Torres en

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Joaquín Torres resta importancia al "bache" en su matrimonio con Mercedes Rodríguez

“Estoy bien. No es agradable, pero no hay que dar importancia a lo que no tiene importancia”. Estas son las primeras palabras de Joaquín Torres en respuesta a los rumores de crisis en su matrimonio con Mercedes Rodríguez. Estos comentarios comenzaron a cobrar fuerza a raíz de la aparición del arquitecto sin su esposa en la boda civil de la directora de Sálvame, Carlota Corredera, con un cámara del espacio de Telecinco. Mercedes también se encontraba en la lista de invitados al enlace y su ausencia dio pie a comentarios que apuntaban a una posible separación entre el arquitecto y la pintora granadina, que han sido recogidos esta semana por la revista Qué me dices.

Dicha separación ha sido desmentida por el propio Joaquín Torres a Vanitatis. El arquitecto de los famosos asegura que no es cierto que el matrimonio haya decidido poner punto y final a casi una década de unión. Pero no es el único, ya que el entorno de la pareja también apuesta por la continuidad de su compromiso: “Mercedes y Joaquín, como cualquier pareja, tienen baches y diferencias, pero no es cierto que estén separados. Mercedes, como cada año, se ha ido de veraneo a Ibiza con los niños, mientras que Joaquín se queda trabajando en Madrid”, reconoce un amigo de la pareja.

“Es la mujer de mi vida”

Mercedes se lo puso difícil a Joaquín desde sus inicios, pero al final éste la conquistó y llevan casi toda la vida uno junto al otro. El arquitecto conoció a su actual esposa cuando tenía 17 años y pronto supo que estaban predestinados a estar juntos: “Es la mujer de mi vida y la única mujer con la que podría estar. Es extraordinaria, me quiere mucho y me quiere como soy", confiesa Torres en su libro, Detrás de la puerta.

Tras siete años de noviazgo, el arquitecto y la pintora decidieron darse el ‘sí, quiero’, pero un bache en su relación hizo que se fueran al traste todos los planes de boda. La pareja separó sus caminos durante siete años haciendo vida por separado. “Me dejó, me dijo que necesitaba tiempo y le dije ‘tienes todo el tiempo del mundo, te estaré esperando’”, reconoce el arquitecto a la vez que confiesa haberlo pasado “muy mal”: “Viví mucho, sabía que no me iba a volver a casar, que no querría estar con una mujer de forma permanente".

De nuevo, Mercedes dio un giro de 180 grados a sus planes y en 2004 le telefoneó a su estudio en A-cero para felicitarle por su éxito como arquitecto. “A los siete años me llamó por teléfono, me dijo que me quería ver y a los dos meses estábamos casados”. Un final feliz que tuvo lugar en una idílica ceremonia en la Cripta de San Marcos de Venecia con góndola nupcial incluida. “Fue bellísimo, mágico”, recuerda Joaquín Torres.

Torres, en el ojo del huracán

Ahora, cerca de una década después y con dos hijos –Manuel y Álvaro- como sello de su amor, el matrimonio se enfrenta a los rumores de crisis. Pese a ello, no es lo que más preocupa a Joaquín y Mercedes una vez desmentida dicha posibilidad. La familia prepara su marcha de La Finca, el enclave de celebrities que el arquitecto ayudó a levantar siendo la mano derecha del fallecido Luis García Cereceda. “Nos vamos encantados de La Finca, a un sitio menos masivo y mucho más privado”, declaró Torres en abril para Vanitatis dejando entrever los puntos flacos de la exclusividad que ofrece la madrileña urbanización de Pozuelo de Alarcón.

No hace frente de forma voluntaria al alquiler de 9.000 euros de la lujosa vivienda desde el mes de enero. Una deuda adquirida que ya alcanza los 54.000 euros y que, tras la demanda interpuesta por las hermanas Cereceda ante el juez solicitando su salida del exclusivo complejo, juegan en contra del arquitecto. “Yo alego en mi defensa que esto no es un desahucio, sino que había un acuerdo tácito que me obligaba a vivir allí. Ellos me traen y ahora me echan. Entiendo que no lo tenemos fácil para ganar. Mi intención es irme de aquí. Estamos preparando una casa. Yo no me quedo donde no me quieren, pero pienso dar guerra”.

Y eso es lo que tiene. Guerra. El que fuese fichado por Nuria March, Raúl González Blanco, Elsa Pataky, Penélope Cruz y Javier Bardem o Zidane mantiene abierta una dura batalla legal en los tribunales contra Susana García Cereceda, heredera de Procisa. El pasado jueves volvieron a verse las caras en un acto de conciliación en el que no se llegó a ningún acuerdo. El entendimiento entre ambas partes parece imposible. Susana decidió abrir un nuevo frente de enemistad con Torres para proteger su intimidad y así frenar de alguna forma las “frases injuriosas y calumniosas que por su falsedad atentaban contra su intimidad y la de su familia”. Sin embargo, Joaquín no se retracta de lo dicho al considerarse en el derecho de contar su verdad. Una verdad que ahora le empuja a poner fin a los rumores de ruptura matrimonial y frenar con ello las diversas informaciones que le han colocado en los últimos meses en el ojo del huracán.

“Estoy bien. No es agradable, pero no hay que dar importancia a lo que no tiene importancia”. Estas son las primeras palabras de Joaquín Torres en respuesta a los rumores de crisis en su matrimonio con Mercedes Rodríguez. Estos comentarios comenzaron a cobrar fuerza a raíz de la aparición del arquitecto sin su esposa en la boda civil de la directora de Sálvame, Carlota Corredera, con un cámara del espacio de Telecinco. Mercedes también se encontraba en la lista de invitados al enlace y su ausencia dio pie a comentarios que apuntaban a una posible separación entre el arquitecto y la pintora granadina, que han sido recogidos esta semana por la revista Qué me dices.