Eva González y Cayetano Rivera, un año después de su ruptura

Si Cayetano Rivera y Eva González echan estos días la vista atrás, les parecerá curioso ver cómo las mismas portadas que ahora hablan de su feliz vida en común antaño hablaban de su ruptura. Era un 27 de noviembre, pero de 2013, cuando la revista de cabecera de los Rivera Ordóñez publicaba que Cayetano y su chica habían roto.

Por entonces se hablaba de diferencias irreconciliables entre ellos que apuntaban sobre todo a unos planes de futuro en los que ambos no coincidían. Al margen de una boda frustrada y la intención de tener hijos que nunca estuvo clara para ellos, su forma de entender la vida cambió también a nivel profesional. Mientras la modelo se centró de manera casi exclusiva en su trabajo como presentadora, él se retiró de los ruedos para volcarse en su faceta como empresario. Una labor que le hacía pasar mucho tiempo en Madrid cuando su pareja viajaba constantemente a Sevilla. En definitiva, su incompatibilidad de agendas, la distancia y el fuerte carácter de Eva acabaron por disolver la que era una de las parejas más envidiadas del panorama nacional.

“¿Que dicen que soy una mujer con mucho carácter? Pues sí, lo soy, pero eso no es nada malo”, afirmaba la presentadora en agosto de 2013 cuando una fuerte discusión entre ella y Cayetano en las playas de Cádiz ya daba señales de que su relación hacía aguas. Sin embargo, tras el verano llegó la boda civil de Francisco Rivera y Lourdes Montes donde los rumores de separación se disiparon y en octubre la unión de ambos ante la muerte del padre de Eva dejó claro que seguían juntos, muy juntos. Pero sólo de cara a la galería. Desde verano las cosas entre ellos no habían ido bien y a principios de noviembre la exMiss España abandonaba el domicilio madrileño de Cayetano, donde estaba instalada, cargada con todas sus pertenencias.

A su salida del hogar en el que habían hecho vida en pareja, a Eva le seguirían los constantes rumores que la relacionaban con compañeros de trabajo. Pero nada más lejos de la realidad. Cayetano y ella habían roto, pero no por ello habían dejado de tener contacto telefónico a menudo. Un contacto que impidió que, de alguna manera, la pareja se desvinculara de forma definitiva.

Para entonces su intención de retomar su relación ya era un hecho y a su vuelta, en julio, y tras los compromisos de Cayetano con cena de bienvenida y la boda religiosa de su hermano incluida, la pareja se reencontró en Ronda. Allí determinaron volver a intentarlo y poco después las fotos en las que se les veía más enamorados que nunca ya inundaban las revistas.

Desde entonces no se han separado y su reconciliación ha llegado con tanto impulso que han comprado un nuevo nidito de amor en el centro de Madrid en el que empezar de cero. Este fin de semana es el aniversario de su ruptura, una fecha que ya ellos han olvidado.