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Los Cameron cuentan en primera persona su drama con la muerte de su hijo
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Camino a la reelección

Los Cameron cuentan en primera persona su drama con la muerte de su hijo

Los políticos en Reino Unido están en campaña. Tanto el actual ‘premier’ como su esposa tocan la fibra sensible del electorado contando cómo vivieron la enfermedad y la muerte de su hijo Ivan

Foto: El primer ministro británico y su esposa acudieron a la misa de Pascua el pasado domingo (Reuters)
El primer ministro británico y su esposa acudieron a la misa de Pascua el pasado domingo (Reuters)

Hace días que el (todavía) primer ministro británico, David Cameron (48 años), se afana en volver a conquistar a su electorado. El próximo 7 de mayo se celebran elecciones en Reino Unido ytanto el premier como su esposa,Samantha (43), ya están metidos de lleno en campaña electoral.Antes de disolver el Parlamento, el mandatario ya concedió dos entrevistas un tanto absurdas: una en la residencia presidencial donde se puso nervioso con los coqueteos de Susanna Reid y otra en la que declaró ser “pariente del clan Kardashian”.

Ahora, el matrimonio ha decidido apostar por una estrategia de comunicación que cuente, incluso, qué se cuece entre las bambalinas de su vida como pareja. Una forma de alabar el perfil humano del político que, según las encuestas, tiene el mismo porcentaje de popularidad que su contrincante Ed Miliband.Por ello, han optado por fomentar su lado más humano como pareja y, como arranque, ya han concedido sendas entrevistas en las que han comentado cómo afrontaron la muerte de su hijo mayor, Ivan, en 2009. El pequeño falleció a causa del síndrome de Ohtahara, una variante de la epilepsia que padecía desde que nació. Una situación que los llevó casi a la ruptura.

“Estábamos tan aterrorizados que desconocíamos si íbamos a ser capaces de afrontar esa situación; los médicos eran conscientes de que necesitábamos ayuda, pero como padres intentamos evitar tener que recurrir a ella”, declaró Samantha al Mail on Sunday. Por su parte, el premier apostilló a The Sunday Times: “No estábamos perdiendo nuestro afecto mutuo, solo que estábamos destrozados viendo todo lo que nos esperaba; fue duro ver cómo llevábamos una vida paralela ejerciendo de cuidadores sociales”. Una experiencia que los sumió “en la soledad más absoluta”.

La corta vida de Ivan –que falleció con seis años– la vivieron, según ella, “como la peor de las pesadillas”. El pequeño estaba sometido constantemente a pruebas médicas, pero “gracias a la increíble fortaleza de mi marido logramos salir adelante”, ha asegurado la primera dama. La vida de los Cameron giró durante muchos años en torno a la de su hijo. Los otros dos hijos de la pareja, Nancy (11) y Elwen (9), necesitaron de ayuda psicológica, como sus padres, para superar la pérdida. Con la llegada del tercero de los cuatro hijos que tuvieron, la niña Florence (5), el político logró ganarse el apodo de “superpadre”. Con ella se cogió la baja por paternidad. Entonces, él ya ejercía como primer ministro.

La pequeña devolvió las ganas de vivir a la familia presidencial, pero, como ha asegurado Cameron en esa entrevista: “Cuando pierdes a un hijo siendo tan joven, hay una parte que te lleva a pensar que si superas este reto tan duro, asumirás otras cosas con mucha más perspectiva”. El premier nunca lo superó “del todo”, pero prefiere pensar en “las cosas positivas” que le dio Ivan para dejar en un rincón de la memoria “la parte negativa que supone el dolor de esa pérdida”. Con todo este bagaje, ambos han reforzado su agenda con multitud de actos.

placeholder David Cameron y su mujer en uno de sus actos más recientes (Reuters)
David Cameron y su mujer en uno de sus actos más recientes (Reuters)

Hace días que el (todavía) primer ministro británico, David Cameron (48 años), se afana en volver a conquistar a su electorado. El próximo 7 de mayo se celebran elecciones en Reino Unido ytanto el premier como su esposa,Samantha (43), ya están metidos de lleno en campaña electoral.Antes de disolver el Parlamento, el mandatario ya concedió dos entrevistas un tanto absurdas: una en la residencia presidencial donde se puso nervioso con los coqueteos de Susanna Reid y otra en la que declaró ser “pariente del clan Kardashian”.

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