El cabreo de Álex de la Iglesia en un Starbucks de Madrid

Que Álex de la Iglesia tiene carácter es un hecho probado en muchos de sus rodajes. Varios de sus actores han reconocido que el director tiene una personalidad que puede apabullar a aquellos que no lo conocen bien. Este martes volvía a demostrarlo en un Starbucks situado en la calle Infantas de la capital. El director acudió con su hija pequeña al local y pidió un sándwich de huevo. Sin embargo, no todo salió según lo esperado. O, al menos, como él quería.

“¡He dicho un sándwich de huevo!”, bramó el director de Las brujas de Zugarramurdi , levantando la voz cuando el joven barista que le atendía pareció no escucharle a la primera. “Creo que no tenemos sándwich de huevo”, se excusó el joven. El local entero dirigió su mirada hacia el director y la pequeña, sorprendida ante la reacción de su padre, tuvo enseguida una explicación por parte de este. “Es que hay que hacerse oír”, le dijo a la niña convencido. Poco tiempo después, abandonaban el local, en el que apenas permanecieron quince minutos.

De la Iglesia ha finalizado recientemente el rodaje de su última película, Mi gran noche, que ha supuesto el regreso del cantante Raphael al cine después de cuarenta años. La fiesta de celebración de la claqueta final fue la semana pasada y tuvo lugar en el mítico Museo Chicote, donde el reparto al completo, incluido el cantante de Linares, se reunió para festejar la realización de esta nueva comedia negra que vuelve a probar el brío artístico del director; un brío que, como demostraba esta semana, también tiene en su día a día.