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Andrea Zarraluqui, una Domecq que pinta vajillas a mano en sus ratos libres
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DE BUENA FAMILIA

Andrea Zarraluqui, una Domecq que pinta vajillas a mano en sus ratos libres

Es de familia bodeguera de Jerez de la Frontera, responsable de marketing y comunicación de AC Hoteles y artista en sus ratos libres, lo que le sirve para sacarse un plus decorando platos y ensaladeras

Nació en Londres, pero todos los recuerdos de su infancia pertenecen a Jerez de la Frontera (Cádiz). Allí vivió la inolvidable experiencia de crecer en las Bodegas Croft, de las que era consejero delegado y director general su padre, Manuel Zarraluqui. A los 13 años se marchó a estudiar a un internado en Ascot (Reino Unido), donde empezó a cultivar su afición al arte. Cursó el GCSE (Educación Secundaria británica) en arte. Desde entonces, Andrea Zarraluqui Pardo-Domecq no ha soltado el pincel.

Tras residir unos años en Nueva York, actualmente vive en Madrid donde personaliza de manera impecable vajillas a mano. Pájaros, botánica, iniciales o cualquier motivo que se les antoje a sus clientesdecoran sus exclusivas piezas de loza o porcelana. Andrea irradia ilusión y entusiasmo por los cuatro costados, es una mujer fuerte y positiva a la que ni siquiera la grave enfermedad que ha sufrido este último año laha apartado de su pasión por la pintura, actividad que compagina con su cargo como responsable de marketing y comunicación de AC Hoteles.

Pregunta: ¿La afición a la pintura te viene desde niña?

Respuesta: Sí, siempre he pintado, dicen mis tíos de Jerez que es la vena de su familia Almocadén,que siempre han sido muy artistas,pero lo cierto es que mi padre dibuja de cine, así que no sé bien de dónde viene…

P: Comienzas plasmando tus obras en lienzos y murales, ¿cómo surge la idea de empezar a dibujar a mano vajillas?

R: Mi exsuegra daba clases de pintura de vajillas con Ani, una maravillosa artista y magnifica profesora. Me animó a probarlo, me encantó y desde entonces, hace casi siete años, he seguido con ello.

P: Alguien como tú que lleva una trayectoria profesional impecable, actualmente responsable de marketing y comunicación de AC Hoteles, ¿se plantea la venta de vajillas pintadas a mano como un negocio o más bien como un hobby?

R: ¡Como negocio sería la pera de divertido! (Reconoce). Pero dos manos no sé si dan para tanto y tengo un trabajo que me gusta mucho, en una empresa sólida, con un equipo y unos jefes maravillosos. No creo que pudiera estar todo el día sola pintando… Me encanta no tener que elegir, son perfectamente compatibles.

P: ¿Cómo lo compaginas con tu trabajo?

R: Cuando llego a casa a las 7 de la tarde es el momento en que me relajo con mis pinceles. Es como meditar, solamente pienso en lo que tengo delante, a veces me concentro tanto que me pongo roja del calor… Tengo que reconocer que, como he estado varios meses de baja por un cáncer un poco “pesado”, he aprovechado ese tiempo de reclusión obligada para avanzar en mi muestrario.

P: Eres hija de Manuel Zarraluqui y Beatriz Pardo-Domecq. ¿Consideras que tus apellidos te han abierto las puertas a la hora de darte a conocer como artista?

R: No creo que tanto mis apellidos, sino el hecho de conocer a mucha gente maravillosa que me anima y me promociona. El boca a boca es muy importante en estas cosas, y que te publiquen revistas también ayuda mucho a dar a conocer mi producto. Instagram también ha sido determinante, desde que he empezado a subir fotos de mis platos, los encargos no paran.¡Es impresionante!

P: Tu padre te convenció para que no estudiaras Bellas Artes…

R: Mi padre me convenció para que estudiase una carrera 'más seria' que Bellas Artes, que era lo que yo quería. Pero llegamos al acuerdo de que entonces podría hacer todos los cursos de arte que quisiera durante el verano. He estado en el Otis College of Art and Design de Los Ángeles, en el Angel Academy of Art de Florencia... ¡No me puedo quejar!

P: ¿Cuentas con el apoyo de tu familia ahora que vendes vajillas personalizadas?

R: Sí, claro, ¡son mis mejores clientes! (Risas). Desde la época en la que pintaba cuadros hasta ahora con las vajillas. Mi madre solo hace regalos de boda que me encarga a mí y no me pide descuentos. (Vuelve a reír).

P: ¿Dónde encuentras inspiración para dibujar tus vajillas?

R: La inspiración aparece en mil sitios, miro muchos libros de botánica y pájaros, estampados de telas, papeles pintados, láminas antiguas, fotos de naturaleza… ¡Voy haciendo fotos de todo! Por eso estoy encantada con mi nuevo móvil que tiene 128 megas de memoria… ya no tengo que borrar nada.

P: Háblanos un poco de tu negocio, ¿dónde se pueden adquirir tus piezas? ¿Son siempre por encargo? ¿Cuánto tiempo tardas en entregarlas?

R: Hay una tienda ideal en la calle Santo Tomé (Madrid) que se llama Pinkoco, que es el único sitio donde vendo piezas sueltas. El resto es por encargo, tengo un muestrario en casa para orientar, pero me hacen encargos a veces que nada tienenque ver con lo que suelo pintar. Por ejemplo, acabo de entregar una vajilla de bicicletas… Para una pieza suelta no tardo mucho, 4 o5 días, en función de lo que tenga entre manos, pero para una vajilla suelo pedir de plazo entre uno o dos meses por si estoy acabando alguna otra cosa. Los platos de loza los vendo a partir de 20 € y los de porcelana a partir de 30 €, en función del dibujo. Las fuentes, desde 100 € hasta 180 €, en función del tamaño y del dibujo.

P: ¿Qué tipo de dibujos son los más demandados por tus clientes?

R: Las flores, los cactus, las plantas tropicales… Animales, me piden mucho mariposas, libélulas y pájaros. También vajillas con iniciales como regalo de boda, o platos con el nombre de fincas decorados con motivos campestres.

P: ¿Y de entre todos ellos, cuál ha sido el encargo más especial que te han hecho?

R: Uno que me acaban de hacer de 48 platos todos ellos diferentes. Estoy absolutamente apasionada con el proyecto, estamos decidiendo la vajilla y cada uno de los dibujos.

P: ¿Y el más extraño de los encargos?

R: ¡Te vas a reír! (Me advierte entre carcajadas). Un regalo que querían que incluyese una hoja de marihuana en algún sitio. Creo que la camuflé bastante bien en la vajilla, solo la ves si sabes que está ahí.

P: ¿Cómo definirías a tus clientes?

R: Generalmente son mujeres con un sentido de la estética muy desarrollado. Son detallistas tanto para ellascomo para la gente a la que regalan. También selectivas, originales, conscientes de que lo especial de lo pintado a mano es que cada plato es diferentey saberapreciar la maravilla de poder hacerte una vajilla totalmente personalizada y diferente de las que se pueden encontrar en las tiendas. Por eso, mis clientas están dispuestas a pagar un poco más;si no,irían a El Corte Inglés o a Zara Home, que tienen cosas ideales, pero en serie.

P: Entre esas clientes sabemos que se encuentran personajes conocidos como Nuria March, Carolina Adriana Herrera, Alejandra Rojas, María Fitz-James Stuart, Vega Royo-Villanova (si me dices alguno más fenomenal)… ¿Qué personaje conocido te gustaría que te hiciera un encargo?

R: Eugenia Martínez de Irujo me ha encargado una vajilla para unos amigos que espero tener acabada a finales de este mes.¡Está quedando ideal! El diseñador Miguel Palacio también me encargó una hace poco más de un año;me acuerdo que la decoré con langostas. A Laura Ponte le he hecho varias cosas...

Me encantaría hacer vajillas para mucha gente, Caroline de Maigret me viene a la cabeza, pero haciendo patria, para cualquiera de los maravillosos decoradores que tenemos en España: Luis Puerta, Lorenzo Castillo, Lázaro Rosa Violán, Luis García Fraile, Tomás Alía, Pascua Ortega, Isabel López Quesada, Ángel Verdú… Y, cómo no, Belen Domecq y Marta de la Rica. Ya con estos tendría dos años de trabajo y ¡seguro que me pedirían pintarles cosas maravillosas y diferentes!

P: ¿A qué personaje/político en cambio le tirarías un plato a la cabeza?

R: Desgraciadamente a muchos. En España empezaría con todos los que han metido la mano en la caja, y fuera, a todos los que privan a sus ciudadanos de libertades básicas y llevan a los países que dirigen a la miseria a base de políticas insostenibles.

P: ¿Qué retos tienes a futuro como artista?

R: A corto plazo organizarme un estudio en condiciones, ahora mismo tengo platos por toda la casa.

P: ¿Te planteas en algún momento dejar la Comunicación para dedicarte al negocio de las vajillas?

R: Cuando me jubile, que parece que no quedaránada en la caja para pensiones;así que tendré que seguir trabajando mientras el pulso y la vista aguanten. (Bromea con una amplia sonrisa).

Nació en Londres, pero todos los recuerdos de su infancia pertenecen a Jerez de la Frontera (Cádiz). Allí vivió la inolvidable experiencia de crecer en las Bodegas Croft, de las que era consejero delegado y director general su padre, Manuel Zarraluqui. A los 13 años se marchó a estudiar a un internado en Ascot (Reino Unido), donde empezó a cultivar su afición al arte. Cursó el GCSE (Educación Secundaria británica) en arte. Desde entonces, Andrea Zarraluqui Pardo-Domecq no ha soltado el pincel.

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