Así es La Miranda, el colegio de élite en el que confía Shakira

Los frívolos solo recordarán que Shakira cantó Imagine. Pero en la apertura de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible de la ONU, la artista jugó un papel más trascendente en su alocución. Habló con pasión de pobreza y de igualdad de oportunidades. Después, en una entrevista con la agencia EFE, profundizó en lo que más le preocupa desde antes de ser madre: “La educación no es un lujo sino un derecho del ser humano desde la cuna (…) Si invertimos en un niño en sus primeros años de vida, estamos invirtiendo en su desarrollo y en su éxito, no solo en el colegio, sino más tarde en su propia vida”. En efecto, la colombiana creó en el lejano ya 1997 la fundación Pies Descalzos, un proyecto social que gira en torno a la educación, particularmente de los niños con menos recursos.

¿Predica Shakira con el ejemplo en su vida privada? ¿Invierte todo lo que está en su mano para conseguir la educación más esmerada de Milan y, cuando llegue el día, del aún diminuto Shasha? Desde luego, la hemos visto presumir en las redes sociales de todo tipo de proezas protagonizadas por el pequeño Milan, que en febrero de 2016 cumplirá tres años. Por ejemplo, en una visita a Washington en junio de 2014, el niño balbuceaba nombres de presidentes y monumentos allí representados en piedra ante preguntas de mamá en un vídeo conmovedor.

“Si antes era una apasionada de este tema, ahora mucho más. Tengo a la directora del colegio de Milan en mi WhatsApp”, explicaba a EFE la cantante hace unos días. “Cada día le hago una pregunta o le hago sugerencias, le doy ideas de cómo creo que podemos mejorar desde mi experiencia”. Imaginen cómo debe hervir el smartphone de la directora cuando al otro lado hay una mamá apasionada que creó una fundación con solo 20 años. “Soy realmente una pesada en el tema de la educación, pero es que he visto que es bellísimo ver a los niños en esta edad, tan pequeñitos, cómo empiezan a absorberlo todo a una velocidad tan acelerada”.

Hemos comprobado que Milan es tan listo como parece acudiendo a la fuente original. El primogénito de Shakira y Gerard Piqué asiste al prestigioso y avanzadísimo colegio La Miranda, en la localidad barcelonesa de Sant Just Desvern, muy cerca de su domicilio familiar en Ciudad Diagonal (Esplugues) y donde se recibe desde enseñanza maternal hasta bachillerato. Allí coincide con las hijas del también azulgrana aunque de baloncesto Juan Carlos Navarro, la hija de Carlos Latre y el menor del expresidente de la Generalitat José Montilla. La mensualidad ronda los 600 euros y los niños, que estudian con tablets y pizarras digitales, disponen también de conservatorio. La Miranda, que sigue la teoría de las Inteligencias Múltiples, ha sido el primer centro escolar catalán en apostar por el multilingüismo como primer paso de la excelencia educativa.

Muy amablemente, responde a nuestra llamada su directora, Anna Mary Sureda, para explicarnos en qué consiste su casi pionero programa educativo: “Nuestro imagotipo [el logo del colegio] está formado por cuatro piezas de un ‘tangram’ que simbolizan los cuatro pilares que creemos que deben quedar muy bien atendidos en todo proceso educativo. El aspecto académico, el social, el emocional y el físico, tanto en lo relativo a ejercicio como a alimentación; por eso ofrecemos la vertiente más ecológica. Todos son fundamentales. También hacemos mindfulness y relajación para que vayan conociéndose a sí mismos”.

En alguna entrevista Shakira ha explicado que ya han “expuesto” a su primogénito a cinco idiomas. La frase, textual, suena a algo parecido a dejar al crío inerme ante un bombardeo babélico. Sureda nos lo explicación con detalle: “En lo académico, trabajamos con el multilingüismo, siete lenguas en un proyecto de 3+4. Las vehiculares son inglés, catalán y castellano. Les seguirían el francés y el chino y después hay una integración lingüística de ruso y alemán, esto es educar al oído con diferentes sonidos. Todos conocemos la estructura del oído en forma de caracol; pues bien, si lo desenrollásemos y hacemos una analogía con un teclado en que cada tecla fuese una terminación nerviosa, todas las que no son estimuladas en las primeras edades con un sonido determinado quedan como atrofiadas. Si no se oye correctamente, no puede lograrse el acento perfecto en otro idioma”.

Ya respiramos tranquilos al conocer en detalle la ‘exposición’ a la que aludía Shakira y más aún cuando la directora nos da la regla de oro: “El ruso y las lenguas eslavas tienen una banda de frecuencias tan amplia que si los educamos en sonidos de estas lenguas, toda la banda queda estimulada y el niño está preparado para el aprendizaje de otros idiomas. Se hace con canciones y poemas y por profesores nativos, ya que la pronunciación tiene que ser excelente. La regla de oro es que los niños asocien la cara de la persona con el idioma correspondiente; todo funciona por un sistema de sinónimos. Un profesor, un idioma. Así no necesitan tanta labor de clasificación. Todo está ordenado. Los niños son genios lingüísticos y los sonidos que se aprenden antes de los 3 años se recogen en la denominada área de Broca del cerebro, donde es mucho más difícil que se olviden”. Suena inapelable.

Naturalmente, le preguntamos a la señora Sureda si Shakira es tan pesada como ella misma reconoce con la educación del niño y si la tiene frita a whatsapps. Nobleza obliga, no entra al trapo pero sí reconoce estar subyugada por el carisma de la colombiana: “Yo le hablaré del colegio, no de las familias, eso les corresponde a ellas. Solo le diré que es admirable cómo cuida la educación de su hijo, en todos los sentidos, y su altísima cualidad humana, eso lo notas en cuanto la conoces”. Punto para Shakira.