40 aniversario de la boda de Palomo Linares y Marina Danko
En unos días tan tristes para la familia, se cumplen cuarenta años desde que el diestro y la modelo se casasen
Iglesia de San Jerónimo el Real. 26 de abril de 1977. Unas tres mil personas se agolpan a las puertas del lugar para presenciar la boda de un torero de relumbrón. Él no es otro que Sebastián Palomo Linares, que fallecía este lunes tras sufrir muerte cerebral a consecuencia de las complicaciones de una operación de corazón. Ella es Marina Danko, una modelo colombiana, joven, alta y guapa, con la que ya había anunciado su compromiso meses atrás en una de las grandes cabeceras de la prensa rosa. Teniendo en cuenta que Palomo Linares era una especie de estrella 'pop' entre los diestros españoles, su camino hacia el altar suponía un espectáculo en toda regla. Tanto fue así que medios como 'Diario 16' aseguraron que la celebración del enlace le había costado la friolera de diez millones de las antiguas pesetas.
No era para menos: entre aquellos que figuraban como testigos del bodorrio estaban, nada más y nada menos, que Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Manuel Benítez, el Cordobés, el doctor Ibáñez (médico particular del diestro) y el general Fuste, personaje de gran importancia en una España que todavía superaba las trabas y la militarización del sistema franquista. Entre los asistentes, Julio Aparicio y el Litri, el multimillonario aragonés Julio Suso y otras tantas personalidades de la época. Se había calculado, de forma algo temeraria, que las tres mil personas que acudían como invitadas podrían entrar en el templo, pero finalmente solo mil quinientas consiguieron su asiento. Después de las fotos, el arroz y el análisis de la indumentaria de los novios, llegó la fiesta.
El banquete de bodas tuvo lugar en el hotel Wellington y, pese a que se dijo que el coste nupcial era de unos diez millones, también se publicó que los regalos de los invitados habían sobrepasado los veinticinco millones. Todo ello se tradujo en un bodón espectáculo que provocó una nube de reporteros gráficos y miles y miles de fotografías de las que, curiosamente, se conserva relativamente poco más allá de su presencia sobre el papel.
Un matrimonio de largo recorrido y triste final
Aquel día de campanas nupciales no dio como resultado un amor eterno. Tras casi treinta y cinco años de matrimonio y tres hijos en común, Marina Danko y Palomo Linares firmaron su separación en febrero de 2012. Ambos buscaban evitar un contencioso "que no llevaba a ningún lado, sino a seguir sufriendo. Y yo lo he pasado tan mal que prefería liquidarlo cuanto antes. Todo lo que se pueda arreglar con el dinero que uno tiene sale barato si en la otra balanza hay tanta tristeza que cuesta remontar cada día", tal y como explicaba el torero a Vanitatis. "Ya estoy mucho más tranquilo, con muchas ganas de hacer cosas y volver a ser feliz. He tenido la inmensa suerte de contar con el apoyo de mi familia y de amigos incondicionales que me han ayudado a superar esta historia, que te aseguro ha sido muy dura por lo inesperado. De pronto te das cuenta de que lo que considerabas para siempre no lo era", apostillaba.
Los destinos de la pareja se bifurcaron y ambos encontraron nuevos incentivos en su vida. Marina Danko aprovechaba la ocasión, poco tiempo después, para presentar lo que en aquel momento definió como el “nuevo hombre de su vida”, Manuel Blanco. Él, por su parte, empezó a salir con Concha Azuara en 2014 y con ella ha mantenido una relación hasta estos días en los que no se han separado ni siquiera ante la grave operación de corazón que ha supuesto la prueba más difícil para su amor. Aquella boda espectáculo quedará para siempre, en la memoria de los españoles, como uno de esos acontecimientos sociales que dieron algo de color a una España, la de la primera Transición, que todavía se vestía de gris.
¿Tienes un dispositivo móvil iOS o Android? Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas nuestros consejos sobre moda, belleza y estilo de vida. Para iOS, pincha aquí, y para Android, aquí.
Iglesia de San Jerónimo el Real. 26 de abril de 1977. Unas tres mil personas se agolpan a las puertas del lugar para presenciar la boda de un torero de relumbrón. Él no es otro que Sebastián Palomo Linares, que fallecía este lunes tras sufrir muerte cerebral a consecuencia de las complicaciones de una operación de corazón. Ella es Marina Danko, una modelo colombiana, joven, alta y guapa, con la que ya había anunciado su compromiso meses atrás en una de las grandes cabeceras de la prensa rosa. Teniendo en cuenta que Palomo Linares era una especie de estrella 'pop' entre los diestros españoles, su camino hacia el altar suponía un espectáculo en toda regla. Tanto fue así que medios como 'Diario 16' aseguraron que la celebración del enlace le había costado la friolera de diez millones de las antiguas pesetas.