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El drama de Estíbaliz Sanz: sin trabajo, sin paro, y sin dinero por las drogas y los excesos
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ICONO DE SENSUALIDAD DE LOS 90

El drama de Estíbaliz Sanz: sin trabajo, sin paro, y sin dinero por las drogas y los excesos

La modelo vivió una etapa dorada en los 90, pero se fundió en dinero llevando una “mala vida”. Lo cuenta todo en una entrevista en la que repasa los capítulos más duros de su vida

Foto: Estíbaliz Sanz en una imagen de archivo. (Gtres)
Estíbaliz Sanz en una imagen de archivo. (Gtres)

Estíbaliz Sanz fue una de las bellezas españolas más cotizadas de los años 90 y la primera chica 'Playboy' que salía de nuestro país. Vivió una época dorada en televisión y su fama se traducía en dinero tan rápidamente como se lo gastaba en “drogas, ropa y ayudar a la gente”. Ahora ha tocado fondo, no encuentra trabajo y no le corresponde paro al haberlo gastado. Dice estar desesperada y haber caído en una depresión de la que logra reponerse día tras días gracias a su familia, especialmente por la ayuda de su hijo Kyle, de 8 años, fruto de su relación con Antonio Molina. Pero aún así tiene ilusiones en su vida y confía en que después de haber atravesado episodios muy duros en su vida, ahora le toque vivir de nuevo una época de felicidad.

Trabajó durante una temporada como barrendera, algo de lo que no se avergüenza, dado que hace lo que sea para sacar adelante a su hijo sola, como así reconoce en una entrevista concedida a la revista 'Lecturas'. “Voy cada día a echar currículos, pero no me llaman”, se queja la exmodelo, que cree que “se piensan que no se hacer nada más que televisión. Y no es así. A mí no se me caen los anillos por trabajar en cualquier sitio, en una fábrica, de barrendera”. Tan solo pone un límite: su dignidad. Es por eso que ha rechazado siempre propuestas indecentes de incluso hasta 40.000 euros “y muchas veces, pero siempre dije que no. La primera vez que me llegó una oferta así fue por una señora muy conocida. Me dijo que tenía una amiga que llevaba azafatas en congresos. Inocente de mí me lo creí y la llamé. Era para acompañar hombres y les dije que no volverían a llamarme jamás”, asegura.

En televisión le fue muy bien, especialmente en la época en la que colaboraba en 'Crónicas Marcianas' y llegó a ganar hasta 500.000 euros. Pero eso terminó y ahora así regresar a la televisión, pero por méritos propios y no por vender los avatares de su corazón, algo por lo que no está dispuesta a volver a pasar. De hecho, hace poco estuvo en 'Cámbiame' y un fantasma del pasado regresó a su vida. Se trata de Antonio Molina, el padre de su hijo: “No quiero hablar de él, porque está esperando una oportunidad para salir a la palestra. Me enteré que estuvo hablando con un mánager para salir y hablar mal de mí”. No quiere entrar en este juego, porque quiere “volver a la televisión con un proyecto que sea un reto personal, no para pasearme por los platós”. En estos planes entra 'Supervivientes', reality en el que casi entra en la anterior edición: “El año pasado firmé el precontrato y me quedé a las puertas. Me ayudaría a perder unos kilos. Ahora estoy en 70 kilos. Yo la vejez la voy a llevar muy mal”, reconoce.

No tiene miedo de hablar de su etapa más oscura y en señalar un culpable que le hizo saborear los placeres de la vida nocturna. “¿Quién te metió en la mala vida?”, le preguntan desde la citada publicación, a lo que ella responde convencida: “Pocholo Martínez Bordiú. No he vuelto a tener ningún trato, ni tampoco querría tenerlo. Fue una experiencia en mi vida muy negativa. Dejé la relación cuando más fuerzas tenía. Me lo pasaba muy bien. Disfruté muchísimo y me lo pasé genial. ¡Que me quiten lo bailao!”.

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Estíbaliz Sanz fue una de las bellezas españolas más cotizadas de los años 90 y la primera chica 'Playboy' que salía de nuestro país. Vivió una época dorada en televisión y su fama se traducía en dinero tan rápidamente como se lo gastaba en “drogas, ropa y ayudar a la gente”. Ahora ha tocado fondo, no encuentra trabajo y no le corresponde paro al haberlo gastado. Dice estar desesperada y haber caído en una depresión de la que logra reponerse día tras días gracias a su familia, especialmente por la ayuda de su hijo Kyle, de 8 años, fruto de su relación con Antonio Molina. Pero aún así tiene ilusiones en su vida y confía en que después de haber atravesado episodios muy duros en su vida, ahora le toque vivir de nuevo una época de felicidad.

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