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La boda de Raquel en Galicia: un vestido de novia midi 'made in Spain', padres VIP y una decoración de cuento
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La boda de Raquel en Galicia: un vestido de novia midi 'made in Spain', padres VIP y una decoración de cuento

Nos colamos en el gran día de Raquel, hija del cirujano gallego Manuel Gómez y de Esmeralda Hontoria, la actual mujer del empresario Jose Souto, el suyo fue un enlace por todo lo alto celebrado en A Coruña

Foto: La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

A las bodas celebradas en el norte les envuelve un encanto especial. Sus parajes naturales, sus construcciones campestres y su exquisita gastronomía, convierten a esa zona de nuestro país en una de las más deseadas por los novios. Este fue el caso de Betina Alonso, la nieta e hija de los fundadores de Rianxeira, y también el de Raquel Gómez, hija del cirujano gallego Manuel Gómez, y de Esmeralda Hontoria, la actual mujer del empresario Jose Souto. El suyo fue un enlace por todo lo alto con la ciudad de A Coruña como centro de los festejos.

Raquel Gómez y Javier Dávila, su prometido y hoy marido, se casaron el pasado 15 de junio en Galicia. Su relación comenzó justo antes del estallido de la pandemia y del confinamiento. "Nos conocimos una noche de fiesta en Madrid en febrero de 2020 a través de mi mejor amiga, que era compañera de trabajo de Javier en Accenture". Tres años después y coincidiendo con su tercer aniversario como novios, Javier le pidió matrimonio. "Fue durante un viaje sorpresa a Venecia en medio de un paso en góndola por el Gran Canal", cuenta.

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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
placeholder La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

Como hemos avanzado, la novia es hija del cirujano gallego Manuel Gómez, especialista en trasplante de hígado en el Hospitalario Universitario de La Coruña (CHUAC) y uno de los tres médicos gallegos en el prestigioso ránking 'Top Doctors', y de la enfermera Esmeralda Hontoria. Siguiendo los pasos de sus padres en el campo de la salud, Raquel es odontóloga y trabaja en Madrid. Su madre, Esmeralda, es la actual mujer de Jose Souto, el empresario gallego al frente de del único hotel Hilton de Galicia y promotor del centro comercial Marineda City, así como de otros buques insignia del sector hotelero gallego. Entre eminencias de la medicina y representantes del mundo empresarial, Raquel y Javier entonaron el 'sí, queremos'.

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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
placeholder La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

Para organizar la boda y gestionar esa exclusiva lista de invitados, la pareja contó con la ayuda de un equipo de wedding planner. "No sé qué habríamos hecho sin Carlota e Iría, de Sugema Eventos Creativos. Organizaron todo fantástico y se comprometieron con nosotros muchísimo, nos encanta su rollo porque son muy cañeras y tenían unas ideas superoriginales", explica la novia.

Con la fecha, el 15 de junio de 2024, marcada en sus calendarios, Raquel y Javier pensaron en A Coruña para contraer matrimonio. Dividida en dos actos, primero la ceremonia religiosa en la iglesia de Santa Eulalia de Liáns en el municipio de Oleiros, un templo construido en el siglo XVII y uno de los escasos ejemplos del barroco rural en la comarca, y después, celebración en la Finca Montesqueiro, ubicada en la misma zona y dotada de un estilo que fusiona lo industrial con lo minimalista.

placeholder La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

El enlace estaba en marcha y Raquel podía dedicarse a encontrar diseñadora para su vestido de novia. La respuesta estaba en Helena Mareque, una gallega afincada en Madrid que viste a novias con una sensibilidad especial por la moda y que, en manos de la creadora, se convierten en novias únicas. "Mi diseñadora fue la maravillosa Helena Mareque, tanto de mi vestido como del traje de mi madre", detalla.

Raquel Gómez llegó al taller de Mareque ubicado en el barrio de Salamanca, en Madrid, sin saber qué quería para su boda. "La verdad es que nunca tuve una idea concreta, pero todos los vestidos que hace Helena me encantan porque utiliza diferentes tejidos y además se salen un poco de lo corriente".

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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

Con uno de esos tejidos especiales que la diseñadora alberga en el atelier, dio forma al vestido de novia de Raquel. En concreto, Helena empleó un material de guipur bordado con flores, todo en blanco, para construir un traje nupcial que se sale de la norma. Con un escote halter decorado con puntillas, bordados y pedrería con cierre en la espalda, el vestido no presentaba mangas, sisas amplias, patrón recto y largo midi. Sobre él, y haciendo las veces de capa y velo, una pieza confeccionada en gasa semitransparente que envolvía la parte superior del look y quedaba arrastrando por el suelo.

La odontóloga reconoce que, durante el proceso de creación de su vestido de novia, confió a ciegas en la diseñadora. "La verdad es que la única idea que tuve desde el principio era que el vestido fuese midi o tobillero, todo lo demás fue surgiendo poco a poco". A su lado, siempre estuvo su madre, Esmeralda Hontoria, que lució un look firmado por Mareque.

placeholder La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

Con ese largo midi de su vestido de novia. Raquel sabía que los zapatos iban a gozar de protagonismo y por ende, que debían ser especiales. "Eran una parte importante del look, así que opté por un par llamativo: unas sandalias de Jimmy Choo decoradas con perlas, tacón en bloque y cierre con pulsera de hebilla en los talones", explica.

En cuanto a las joyas, "lleve unos pendientes trepadores con cinco brillantes de mi madre, fue otra buena idea de Helena, para dar un aire juvenil al vestido y que se apreciase bien el tejido del cuello. Llevaba mi anillo de compromiso, un diamante negro que era de mi abuela y que Javi rediseñó de cero. Y ya, por último, las alianzas, que nos las regaló un amigo de mi padre, que es joyero y tiene la joyería Candame en La Coruña". El ramo de la novia de Alba Floristería cierra el atuendo. "Quería que fuese minimalista y que la flor tuviese el tallo largo. Me decidí por tres grandes flores blancas de Anthurium y lo decoré con dos medallas, una para mí y otra para mi amiga Lucia, que era quien iba a recibir mi ramo".

placeholder La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

El día antes de la boda y teniendo en cuenta que parte de los invitados viajaron hasta Galicia, Raquel y Javier los reunieron en una fiesta. "También tuvimos preboda, el día anterior por la tarde, ya que había muchos invitados de fuera. La hicimos en el restaurante Tira Do Playa, y vimos el atardecer desde la terraza que está justo en la playa de Riazor".

Aquel 15 de junio, Raquel se arregló en el hotel Hilton de La Coruña, donde se quedaba parte de su familia. "El hotel es del marido de mi madre, y me arreglé con ella. Mi madre me ha acompañado y vivido conmigo todo el proceso de la boda. Ese día, mi prima María, que es como una hermana para mí, estuvo con nosotras. Tanto a mi madre como a mí nos maquilló Laura, del grupo de Mac, la encargada asimismo de peinarme". Cuando la novia estaba vestida, maquillada y peinado, vino su padre, el doctor Manuel Gómez, "y salimos para la iglesia".

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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

Cuando padrino y novia llegaron al templo, Raquel vivió uno de los momentos más especiales de la boda. "La ceremonia religiosa quedó muy bonita. A pesar de ser una iglesia muy pequeñita, las sillas en el exterior parecían que alargaban el templo por el bosque de eucaliptos. Como presencia destacada, estuvo nuestro perro Benito, que es un Bichón maltés, ¡nos hacía mucha ilusión que estuviese allí con nosotros!".

Dotada de un estilo que fusiona lo industrial con lo minimalista, la pareja logró cambiar la imagen de la Finca Montesqueiro con una decoración de cuento gracias a unas esferas plata gigantescas y una lluvia de guirnaldas de luces colocadas por los jardines.

Haciendo un guiño al sector de la hostelería que Jose Souto, el marido de su madre, capitanea en Galicia, "el seating plan de las mesas fue como el 'check-in' en un hotel, donde cada persona tenía su llave individual y no sabía con quién se sentaba hasta que llegase a la mesa. Una vez en la mesa, solo una llave de todas las personas en la mesa habría una caja que contenía las pulseras para iluminar nuestra entrada a la cena, así como un letrero numeroso con el nombre de cada mesa y las personas que pertenecían a cada mesa".

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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)
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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

"Desde un principio, le dimos mucha importancia a la música porque queríamos que fuese animada para todas las edades. Y que se saliese un poco de lo corriente. La verdad, todo fue muchísimo mejor de lo esperado, fue superdivertida y dinámica, ya que había sorpresas para que la gente estuviese expectante".

Con esa premisa de que la música marcase cada momento de la boda, la pareja escogió una canción diferente para cada instante importante. "Cuánto llegamos al aperitivo con la canción 'Venecia' de Hombres G, soltaron humo de colores azul y blanco para dar un guiño a los colores de la bandera de Tenerife, ya que Javi es de allí. La entrada en la cena fue muy divertida, porque a la gente se les entregó pulseras como las del concierto de Coldplay y nosotros entramos con humo y láser, todo esto, más la música que pinchaba nuestro DJ, Quike, fue un sueño. Después, cuando estábamos en la cena, varios sopranos, infiltrados entre los camareros, nos deleitaron con un pequeño concierto en directo. Y por último, en la fiesta con la actuación de La Repera y de nuevo, Quike, en un escenario que montamos con pantallas de luces en el suelo".

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La boda de Raquel y Javier. (Óscar Companioni)

Echando la mirada atrás, "tanto Javi como yo guardamos un recuerdo maravilloso de ese día. Todo fue muy divertido y emocionante, sobre todo, porque estábamos con la gente importante para nosotros. Vimos a nuestros invitados muy animados y participativos, en especial a nuestros padres".

El fin de fiesta llegó con 'Can’t take my eyes off you', "era un homenaje a mi abuelo materno que le gustaba mucho esa canción. Lo abrimos Javi con su madre y yo con mi padre, y a mitad de la canción los padrinos salieron del escenario y nos juntamos Javi y yo. Habíamos ido a clases de baile en Madrid, pero al final salió todo un poco improvisado".

Después de su boda, Raquel recomienda a las próximas novias, "o preocuparse con las cosas pueden salir mal porque nadie se va a dar cuanta y lo más importante es estar contenta, eso va a hacer que la gente esté alegre. No agobiarse ni estresarse con todos los preparativos porque al final todo va saliendo, es importante rodearse de gente que te ayude y comprenda lo que buscas"

A las bodas celebradas en el norte les envuelve un encanto especial. Sus parajes naturales, sus construcciones campestres y su exquisita gastronomía, convierten a esa zona de nuestro país en una de las más deseadas por los novios. Este fue el caso de Betina Alonso, la nieta e hija de los fundadores de Rianxeira, y también el de Raquel Gómez, hija del cirujano gallego Manuel Gómez, y de Esmeralda Hontoria, la actual mujer del empresario Jose Souto. El suyo fue un enlace por todo lo alto con la ciudad de A Coruña como centro de los festejos.

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