5 claves para trabajar y mejorar la autoestima

La autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos, una valoración que hacemos de quienes somos en función de nuestros pensamientos y experiencias, y no es raro que en algunas ocasiones esta se asocie con un concepto negativo de nuestro valor propio. Esto sucede cuando la autoestima es baja, una situación que puede llegar a limitarnos y evitar que disfrutemos de una vida plena y que puede estar asociado con algunos problemas.

“La mayoría de problemas psicológicos que nos causan inseguridad, estrés e incluso depresión tienen su base en una falta de autoestima”, afirma la psicóloga Silvia Congost. “La autoestima se construye entre los 4 y los 10 años, pero puede trabajarse y reformularse en cualquier momento de la vida, de hecho, la autoestima encuentra su punto más alto entre los 60 y los 70 años. Por tanto, uno puede cambiar su autoestima y darle la vuelta a su vida en cualquier momento y comenzar una vida mejor”.

Cuando una persona tiene una autoestima baja no se quiere ni acepta, no valora las cualidades que tiene porque no es capaz de verlas. Esto hace que renuncie a muchas cosas, se salte eventos sociales, deje de probar cosas nuevas o enfrentarse a retos porque piense que no es capaz de superarlos. Una buena autoestima puede cambiar todo esto, pero cambiar la manera que tenemos de vernos a nosotros mismos no siempre es sencillo, requiere trabajo y, en ocasiones, ayuda profesional.

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Consejos para una mejor autoestima

Para conocer los motivos por lo que tenemos esa autoestima baja, lo mejor es acudir al origen. Identificar el porqué de nuestros miedos puede aportarnos una perspectiva diferente. Seguir determinados consejos sin conocer la raíz de lo que nos sucede no arreglará el problema, el trabajo que necesitamos hacer es un poco más profundo y no es raro que necesitemos el apoyo de profesionales para enfrentarnos a ello y tener las herramientas necesarias para cambiar las cosas.

Es habitual, cuando nos sentimos vulnerables, compararnos con otras personas. Esto, lejos de ayudarnos a hacernos sentir mejor, consigue todo lo contrario, por lo que lo mejor es evitar las comparaciones. Cada persona es diferente y tiene un contexto vital, tu autoestima solo habla de ti y por eso es en ti mismo en quien tienes que centrarte. Envidiar la vida del resto solo conseguirá que nos sintamos desgraciados.

En ocasiones, no conseguir los objetivos que nos marcamos produce frustración y nos hace sentirnos mal, por eso no es mala idea sustituir esos objetivos por valores. De este modo, en el caso de no conseguir el objetivo final, siempre tendremos la satisfacción del camino, en el que hemos consolidado esos valores de esfuerzo o perseverancia.

Una buena autoestima consiste, en parte, en aceptar nuestras limitaciones, pero también en conocer nuestras fortalezas. El primer paso suele ser más sencillo de conseguir, pero el otro es igualmente importante. Identificar nuestros puntos fuertes y habilidades no siempre es fácil, la gente con autoestima baja no siempre los suele ver, agradecer lo que eres y lo que tienes -en lugar de centrarte en lo que no- puede ayudarte a mejorar tu autoestima.

El último de los consejos es también uno de los complicados, porque es necesario aprender a perdonarse a uno mismo. La autocompasión consiste en tratarse a uno mismo con el mismo cariño y empatía con la que trataríamos a los demás, deja de juzgarte y criticarte, lo mejor es aprender a perdonarse tras cometer un error y reconfortarnos para poder volver a intentarlo.

Tips que no siempre son sencillos de seguir, pero que pueden ser un buen comienzo si queremos cambiar la forma en la que nos vemos a nosotros mismos. Alguien con una autoestima saludable está orgulloso y no teme perseguir sus metas.