Sofocos como el de Drew Barrymore en directo y otros síntomas de premenopausia

Drew Barrymore ahora es también presentadora en un programa de entrevistas, que se ha convertido en todo un éxito, principalmente gracias a la propia personalidad de la actriz. Sincera, divertida y vulnerable, Drew muestra sus puntos débiles, habla de lo duro que fue su divorcio, de cómo se encuentra ahora, de la falta de sexo en su vida, de su papel como madre… y lo hace con gran naturalidad, la misma que dejó ver cuando, en pleno directo, sintió el primer sofoco de su vida.

Se lo tomó de la única forma posible, con filosofía, bromeando sobre no estar segura estar teniendo uno de los primeros síntomas de la perimenopausia o si el sofoco podría deberse a estar sentada junto a Jennifer Aniston, una de sus invitadas. Bromeaba a su lado su amigo Adam Sandler que estuviera preparada para otro de los síntomas, los cambios de humor.

Los tres aprovechaban la situación y la confianza que tienen entre ellos para bromear sobre el tema, tomándose con toda naturalidad este nuevo cambio en la vida de la actriz, que ya tiene 48 años, una edad muy habitual para experimentar estos primeros síntomas.

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Premenopausia, perimenopausia y menopausia

En ocasiones se suele hacer referencia a este periodo, esta etapa previa a la menopausia, con el nombre de premenopausia, es más habitual, pero hace referencia a solo una etapa del proceso, el periodo anterior a la última menstruación, cuando la reserva ovárica comienza a disminuir y comienzan las irregularidades menstruales por el descenso de las hormonas. Puede durar hasta 10 años y suele comenzar a partir de los 40 años.

La siguiente fase es la perimenopausia, que se puede considerar una etapa de transición entre las otras dos, pues lo más frecuente es que esta tenga lugar entre los 45 y los 50 años y dure desde dos o tres años antes de la última menstruación, hasta un año después. Está “marcada por la reducción del nivel de estrógenos, la progresiva pérdida de la menstruación y síntomas como: sofocos, sequedad vaginal o insomnio”, explican los expertos de Top Farma.

La fase final es la menopausia, que marca el fin del periodo reproductivo de la mujer. “Supone dejar de producir óvulos y, en consecuencia, hormonas estrógeno y progesterona”. Tras doce meses seguidos sin menstruar y sin sangrados esporádicos, se considera que se ha entrado en la menopausia. Estas tres etapas juntas componen el llamado ‘climaterio’, “donde el agotamiento ovárico conduce, progresivamente, al fin de su ciclo reproductivo”.

Síntomas más frecuentes

Esta es una etapa de transición en la que la mujer puede sentir algunos cambios en su cuerpo, como los sofocos que sentía Drew Barrymore, no son iguales en todas las mujeres, varían en intensidad, duración y frecuencia. Son también muy habituales las dificultades para dormir y ambos suelen estar relacionados.

Otros de los síntomas pueden ser un “periodo menstrual irregular, debido a una ovulación más impredecible”, revelan los expertos de Top Doctors. “Problemas vaginales o de vejiga, como pérdida de lubricación y elasticidad, que puede causar relaciones sexuales dolorosas. Además, también se es más vulnerable a infecciones vaginales”. Puede haber también cambios en el impulso o el deseo sexual.

“Se produce una disminución progresiva de la fertilidad”, establecen, lo que no evita el riesgo de embarazo. También se puede producir “perdida ósea, con un mayor riesgo de padecer osteoporosis, y cambios en el nivel de colesterol”. A pesar de estar bromeando, los cambios de humor a los que hacía referencia Adam Sandler son también frecuentes. “Hay una mayor irritabilidad y mayor riesgo de depresión”.

Hábitos saludables que se pueden adoptar

Algunos de los síntomas son inevitables y otros se pueden paliar gracias a algunos hábitos saludables que los expertos recomiendan. “El descenso de los estrógenos produce una redistribución de la grasa corporal con mayor tendencia a la localización en el tronco”, explica la Dra. Irina Chelea, especialista en Ginecología y Obstetricia de la Clínica Vistahermosa.

“Se recomienda practicar ejercicio físico (30 min al día) acompañado de una dieta adecuada y cardiosaludable, añadir suplementos de calcio y vitamina D y suprimir hábitos tóxicos”, continúa explicando, destacando la importancia de prevenir la atrofia vaginal.

“El tabaco se asocia a mayor atrofia vaginal porque acelera el metabolismo de los estrógenos; no realizar ejercicio físico implica un mayor riesgo de presentar síntomas vaginales. Las mujeres con actividad sexual tienen menos síntomas relacionados con la atrofia vaginal, mejor elasticidad de las paredes vaginales y mejor lubricación”.

Esta es una etapa natural en la vida de las mujeres, por lo que no es necesario preocuparse, pero sí es una buena idea asegurarse de que todo vaya bien poniéndose en manos de profesionales, que puedan confirmar que no hay ningún problema y que todo se desarrolla como debería.