Si dices alguna de estas frases tienes más inteligencia emocional que la mayoría
Las personas con una alta inteligencia emocional suelen comunicarse con los demás a través de la empatía, la comprensión y la asertividad
La mayoría de las veces no somos conscientes a la hora de comunicarnos de la importancia que tienen las palabras que utilizamos, tanto con nosotros mismos como con los demás. Por inteligencia emocional se entiende la capacidad de comprender y gestionar nuestras emociones y las de los demás, saber entender qué necesita alguien sin que nos lo diga directamente y que se sienta escuchado es fundamental para construir relaciones sanas y funcionales en nuestro día a día.
Es por ello que hay ciertas expresiones y maneras de comunicarnos que pueden definir nuestro grado de inteligencia emocional. Esta habilidad es cada vez más apreciada tanto en el ámbito personal como en el profesional, ya que es esencial en la resolución de conflictos y para lograr un buen ambiente y un bienestar general entre las personas que nos rodean.
Pero, ¿qué frases son aquellas a través de las que podemos detectar la inteligencia emocional?. La mayoría de ellas están basadas en la empatía y en hacer sentir a la otra persona que no la estamos juzgando y que nos esforzamos por comprender cómo se siente y qué necesita. Pero la inteligencia emocional no solo se demuestra con los demás, sino también con la manera que tenemos de tratarnos y hablarnos a nosotros mismos.
Por ejemplo, en cuanto a la gestión propia que hacemos de nuestras emociones o de las situaciones que enfrentamos en nuestra vida cotidiana, lanzarnos mensajes del tipo "puedo con esto", "estoy emocionada con este cambio", "no está mal que me sienta así en este momento", nos ayudan a poner foco en lo importante de cada situación a la que nos enfrentamos, a no dejarnos llevar por la incertidumbre y a aceptar nuestros estados de ánimo sin que estos nos definan como personas.
Cuando aparecen sentimientos negativos como la tristeza, la ira o sentimos ansiedad, es muy importante tomar conciencia de nosotros mismos y entender cómo nos sentimos con estas emociones sin que estas definan nuestra personalidad. Es decir, si una situación concreta nos incomoda o no nos sentimos bien con algún aspecto de nuestra vida, es normal tener una tendencia a la negatividad cuando pensamos o hablamos de aquello que nos hace sentir mal, pero es muy importante ser conscientes de que esa negatividad que sentimos no nos convierte en una persona negativa.
Respecto a nuestra forma de relacionarnos con los demás, la inteligencia emocional viene definida por factores como la asertividad, la escucha activa y la empatía. Con el uso de las siguientes frases estamos demostrando a los demás un alto nivel de inteligencia emocional: "lo entiendo y me preocupo por ti", "¿qué pasaría si intentaras hacerlo de esta manera?", "está bien que te sientas así, no pasa nada", "entiendo cómo te sientes", "no te juzgo", "gracias por tu ayuda".
Con el uso de esas frases estamos demostrando nuestra comprensión hacia la otra persona haciéndole entender que no está mal que se sienta de una determinada manera ante una situación que le preocupa y, a su vez, estamos mostrando interés hacia sus problemas y agradeciendo que se sincere con nosotros y nos haga partícipes de sus inquietudes, dudas y miedos.
Ofrecer apoyo, interés, preocupación y proporcionar seguridad a esa persona son herramientas fundamentales a la hora de forjar vínculos sanos y funcionales con la gente que nos rodea, por eso la inteligencia emocional es una herramienta muy necesaria para mejorar nuestras relaciones personales, ya sea en el ámbito conyugal, laboral, familiar o con nuestro círculo de amigos.
La mayoría de las veces no somos conscientes a la hora de comunicarnos de la importancia que tienen las palabras que utilizamos, tanto con nosotros mismos como con los demás. Por inteligencia emocional se entiende la capacidad de comprender y gestionar nuestras emociones y las de los demás, saber entender qué necesita alguien sin que nos lo diga directamente y que se sienta escuchado es fundamental para construir relaciones sanas y funcionales en nuestro día a día.