La técnica que debes usar con las personas que te hacen sentir culpable por poner límites, según la psicología

• La frase que usan las personas inteligentes para terminar una discusión
• Si interrumpes una conversación constantemente esto es lo que significa

La palabra “no” suele tener una carga negativa, ya que implica una barrera o un límite. Para muchas personas, expresar esta negación es un verdadero quebradero de cabeza, debido a que muchas personas de su entorno son capaces de hacerles sentir culpables cuando ponen límites, generando incluso un sentimiento de culpa que impide que puedan establecer límites claros.

Sin embargo, los límites son esenciales para nuestro bienestar mental. Actúan como una herramienta de protección y nos ayudan a diferenciar lo saludable de lo perjudicial y alejar así esto último de nuestra vida. Sin ellos, resultaría difícil gestionar nuestras relaciones y nuestra propia estabilidad emocional.

Y es que los límites no solo favorecen nuestra salud mental, sino que también ofrecen múltiples beneficios como ayudarnos a tomar el control de nuestra vida, mejorar la calidad de nuestros vínculos y cuidar y reforzar nuestra autoestima, ya que al expresar nuestros límites con seguridad reforzamos el respeto por nosotros mismos.

A pesar de las ventajas que tiene establecer límites, muchas personas tienen dificultades para ponerlos debido al rechazo que sienten por parte de personas de su círculo que las tachan de egoístas por pensar en ellas mismas y anteponerse por encima de los demás.

Lejos de tener que sentirnos mal por cuidar nuestra autoestima, los psicólogos explican y mantienen la importancia vital que este comportamiento tiene en nuestra salud mental y su estabilidad. Muchas veces la culpa surge cuando nuestras acciones entran en conflicto con las normas que rigen la forma de pensar de los demás.

Para evitar que las otras personas nos hagan sentir mal por priorizarnos, los psicólogos recomiendan entender, en primer lugar, qué es lo que necesitamos para sentirnos bien y reflexionar sobre ello. Después debemos aprender a que priorizarnos no es sinónimo de egoísmo y aprender a no tener miedo al conflicto.

Aceptar que el conflicto forma parte de la vida es clave para superar el sentimiento de culpa. A veces, las personas reaccionan mal cuando establecemos límites, pero esto no significa que estemos equivocados. Aprender a gestionar estas situaciones de manera asertiva nos permitirá mejorar nuestras relaciones a largo plazo.

Aprender a decir “no” es un proceso que requiere autoconocimiento, no se trata de ser tajante sino de encontrar un equilibrio entre nuestras necesidades y las de los demás. Establecer límites no solo mejora nuestra autoestima sino que, también, fortalece nuestras relaciones y nuestra calidad de vida.