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Los detalles de la boda de cuento de Magdalena de Suecia
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Los detalles de la boda de cuento de Magdalena de Suecia

Corren buenos tiempos para algunas familias reales europeas. Si bien la renovación de la Casa Orange vino con la abdicación de la ahora princesa Beatriz en Máxima

Corren buenos tiempos para algunas familias reales europeas. Si bien la renovación de la Casa Orange vino con la abdicación de la ahora princesa Beatriz en Máxima y Guillermo, reyes de los Países Bajos, en apenas tres semanas, el 8 de junio, la princesa Magdalena de Suecia romperá el conjuro y contraerá matrimonio con Christopher O’Neill, su príncipe azul neoyorkino.

El pasado mes de noviembre, la Casa Real sueca anunciaba su compromiso después de que comenzaran a sonar con fuerza los rumores de un posible embarazo de la princesa Magdalena a raíz de unas instantáneas en las que aparecía tocándose la barriga y sin querer posar de perfil ante los medios gráficos. Ahora, siete meses después del anuncio y a menos de un mes para el enlace, la hija pequeña de los reyes ya tiene casi todo preparado para la boda real del año.

El enlace, que será una ceremonia de tarde, reunirá a sus invitados en la capilla del Palacio Real -donde también se celebrará el banquete-, un espacio que tiene un significado especial para la princesa, “porque nací y crecí allí”, revela en la revista ¡Hola!.

El vestido, quizá el secreto mejor guardado para cualquier novia, no será desvelado hasta el último momento, aunque todo apunta a que será de Valentino diferenciándose de su madre que se casó con un diseño de Dior y de su hermana, que llevó al altar un vestido de un modisto sueco.

Con mayor libertad para elegir traje y complementos que Victoria, la futura reina de Suecia, sus últimas declaraciones apuntan a que seguirá la tradición familiar. Si es así, lucirá un velo bordado de encaje, una reliquia de la familia Bernadotte heredada por su madre y que han utilizado todas las reinas y princesas de su linaje, así como una tiara de camafeos que pertenece a la colección de la Emperatriz Josefina.

Una vez finalizada la ceremonia y tras la cena de gala en la que los 350 invitados degustarán varios platos preparados por la estrella Michelin sueca Mathias Dahlgren, Magdalena y Christopher O’Neill volverán a abrir los apartamentos reales del Palacio Real, residencia del Rey y uno de los mayores palacios de Europa. Allí, en The White Sea Hall, tendrá lugar el baile nupcial y la fiesta, en la que se espera la presencia de Tiësto, uno de los mejores DJ del mundo, que tras reunirse con Magdalena de Suecia aseguró que “fue genial. ¡Por primera vez conocí a una princesa de verdad!”.

Una historia de desengaño

Como los cuentos, la vida de la princesa Magdalena ha terminado con un final feliz. En el olvido ha quedado su compromiso -y posterior ruptura- con el que fuera su novio durante ocho años, Jonas Bergström. Por aquel entonces, la joven de 27 años y su familia decidieron que ambos siguieran “caminos separados” después de que los rumores de las continuas escapadas nocturnas e infidelidades de Bergström se hicieran realidad, algo que se reforzó con la confesión de una modelo noruega, Tora Uppström Berg, que decidió contar lo sucedido por “simpatía y para demostrar qué clase de persona es Jonas”.

Después de esto, y sumida, dicen, en una depresión, la princesa pidió a los reyes que la apartaran de la agenda real durante un tiempo en el que huyó de los recuerdos que le producía su país para viajar hasta Nueva York, donde conocería a Christopher O’Neill, motivo por el que fue el centro de las críticas al asegurar que vivía una vida de lujo. Allí, probablemente seguirá residiendo después de su boda ya que su futuro marido trabaja en un fondo de inversión con sede en la Gran Manzana mientras ella atiende sus compromisos

Sin embargo, en este idílico camino no todo han sido facilidades.

Sofia Hellqvist, novia de su hermano Carlos Felipe y antes stripper. “O viene Sofía o yo no soy el padrino”, fue el ultimátum del príncipe a su hermana.

A esto habría que sumar que la exstripper coincidió en el pasado con Christopher O’Neill cuando Sofía todavía se movía por el mundo de la noche. Tal es el rencor de la princesa, que ha cambiado en el último momento a sus damas de honor por pajes para no tener que invitar a la novia de su hermano y alejarla de su futuro marido. Como en todo cuento, siempre hay una malvada.

Corren buenos tiempos para algunas familias reales europeas. Si bien la renovación de la Casa Orange vino con la abdicación de la ahora princesa Beatriz en Máxima y Guillermo, reyes de los Países Bajos, en apenas tres semanas, el 8 de junio, la princesa Magdalena de Suecia romperá el conjuro y contraerá matrimonio con Christopher O’Neill, su príncipe azul neoyorkino.