Buckingham Palace también abre sus puertas a Corinna zu Sayn-Wittgenstein
Donde hay algún miembro de la realeza allí está Corinna zu Sayn-Wittgenstein. La princesa alemana no se pierde ni un sarao en el que algún royal
Donde hay algún miembro de la realeza europea, allí está Corinna zu Sayn-Wittgenstein. La princesa alemana no se pierde ni un sarao en el que algún royal haya anunciado su presencia. Su última aparición pública ha tenido lugar en el Palacio de Buckingham. El pasado 19 de junio, la "amiga entrañable" del Rey Juan Carlos viajaba desde Mónaco, país en el que reside, hasta Reino Unido para codearse con el mismísimo príncipe Carlos. El evento al que asistió era de carácter benéfico en favor de la escuela de dibujo que preside el príncipe de Gales.
En las pocas imágenes que se han difundido de este íntimo encuentro puede verse a Corinna posando ante las cámaras que captan la instantánea mientras que el príncipe Carlos conversa con uno de sus invitados. La rubia aparece ataviada con un vestido rosa de la firma Chanel y luciendo sus más valiosas joyas.
Corinna y su amigo entrañable
Desde que emparentó con la realeza europea a través de su matrimonio con el aristócrata alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein, la alemana vive en una espiral de lujo y poder. Muy comentada fue su especial relación con el rey Juan Carlos de España, al que llegó a defender en la revista ¡Hola! tras el accidente de Botsuana: “El rey y yo tenemos una amistad cercana, nada más. Lo conozco desde 2004 y siempre nos hemos llevado muy bien”.
También habló sobre el accidente de caza, en el que el rey se rompió la cadera y en el que la presencia de Corinna despertó muchas polémicas: “Las especulaciones que surgieron al viaje a Botsuana me dolieron. Fueron innecesarias y dañinas. Fui con mi hijo Alexander, de diez años, y con mi marido Philip, con quien todavía conservo una gran amistad”, declaraba intentando dar el tema por zanjado.
Corinna de Mónaco
Después de la tormenta provocada en España, Corinna buscó la calma en Mónaco. En 2013, la alemana fichó por la casa principesca de Mónaco como asesora de imagen de la princesa Charlene. Sin embargo, el trabajo de Corinna no se limita a aconsejar a la esposa de Alberto II. La rubia también suele acudir a algunos actos oficiales, sobre todo a aquellos que tienen que ver con negociaciones internacionales, de las que ella es una auténtica profesional: “En mi trabajo soy una experta en encontrar soluciones, siempre he sido honesta y discreta”, ha llegado a decir.
En octubre del año pasado, acompañó al príncipe de Mónaco a Rusia, donde hizo las veces de asesora personal. Así lo confirmaban las fotografías oficiales de la página web del principado y varias instantáneas en las que se puede observar a la alemana en compañía de los príncipes, ocupando un lugar destacado. En las imágenes, Corinna aparece vestida de negro junto a Alberto y Charlene y al patriarca ortodoxo de Moscú, que los recibía en ese viaje de Estado.
Tanto se ha metido en el papel que incluso ha llegado a compartir algún que otro evento con el príncipe Alberto ll como si fuera su esposa. Así ocurrió en las Juegos Olímpicos de Sochi 2014 cuando desde las gradas ambos animaban a los equipos del Iceberg Skating Palace.
Donde hay algún miembro de la realeza europea, allí está Corinna zu Sayn-Wittgenstein. La princesa alemana no se pierde ni un sarao en el que algún royal haya anunciado su presencia. Su última aparición pública ha tenido lugar en el Palacio de Buckingham. El pasado 19 de junio, la "amiga entrañable" del Rey Juan Carlos viajaba desde Mónaco, país en el que reside, hasta Reino Unido para codearse con el mismísimo príncipe Carlos. El evento al que asistió era de carácter benéfico en favor de la escuela de dibujo que preside el príncipe de Gales.