Es noticia
Menú
La infanta Elena, otro cumpleaños sin ruido
  1. Casas Reales
familia real española

La infanta Elena, otro cumpleaños sin ruido

La duquesa de Lugo es uno de los miembros cuya valoración a lo largo de la ultima década ha variado poco. No se le conocen grandes propiedades, ni fincas, ni realiza viajes en yates

Foto: La infanta Elena en una imagen de archivo. (Gtres)
La infanta Elena en una imagen de archivo. (Gtres)

La infanta Elena cumple este miércoles 54 años y no hay celebración especial mas allá de lo que supone soplar las velas en la intimidad y pasar la reunión de amigos al sábado. Es lo que hizo el año pasado y que repite cuando el día de su nacimiento cae entre semana como esta vez. Este miércoles no hay cambio de rutina en su vida laboral. Acude a la Fundación Mapfre, donde dirige el departamento de Proyectos Sociales. Mantiene una buena relación con su equipo, con el que suele ir a almorzar si hay trabajo por la tarde.

No es una fecha redonda y tampoco hay grandes cambios en su vida en estas últimas temporadas. La primogénita Borbón Grecia lleva una existencia muy parecida a la que tiene su círculo de amistades, tanto del mundo hípico como el social. Con ellos comparte cenas en restaurantes que no suelen formar parte del listado de locales de moda. Cuando dejó de formar parte de la familia real para convertirse en familia del Rey ya no tuvo agenda institucional. Ese matiz que separa al núcleo duro representado por el jefe del Estado, su mujer, las hijas y los eméritos del resto de los Borbón ha hecho que su imagen se diluya.

Aseguran los que la conocen que de los tres hermanos es la más parecida a su padre. Tiene los mismos prontos, y reporteros y fotógrafos han recibido más de un desplante suyo cuando no se ha levantado de buen humor. "En esto es igual que don Juan Carlos y puede montar un griterío porque hay algo que la incomoda como pueda ser el seguimiento de la prensa en la hípica o en lugares públicos. Pero igual que le viene el mosqueo se le va. Eso lo saben muy bien sus escoltas, sus amigos y Froilán y Victoria. La táctica de los hijos es desaparecer de su plano visual. Una vez que se tranquiliza la vida cotidiana continúa y no es vengativa".

placeholder La infanta Elena en una imagen de archivo.
La infanta Elena en una imagen de archivo.

Un carácter muy diferente al de su hermana, la infanta Cristina, que es rencorosa y capaz de guardar en su cerebro cualquier gesto que considere negativo para actualizarlo y dar la respuesta adecuada. Para la duquesa de Lugo uno de los peores momentos de la ultima década, aparte de su complicado divorcio, fue la imputación de su hermana por el caso Nóos. Alejada Cristina del entorno público y privado y sin poder aparecer en los acontecimientos familiares, la infanta Elena se convirtió en el nexo de unión entre los miembros de la familia real. Unos, como el rey Felipe, no podían de ninguna manera relacionarse con el matrimonio Urdangarin, y otros ,como don Juan Carlos, tampoco, al menos hasta que abdicó.

"Llevó muy mal los líos de su padre"

Elena era la que hacía de correo del zar entre todos. Lo pasó muy mal por la situación en la que se encontraban sus sobrinos y de ahí que viajara a menudo a Ginebra con sus hijos para dar ese apoyo afectivo a la familia. También fue devastador anímicamente ver cómo de pronto todas las cuestiones privadas de Zarzuela se hacían públicas, incluidas las amantes de su padre. Una cosa son las infidelidades secretas y otra que aparecieran declaraciones y fotos de las 'novias' reales. "Elena está muy unida a su padre porque son muy parecidos y también quiere mucho a su madre, aunque comparten muchas menos cosas y todo esos líos los llevó muy mal", cuentan a Vanitatis.

Mientras que resulta habitual que la duquesa de Lugo comparta monterías, corridas de toros y restaurantes estrella Michelin con su padre, pocas veces se la ha visto públicamente de compras, en el teatro o almorzando con doña Sofía en planes madre e hija. De hecho cuando planteó su intención de divorciarse de Jaime Marichalar, su padre la apoyó y doña Sofía recomendó esperar y hasta aguantar, porque el divorcio no podía entrar en las decisiones últimas de una infanta de España. De aquellos primeros años son las imágenes de don Juan Carlos y Elena almorzando mano a mano en restaurantes como La Trainera o La Ancha.

placeholder El rey emérito don Juan Carlos y la infanta Elena en la 46 edición del trofeo internacional de polo del Santa María Polo Club, de Sotogrande, Cádiz. (Gtres)
El rey emérito don Juan Carlos y la infanta Elena en la 46 edición del trofeo internacional de polo del Santa María Polo Club, de Sotogrande, Cádiz. (Gtres)

La primogénita es la preferida de su padre, la que tiene más asimilado desde que nació su papel institucional como hija y hermana de Rey. Quizá por eso, aceptó sin rechistar que la relegaran de sus funciones cuando por razones obvias hubo que sacar del organigrama oficial a la infanta Cristina.

A sus 54 años, la duquesa de Lugo es uno de los miembros cuya valoración a lo largo de la ultima década ha variado poco. No se le conocen grandes propiedades, ni fincas, ni realiza viajes en yates y aviones privados de amistades potentes y peligrosas. Vive en una casa regalo de su padre en un barrio de clase media alta, compra en los comercios cercanos y los lujos se concentran en mantener sus caballos en las cuadras de Zarzuela. Un perfil mucho más bajo que el de su hermana Cristina con un exilio de lujo en Ginebra.

La infanta Elena cumple este miércoles 54 años y no hay celebración especial mas allá de lo que supone soplar las velas en la intimidad y pasar la reunión de amigos al sábado. Es lo que hizo el año pasado y que repite cuando el día de su nacimiento cae entre semana como esta vez. Este miércoles no hay cambio de rutina en su vida laboral. Acude a la Fundación Mapfre, donde dirige el departamento de Proyectos Sociales. Mantiene una buena relación con su equipo, con el que suele ir a almorzar si hay trabajo por la tarde.

Infanta Elena Infanta Cristina Rey Don Juan Carlos
El redactor recomienda