Así son los Buchan, los nuevos Costos que ya se codean con don Felipe y doña Letizia

Puesta de largo en el Palacio Real. Este miércoles, los Reyes presidieron la recepción al cuerpo diplomático acreditado en España. Como cada año, los embajadores, acompañados por sus parejas, participaron en un besamanos junto a don Felipe y doña Letizia en un acto cuyo protocolo exige frac para ellos y vestido largo para las damas. Entre los cientos de diplomáticos presentes en el evento, destacó el embajador de Estados Unidos, Duke Buchan, que debutó por primera vez en esta ceremonia junto a su esposa, Hannah, tras ocupar la plaza que dejó vacante James Costos después de la victoria electoral de Donald Trump.

Fue en diciembre cuando el matrimonio aterrizó en Madrid y se instaló junto a sus tres hijos en el número 75 de la calle Serrano. La fortaleza, antes sede de grandes fiestas de la capital organizadas por Costos y su marido, es ahora el hogar de una familia numerosa de creencias tradicionales. Y no es para menos, pues Duke proviene de una estirpe de hombres poderosos muy apegados al partido republicano. A sus 54 años, Buchan ha conseguido hacerse un hueco en el mundo diplomático gracias a su amistad con Trump, pero tras de sí se encuentra una carrera empresarial de lo más exitosa.

En 2001 fundó en Florida la empresa Hunter Global Investor, especializada en inversiones de capital de riesgo y propiedades inmobiliarias. El dinero le venía de cuna, sin embargo, gracias a sus negocios consiguió hacerse un hueco en la lista de las grandes fortunas de Estados Unidos. Duke fue uno de los primeros que apoyó públicamente a Donald Trump cuando este anunció su candidatura a las elecciones estadounidenses. Él y el actual presidente se conocían ya personalmente, pues sus hijos y Barron, el benjamín de Trump, fueron a la misma guardería. Duke también le proporcionó ayuda económica a Donald, donando casi un millón de dólares a la campaña presidencial (teniendo en cuenta que 890.000 dólares es el máximo permitido por la ley). Esa lealtad ha sido recompensada por Trump con este puesto de embajador de España y Andorra.

Su pasión por España

"Me apasiona la riqueza cultural y humana de este país. Fui a vivir a vuestro precioso país por primera vez en 1980 y en estos últimos 37 años he vuelto muchas veces [...] Amo España desde mi juventud, cuando leí por primera vez sobre las tierras de Don Quijote y Picasso en la enciclopedia", aseguró Buchan durante el discurso que dio en el Senado el pasado mes de septiembre para defender su candidatura como embajador. Y es que su amor por España y nuestra lengua viene de lejos.

Tras terminar el colegio, realizó un curso de español en nuestro país y conoció varias provincias. A su regreso a los States se matriculó en Economía y Español en la Universidad de Carolina del Norte y volvió a vivir a España por un año, concretamente a Sevilla, gracias a un intercambio universitario. Como no podía ser de otra forma, Duke inculcó a sus tres hijos, Cate, Beau y John, su pasión por el castellano y acudieron a escuelas donde era una asignatura obligatoria. Además, creó un fondo para promover la cultura de nuestro país fuera de nuestras fronteras, el Fondo de Excelencia Buchan.

La 'embajadora consorte'

Al igual que su marido, Hannah Buchan es una empresaria de éxito. Tras estudiar finanzas en la Universidad de Vermont y un máster en la Leonard Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, también fundó su propia empresa, Notch Capital Partners L.P. Lo compagina con ser madre de tres hijos y con ser la directora general de la empresa de Duke.

Hasta su traslado a España, la familia vivía a caballo entre su lujoso dúplex ubicado en la Quinta Avenida de Nueva York por el que pagaron 7,49 millones de euros y la mansión que tienen en Palm Beach, que se encuentra a escasos 20 minutos del club de Donald Trump, Mar-a-Lago. Pero las propiedades de los Buchan no terminan aquí. También poseen una granja de 28 hectáreas en Millbrook donde cultivan más de 100 variedades de verduras. Se especializan en productos orgánicos, teniendo más de 60 tipos de tomates que sus hijos venden en los mercados locales y restaurantes.