El contratiempo de Letizia con su vestido: se le desabrochó en plena cena de gala
Como muestran diversos fotogramas, cuando se sentó a la mesa, Letizia llevaba el vestido perfecto, pero sufrió un pequeño problema que resolvió a los pocos segundos
Doña Letizia no gana para 'disgustos' en los eventos de gala. En Holanda, en el 50 cumpleaños del rey Guillermo Alejandro, fue el labial carmín en los dientes lo que le jugó una mala pasada; en la cena de Estado con Mauricio Macri y Juliana Awada, la tiara de la flor de lis con la base rota se llevó todo el protagonismo; y esta vez, en la velada con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha sido el vestido el que ha hecho pasar un mal rato a la Reina.
Para la noche en el Palacio Real, la esposa de Felipe VI estrenó un diseño en azul noche con perlas incrustadas de arriba a abajo de Ana Locking. De manga larga, escote redondo y raja en la falda, el vestido presenta unas originales aberturas en la zona de los brazos, de los hombros hasta el codo, y también en ambos lados del pecho, tanto en la parte delantera como en la espalda.
La Reina posó cual estrella de alfombra roja -cabe recordar que ese vestido ya lo llevó la actriz Marta Nieto en los Premios Feroz- en el besamanos; sin embargo, durante la cena tuvo un pequeño problema con la prenda de la diseñadora española.
Tal como muestran diversos fotogramas, cuando se sentó a la mesa del comedor de gala, Letizia llevaba el vestido perfecto. Don Felipe pronunció su discurso y fue cuando se levantó para el brindis cuando a la Reina se le desabrochó el cierre de lágrima de la prenda, dejando parte de su espalda al aire. La Reina, consciente de lo que había sucedido, mandó llamar a una de las camareras, que se agachó para hablar con ella. "Abróchame el vestido", suponemos que le dijo Letizia, y acto seguido la camarera cumplió con su misión, solucionando ese contratiempo.
Más allá de este pequeño descuido o problemilla, la Reina brilló en esta cena de gala y no solo con su vestido de Ana Locking, también con su elección de joyas. La Reina coronó su cabeza con la diadema de Cartier, diseñada por la famosa joyería para la reina Victoria Eugenia. Está inspirada en motivos egipcios y realizada con diamantes y perlas. La esposa de Alfonso XIII dejó la joya -que en sus inicios tenía esmeraldas en vez de perlas- en herencia a su hija María Cristina; sin embargo, don Juan Carlos llegó a un acuerdo con su tía para que la diadema volviese a la familia real.
Doña Letizia no gana para 'disgustos' en los eventos de gala. En Holanda, en el 50 cumpleaños del rey Guillermo Alejandro, fue el labial carmín en los dientes lo que le jugó una mala pasada; en la cena de Estado con Mauricio Macri y Juliana Awada, la tiara de la flor de lis con la base rota se llevó todo el protagonismo; y esta vez, en la velada con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha sido el vestido el que ha hecho pasar un mal rato a la Reina.