La visita de incógnito de la infanta Cristina a Urdangarin en la cárcel
El encuentro se produjo el día 24, una semana después de la entrada en prisión del exduque de Palma, aunque no han dado más detalles de la visita
Era un momento esperado, pero se ha producido de forma discreta y silenciosa. La infanta Cristina visitó el pasado domingo a su marido, Iñaki Urdangarin, en la prisión de Brieva (Ávila) por primera vez después de su ingreso el pasado día 18 tras la pena de 5 años y 10 meses a la que fue condenado por el Tribunal Supremo por el caso Nóos.
Fuentes penitenciarias han confirmado a la agencia EFE el encuentro el domingo día 24, una semana después de la entrada en prisión de Urdangarin, aunque no han dado más detalles de la visita, difícil de registrar visualmente porque, tal y como publicaba Vanitatis hace unos días, la Infanta puede entrar con su vehículo por motivos de seguridad. Basta una petición del servicio de escolta de la hermana del rey Felipe VI para que la Benemérita y la dirección de la prisión autoricen la entrada de su coche oficial al aparcamiento privado
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No obstante, otras fuentes detallan que la visita duró cuarenta minutos y que la infanta Cristina accedió a la prisión de forma "muy discreta" sin que los periodistas apostados a las puertas de la cárcel en la zona de acceso de visitas se percataran de su llegada y posterior salida.
Control para que no se filtre información
De hecho, las fuentes consultadas explican que existe un control interno para evitar que se filtre a los medios de comunicación cualquier información relativa al exduque de Palma, recluido en el en el módulo de hombres de la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila).
Fuentes del centro penitenciario han señalado que en los escasos contactos que mantiene con el personal de Brieva, Urdangarin ha reconocido estar "adaptándose" a su nueva situación en una de las cinco celdas del módulo reservado para hombres y que es el mismo en el que permaneció durante una década el exdirector general de la Guardia Civil, Luis Roldán. La situación del exduque de Palma es, sin embargo, diferente de la de aquel pese a que la visita de su mujer habrá aliviado su via crucis de las últimas semanas.
Era un momento esperado, pero se ha producido de forma discreta y silenciosa. La infanta Cristina visitó el pasado domingo a su marido, Iñaki Urdangarin, en la prisión de Brieva (Ávila) por primera vez después de su ingreso el pasado día 18 tras la pena de 5 años y 10 meses a la que fue condenado por el Tribunal Supremo por el caso Nóos.