La curiosa tradición real de las miniprincesas y los pendientes
Este mismo fin de semana, veíamos a la princesa Elisabeth de Bélgica en el posado de verano luciendo por primera vez unos pendientes
En el mundo de la realeza hay muchos reglas no escritas. No puedes cruzar las piernas en un acto oficial, no puedes vestir del mismo color que tu anfitriona... Pero hay una de ellas que nos llama la atención por lo curiosa que es. Y es que al nacer, a las princesas no se les agujerean las orejas como ocurre con la mayoría de niñas recién nacidas. Se desconoce de dónde viene esta costumbre y el motivo de la misma, pero lo cierto es que se sigue desde hace décadas en todos los países monárquicos.
Este mismo fin de semana, veíamos a la princesa Elisabeth de Bélgica en el tradicional posado de verano luciendo por primera vez unos pendientes, unos discretos brillantes que casan a la perfección con su estilo juvenil y casual. La futura reina de los belgas ha esperado a cumplir los 16 años para agujerearse las orejas y ha sido ella misma la que ha tomado la decisión. Su hermana, Eleonore, de diez años, sigue manteniendo intactas sus orejas.
Como hemos dicho, es cada princesa la que decide cuándo tiene que dar este paso, por lo que es una decisión muy personal. Así lo hemos podido comprobar en el caso de las hijas de Felipe VI y doña Letizia. Mientras Leonor lució sus primeros pendientes en 2012, cuando tenía siete años, la infanta Sofía sigue sin decidirse a perforarse las orejas, y eso que acaba de cumplir ya los 11 años.
Otra miniprincesa que también se ha agujerado las orejas es Ingrid Alexandra de Noruega. La hija del príncipe Haakon y Mette-Marit lo hizo en 2013, cuando tenía 9 años. Ahora, cuando ha cumplido ya 14, la solemos ver con perlas o pequeños brillantes, siempre algo discreto, acorde a su edad. También Isabella de Dinamarca se perforó las orejas a finales de 2016, aunque nunca suele llevar pendientes.
De momento, y aparte de la infanta Sofía y Eleonore de Bélgica, las princesas que todavía no se han agujerado las orejas son Amalia, Alexia y Ariane de Holanda, Estelle y Leonore de Suecia, Josephine de Dinamarca, Amalia de Luxemburgo, Charlotte de Cambridge o Lady Louise Windosr, nieta de Isabel II.
En el mundo de la realeza hay muchos reglas no escritas. No puedes cruzar las piernas en un acto oficial, no puedes vestir del mismo color que tu anfitriona... Pero hay una de ellas que nos llama la atención por lo curiosa que es. Y es que al nacer, a las princesas no se les agujerean las orejas como ocurre con la mayoría de niñas recién nacidas. Se desconoce de dónde viene esta costumbre y el motivo de la misma, pero lo cierto es que se sigue desde hace décadas en todos los países monárquicos.