El instituto de la princesa Amalia de Holanda: público, religioso y elitista
La heredera al trono holandés ha ido siempre a centros públicos, como hizo también su padre. Posee altas capacidades y estudia un curso por encima del que le corresponde
Religioso, público y elitista. Así es el colegio en el que estudia la princesa Amalia, hija de los reyes Máxima y Guillermo, heredera al trono de Holanda. Una escuela que escogieron sus padres casi a escondidas. Como otras casas reales europeas, la holandesa no hizo público el colegio en el que estudiaría la heredera hasta que se cerró el plazo de inscripción, para evitar, así, que muchos matricularan a sus hijos por el mero hecho de que iba la princesa.
Este es el cuarto año de bachillerato de Amalia en el Gymnasium, que es como se llama en Holanda y otros países nórdicos (Suecia, Noruega…) a los institutos. El centro, Instituto Cristiano Sorghvliet de La Haya, fue fundado en 1908 y es de base protestante.
[LEER MÁS. La heredera noruega, en la escuela privada pese a las críticas]
Cuando pasó de la primaria en el público Bloemcampschool a la secundaria, en 2015, la Casa Real mostró un corto vídeo de la heredera de camino a la escuela, montada en una bicicleta con cesta rosa y su perenne sonrisa. Pedían que se respetase su privacidad, sobre todo a su edad, 14 años, delicada para sufrir una gran exposición mediática.
La heredera al trono holandés es una chica inteligente, a la que avanzaron un curso por sus altas capacidades. Además de su buen rendimiento académico, es muy deportista, practica hockey y judo y le gusta el ballet. También monta a caballo y toca el violín.
Sus hermanas, Alexa y Ariane, que también van a la escuela pública (en primaria y secundaria, respectivamente), tienen aficiones parecidas. Alexia toca el piano y juega al hockey y al tenis; mientras que Ariane, además de piano, practica ballet, judo y natación.
[LEER MÁS: La heredera de Suecia estudia en una escuela gratuita]
La princesa estudia en una escuela famosa en Holanda por su alta calidad y los alumnos que han pasado por ella ahora forman parte de las élites del país. Varios ministros, el alcalde de La Haya Jozias van Aartsen y la tía de Amalia, la princesa Laurentien, han estudiado en sus aulas.
El Sorghvliet es un instituto que suele aparecer en los primeros puestos en los rankings de los mejores centros educativos del país y estaba en las quinielas desde el primer día. Ubicado a 10 kilómetros de su residencia real, la joven intenta ir al colegio en bicicleta, siempre acompañada de los miembros de seguridad.
Para un holandés corriente, 10 kilómetros no son muchos para recorrer hasta la escuela, pero para la heredera, que debe ir con sus guardaespaldas, es otra cosa. Su padre, el rey Guillermo, acudía en bicicleta al centro, también público, en el que estudió. Siempre, también, acompañado por miembros de seguridad de la casa Orange.
El rey Guillermo estudió en centros públicos tanto en primaria, etapa que cursó en la Nieuwe Baarnse Elementary School, como en bachillerato, que estudió en tres centros diferentes: el Liceo Baarns, el Instituto Cristina Vrijzinnig, en La Haya, y el United World College of the Atlantic, en Gales.
LEER MÁS: Christian, el primer heredero danés que estudia en la escuela pública
Tras su paso por la academia militar, el jefe de la Casa Orange estudió Historia en Leiden, donde se doctoró en 1993 con una tesis sobre la historia reciente de su país. Además de holandés, habla inglés, alemán y español. Como sus hijas, que también hablan español, en su caso, no obstante, porque su madre es argentina y con ella se comunican en este idioma.
Como la mayoría, el sistema educativo holandés se compone de la primaria y la secundaria, tal y como recoge el Ministerio de Educación en este dossier especial. En su mayoría es público y gratuito, aunque existen escuelas privadas, normalmente internacionales. Según el informe Pisa que mide el nivel de los estudiantes de los países que forman la OSCE, Holanda está por encima de la media.
Religioso, público y elitista. Así es el colegio en el que estudia la princesa Amalia, hija de los reyes Máxima y Guillermo, heredera al trono de Holanda. Una escuela que escogieron sus padres casi a escondidas. Como otras casas reales europeas, la holandesa no hizo público el colegio en el que estudiaría la heredera hasta que se cerró el plazo de inscripción, para evitar, así, que muchos matricularan a sus hijos por el mero hecho de que iba la princesa.