Las 12 uvas de Urdangarin: solo en su celda, a la luz de una lámpara y con la tele puesta

Las luces se apagan a las 22 horas, así que tendrá que encender su lámpara. Podrá poner la tele y tendrá una bolsita con las 12 uvas. Solo en su celda, vigilado por un funcionario de confianza, Iñaki Urdangarin vivirá la Nochevieja más triste de su vida. No hay posibilidad de visitas especiales ese día, lunes 31 de diciembre de 2018. La soledad, en la vida de preso, es una losa con la que hay que aprender a vivir. Y en el caso del marido de la infanta Cristina, aislado por voluntad propia en una cárcel de mujeres, pesa.

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Desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con Instituciones Penitenciarias para confirmar los detalles del fin de año en la cárcel de Brieva y aunque no han podido especificar el menú vespertino, sí que nos han dicho que los horarios se mantienen como siempre. Se apaga la luz general, decíamos, así que el exduque deberá echar mano de la iluminación personal de su celda. Si desea comer las uvas, podrá ver las campanadas en cualquier canal que no sea de pago, que es de lo que dispone desde que ingresó.

El menú será especial, sin duda, porque los presos tienen cuatro ocasiones en las que se les sirve comida algo más elaborada. Sucedió en Nochebuena y en el día de Navidad y así será también en Nochevieja. Pero poco más. Son presos, no hay privilegios. Eso, al menos, aseguran desde el Gobierno.

Menú especial

El menú navideño en la cárcel de Brieva se componía de langostinos y turrón. Mientras, la Infanta pudo volver a probar el buffet frío que sirven en Zarzuela cada año. Porque la exduquesa pasó la Nochebuena con la familia del Rey.

Ahora, se espera la llegada de la infanta Cristina a Vitoria para pasar algunos días con su familia política, esa que la ha arropado en los momentos más difíciles. Después de vivir la Nochebuena en Zarzuela con su familia, tal y como habíamos informado en Vanitatis en reiteradas ocasiones, su otra familia espera a la hermana del rey Felipe VI en la casa que ha tenido abierta desde que le cerraron las puertas de la suya.

Tras esta cena navideña, Cristina afronta un 2019 con varios días marcados en rojo en el calendario. Uno de ellos, el 5 de enero, que además de celebrarse la noche de Reyes (los Magos de Oriente) se festeja también el cumpleaños del Rey emérito: 81 años cumple el monarca y habrá que esperar para comprobar si se repite el posado del año pasado a pesar de no ser una cifra redonda.

Otro día importante a tener en cuenta es aquel en el que Urdangarin consiga el tercer grado y por tanto salga de la cárcel por las mañanas para volver a dormir a la cárcel. Para que esto sea posible, el marido de la Infanta necesitaría tener un domicilio o un empleo que den garantías de su reinserción social. Es esto, al menos, lo que se le pide a otros presos. Y tener una casa en Madrid, a pocos kilómetros de Ávila, donde está Brieva, es un punto a su favor. Ese es un día seguramente ansiado por la Infanta y probablemente temido por la Casa Real (por lo incómodo de la situación), pero que aún no tiene un día fijado en el año que entra.

Mientras ese momento llega, la Infanta y sus hijos reparten sus días navideños entre Zarzuela, donde han pasado la Nochebuena, y la casa de su suegra, Claire Liebaert, en Vitoria. "No se entendería de ninguna manera que ahora que Iñaki no está y que su familia [la real] la ha vuelto a acoger, ella desaparezca. Los Urdangarin lo han sido todo durante mucho tiempo", relataban a Vanitatis fuentes cercanas a la Infanta antes de que llegaran estas señaladas fechas.