Michiko, su último reto antes de dejar de ser emperatriz: enderezar la vida de su nieta
El compromiso de la princesa Mako se ha pospuesto, pero está decidida a conseguir, sea como sea, que rompan la relación
Ya es un secreto a voces: no quieren que la princesa Mako se case con su prometido, Kei Komuro. Hasta hace unos meses nos movíamos en el terreno del eufemismo, como casi todo lo que rodea a la Familia Imperial japonesa, pero ya están las cartas sobre la mesa. Hasta The Times, una de las cabeceras más prestigiosas y rigurosas del mundo, ha publicado un artículo definitivo con un titular de lo más contundente: "La emperatriz de Japón ataca para terminar el romance de la 'naive' princesa Mako".
Lo cierto es que, según la mencionada publicación, Michiko se ha autoimpuesto un 'timing' un tanto apretado, pues pretende que esta ruptura sea definitiva antes de que acabe febrero, cuando Japón celebrará el 30 aniverssario de la llegada al trono del emperador Akihito, cuya abdicación se hará efectiva el próximo 30 abril, convirtiéndose así, además, en el primero que deja el trono en los últimos doscientos años. Su hijo, el príncipe Naruhito, ascenderá al trono del Crisantemo al día siguente.
Recordemos que la princesa Mako, hija de Akishino, hermano menor del futuro emperador, Naruhito, mantiene esta relación de pareja con Kei Kumuro desde 2012 cuando se conocieron el pasado verano y ya el verano pasado se dijo que la boda se había pospuesto porque se decía que no había tiempo suficiente para los preparativos nupciales. Una explicación muy poco convincente. Tanto es así que la denominada prensa sensacionalista del país (que al final no lo ha sido tanto) comenzó a indagar en la vida del joven y emergió la noticia de que la madre del novio tendría problemas financieros, en concreto, una deuda de cuatro millones de yenes, unos 35.000 euros, aunque ella manifestaba que estaba saldada.
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La Agencia Imperial de Japón, que dosifica y contorla la información sobre la Familia Imperial, vio con estupor cómo el escándalo iba creciendo al proliferar detalles cada vez más escabrosos del novio de la princesa, mientras Kei Komuro se marchaba a Estados Unidos a estudiar en la Universidad de Fordham en Nueva York. Una estrategia que a veces suele funcionar: poner tierra de por medio. De momento, no ha trascendido ninguna novedad sobre la situación sentimental de Mako, a quienes algunos ya han denominado como la nueva 'princesa triste' de Japón, en alusión a la depresión que arrastra la futura emperatriz, Masako, de la que ella misma ha reconocido en una reciente entrevista no estar del todo recuperada.
Lo que podemos concluir es que Michiko no quiere que nada empañe los fastos de la abdicación de su marido y la llegada al trono de su hijo. Y la salida por la puerta de atrás del novio de su nieta, algo que ya se produjo hace meses, tendrá que ser definitiva.
Ya es un secreto a voces: no quieren que la princesa Mako se case con su prometido, Kei Komuro. Hasta hace unos meses nos movíamos en el terreno del eufemismo, como casi todo lo que rodea a la Familia Imperial japonesa, pero ya están las cartas sobre la mesa. Hasta The Times, una de las cabeceras más prestigiosas y rigurosas del mundo, ha publicado un artículo definitivo con un titular de lo más contundente: "La emperatriz de Japón ataca para terminar el romance de la 'naive' princesa Mako".