El mejor 'tbt' de la princesa Eugenia: la foto que se ha hecho viral
La hija pequeña del príncipe Andrés y Sarah Ferguson ha demostrado que pasar por el altar era uno de sus sueños infantiles con una tierna imagen
Parece que la princesa Eugenia de York ya tenía muy claras sus intenciones de pasar por el altar desde su más tierna infancia. Y como prueba de sus sueños infantiles, la foto que compartía este jueves en su Instagram personal, siguiendo las tendencias en redes y el hagstag 'tbt' -'throwback thursday-, con el que cada jueves los internautas comparten recuerdos antiguos. En el post vemos a Eugenia de niña vestida de novia y otra foto, también vestida de novia para su enlace con Jack Brooksbank, el pasado octubre. En él se aprecia un gran parecido entre las dos imágenes, salvo por la edad de la protagonista y algunos curiosos detalles de uno y otro vestido. Una publicación que ha obtenido más de 100.000 likes e infinitos comentarios a las pocas horas de ver la luz.
Una de las características del vestido nupcial de la princesa Eugenia que más dio que hablar fue el velo, del que la hija pequeña de Sarah Ferguson prescindió, para así mostrar al mundo la larga cicatriz que tiene en su espalda, recuerdo de la operación de escoliosis a la que tuvo que someterse a los 12 años. Además de vivirlo en carne propia, y precisamente por eso, la escoliosis y sus pacientes son una de las causas por las que la nieta de Isabel II trabaja más activamente desde su posición real. Y otro detalle diferente a la pequeña 'novia' Eugenia es la diadema. Mientras que en la fotografía de su infancia luce un adorno floral que sujeta el velo, para el día de su boda presumió de la tiara sacada de la colección personal de su abuela, que gracias a sus impresionantes esmeraldas se llevó todo el protagonismo del look nupcial.
Lo que sí llama poderosamente la atención de una y otra fotografía es el ramo de novia, que tienen un asombroso parecido, ya que ambos están compuestos en su mayoría por flores blancas. El que Eugenia llevó en su enlace incluía lirios del valle, jazmines, cardos azules, rosas blancas y hiedra, el símbolo de la casa York. Y cómo no, el mirto de la Casa Osborne, que no faltan en los ramos de novia de la familia desde hace más de un siglo, una tradición que Eugenia prefirió no saltarse, como ya había hecho con la ausencia de velo y escogiendo una tiara diferente a la llevada por Sarah Ferguson el día de su boda con el príncipe Andrés.
Así, la princesa ha vuelto a poner de actualidad su comentado y alabado vestido de novia, del que ya compartió otra publicación cuando el diseño formó parte de una exposición sobre su enlace en el castillo de Windsor. Una imagen que acompañó con unas palabras muy significativas sobre lo que supone ese vestido y los preciosos recuerdos que le trae: "Muy orgullosa y feliz de ver estos trajes otra vez. Me gustaría llevarlo todos los días. Me trae todos los recuerdos felices de mi día más especial".
Parece que la princesa Eugenia de York ya tenía muy claras sus intenciones de pasar por el altar desde su más tierna infancia. Y como prueba de sus sueños infantiles, la foto que compartía este jueves en su Instagram personal, siguiendo las tendencias en redes y el hagstag 'tbt' -'throwback thursday-, con el que cada jueves los internautas comparten recuerdos antiguos. En el post vemos a Eugenia de niña vestida de novia y otra foto, también vestida de novia para su enlace con Jack Brooksbank, el pasado octubre. En él se aprecia un gran parecido entre las dos imágenes, salvo por la edad de la protagonista y algunos curiosos detalles de uno y otro vestido. Una publicación que ha obtenido más de 100.000 likes e infinitos comentarios a las pocas horas de ver la luz.