El encuentro secreto de Chelsy Davy y el príncipe Harry que pudo cambiar la historia

Fueron siete años con idas y venidas los que duró la relación entre el príncipe Harry y Chelsy Davy, lo que nos da una pista también de lo apasionada que fue y, quién sabe, si también tormentosa.

Siempre ha estado más que claro que Chelsy fue uno de los grandes amores del hijo del príncipe Harry, al igual que Cressida Bonas, con quien rompió en 2014, porque, al parecer, no estaba preparada para estar sometida al escrutinio de los medios y a las servidumbres que conlleva emparentar con los Windsor.

Después de esta separación sentimental fue cuando habría tenido lugar el encuentro secreto entre Harry y Chelsy Davy, en 2015, según la biógrafa experta en realeza Katie Nicholl, en el libro 'Harry: Life, Loss and Love' ('Harry: Vida, pérdida y amor').

Harry había estado en Bostuana ese año para participar en una iniciativa destinada a la preservación de los rinocerontes: "Antes de que volviera a casa ese verano, había una última cosa que Harry tenía que hacer. Mientras estaba en África había estado en contacto con Chelsy y habían acordado tener un 'rendez-vous' secreto en Ciudad del Cabo".

En aquel momento, ambos estaban solteros y sin compromiso, según manifiesta la autora: "Chelsy había tenido una relación seria con el joyero Charles Goode, pero habían roto y teniendo en cuenta la circunstancia de que ambos se encontraban en el mismo país en ese momento decidieron quedar".

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Como suele decirse coloquialmente, donde hubo fuego, cenizas quedan: "Estaba claro que seguían teniendo sentimientos profundos el uno por el otro y en lo más hondo de su ser esperaban que hubiera la posibilidad de una reconciliación".

Según las fuentes que consultó la autora, la iniciativa había partido de ella: "Habían estado hablando mucho durante ese verano y fue Chelsy quien le sugirió a Harry que volara a Ciudad del Cabo. Los dos estaban solteros en ese momento y se dijeron que por qué no hacerlo. Pasaron juntos algo de tiempo sin que nadie lo supiera".

Sin embargo, las cosas no salieron como a ambos les hubiera gustado: "Todos esperábamos que funcionara y ellos también. Realmente son almas gemelas, pero es la misma historia de siempre. Harry es un príncipe y no es la clase de vida que Chelsy quería", dice esa fuente.

Y llegó el momento de Meghan

Cuando Harry volvió al Reino Unido la historia estaba acabada para siempre y menos de un año después apareció en su vida Meghan Markle, quien, al contrario de sus predecesoras en el corazón del hijo menor de Lady Di, sí parecía estar preparada para la vida de una royal. Aunque, como todos hemos podido comprobar en los últimos meses, no ha sido precisamente un camino fácil.

Sea como fuere, tanto Chelsy como Cressida estuvieron presentes en la boda de los ahora duques de Sussex, lo que evidencia que sus rupturas se produjeron en buenos términos y que la que fuera protagonista de la serie 'Suits' no tuvo ningún inconveniente en que dos mujeres muy importantes en la vida de su pareja estuvieran presentes en un día tan trascendental para ambos.

Chelsy, en efecto, no parecía la elección más idónea para Harry; si nos atenemos a sus circunstancias personales, es el nieto de la reina Isabel II. Un claro ejemplo es que en 2009 le dejó a través de Facebook, cuando su estatus pasó de 'estar en una relación' a 'soltera', lo que lógicamente causó un enorme revuelo. Un gesto fruto, posiblemente, de la juventud e inmadurez de una mujer que se ha caracterizado por llevar una auténtica 'dolce vita' y que sigue siendo una de las socialites más codiciadas del Reino Unido.