Los nuevos planes de Meghan Markle, otro dolor de cabeza para la reina Isabel

Horas antes del nacimiento del primer hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry, seguían sucediéndose los rumores en torno al futuro de la pareja. Primero fueron las noticias que aseguraban que Doria Ragland se mudaría a Reino Unido para estar con su hija. Después, llegaron los rumores sobre un posible traslado de los duques de Sussex a África, con especulaciones sobre si sería durante solo unos meses o incluso tres años. Y ahora, la prensa británica ha buscado un nuevo destino a la pareja para su nueva vida como padres. Se trata de California, donde, aseguran, Meghan está buscando una casa para establecerse cerca de su madre. Aunque la noticia, como es lógico, ha quedado totalmente eclipsada por el nacimiento del nuevo Sussex.

Es una información que publicaba 'The Sun' en su edición del domingo, recogiendo incluso declaraciones de personas muy cercanas a la propia Meghan: "Definitivamente quiere un lugar en Los Ángeles: ama la ciudad, el estilo de vida y el clima. En última instancia, ella es una chica de California y puede respirar más fácilmente allí. Hollywood está en su ADN y creo que es donde siempre ha querido mantener una base sólida. Pasar tiempo allí también le permitiría cierta libertad e independencia tanto del palacio como de la prensa, y más control sobre su vida y las personas que la rodean".

Las mismas fuentes aseguran que no sería una decisión inmediata, especialmente por la reciente mudanza a Frogmore Cottage, con una enorme inversión en la reforma. Pero confirman que trasladarse a la Costa Oeste de Estados Unidos se encuentra entre los planes de la exactriz: “Meghan estaría muy cerca de su madre y podría compartir más tiempo de calidad con ella en su ciudad natal. También tiene amigos en Los Ángeles con bebés y querrá tener esa interacción y criar a su hijo en un ambiente menos restrictivo, similar a como creció".

Además de ser conocida por su austeridad, la reina Isabel II es muy fiel a los protocolos y las normas de la Corona, por lo que este nuevo desafío de Meghan Markle para imponer su independencia rompería totalmente sus esquemas. La opinión pública ya habló claro cuando se especuló con la mudanza a África, criticando los elevados gastos que podría suponer, que además saldrían del bolsillo del contribuyente. Y suponemos que lo mismo sucedería en caso de que se fueran a vivir a Estados Unidos. El hijo pequeño del príncipe Carlos no podría desentenderse de sus obligaciones de palacio, así como de las numerosas causas sociales y organizaciones benéficas que patrocina, por lo que los viajes a uno y otro lado del Atlántico serían constantes. De momento y a falta de confirmación oficial, habrá que esperar unos meses para conocer cuáles son los verdaderos planes de la pareja y si son, o no, del agrado de la reina Isabel.