El apoyo de la reina Letizia a una firma en bancarrota con su último look

En la encuesta sobre la monarquía realizada por IMOP Insights para Vanitatis con motivo del quinto aniversario de la proclamación de Felipe VI, nos quedó claro que para los españoles el vestuario elegido por la Reina es una cuestión secundaria; sin embargo, un 58,3% de los preguntados aseguraban que doña Letizia sí tiene un papel importante como embajadora de la moda española. De ahí que fueran muchos los que le agradecieron que se olvidase del monopolio de Varela en su armario para abrirse a nuevos diseñadores.

Y eso es lo que lleva haciendo desde que se convirtió en Reina. Mano a mano con Eva Fernández, su estilista, la esposa de Felipe VI elige sus estilismos de forma consciente para dar a conocer nuevas firmas, sobre todo aquellas pequeñas que necesitan un empujón de imagen. Un ejemplo de esto lo vivimos en mayo de 2018, cuando durante su viaje de cooperación a Haití, doña Letizia estrenó una falda floreada de Sweet Matitos, una marca creada en Barcelona con muchos puntos de venta internacionales pero poco conocida en España.

Como era de esperar, el 'efecto Letizia' ayudó a esta empresa catalana formada por el abogado Matías Jaramillo Bossi y el empresario Francesc Maristany Riera. Un año después, la Reina volvía a confiar en esta marca, luciendo para la entrega de los Reales Despachos en San Javier (Murcia), este mismo jueves, otra falda de Sweet Matitos, esta en azul y blanco con estampado de rayas, que combinó con un top wrap de Zara, salones de Carolina Herrera, cartera de mano de Furla y pendientes de Gold & Roses.

Sin embargo, y a pesar del impulso y el reconocimiento que les dio en 2018 la Reina, la empresa vive actualmente una situación muy distinta. El pasado mes de mayo, el Juzgado Mercantil número 11 de Barcelona admitía a trámite el concurso de acreedores de Vitamina C. Productions, la compañía a la que pertenece Sweet Matitos. Jordi Safons ha sido elegido como el administrador concursal de la empresa creada por el matrimonio Jaramillo y Maristany, quienes decidieron nombrar así a su marca porque una sobrina les solía llamar Matitos, de Matías y Tito.

Sweet Matitos nació en 2015 y tuvo un gran lanzamiento, llegando a presentar sus colecciones en el 080 Barcelona Fashion hasta en dos ocasiones. Con tres establecimientos abiertos, comercializaban ya en 150 puntos de venta multimarca internacionales. Pero con un futuro tan prometedor, ¿qué le sucedió a esta firma de prendas de lujo a precios asequibles? Según cuenta 'Moda.es', los problemas llegaron después de no poder asumir el volumen de las devoluciones tras el cierre de uno de sus distribuidores en Europa.

El propio Maristany narró al citado medio que el cese de la actividad de su distribuidor en Reino Unido, Alemania e Italia les supuso la devolución de cerca de 2.000 prendas, un volumen para la empresa que no tuvo capacidad, a pesar de haber cerrado el 2018 con una cifra de negocio de cerca de dos millones de euros. La intención del matrimonio es recuperar Sweet Matitos: “Hemos decidido hacer un alto en el camino y poner la marca en suspensión [...] Pensamos que la firma tiene un valor crítico y que la podremos reorientar con ánimo de dar un paso atrás para luego dar dos hacia delante”, explicaron a 'Moda.es'.

La situación actual que atraviesa la empresa nos deja claro que probablemente Letizia adquirió la falda azul y blanca el año pasado, aunque no la ha estrenado hasta ahora, junto a la que lució en Haití. Pero el hecho de que haya querido llevarla públicamente a pesar de todo demuestra su apoyo total a Sweet Matitos, que ahora no atraviesa su mejor momento.