El disgusto de Carolina de Mónaco: su cita preferida, cancelada

Hasta ahora, la familia Grimaldi era una de las pocas que no se habían visto afectadas por el coronavirus, más allá de las medidas políticas que Alberto de Mónaco, como jefe de Estado, ha tenido que tomar. Y una de ellas, que hemos conocido hoy mismo, afecta directamente a su hermana, la princesa Carolina de Mónaco, que se ha visto obligada a tomar una decisión que nunca hubiera querido que llegara: el Baile de la Rosa, la que sin duda es una de sus citas favoritas, ha tenido que ser cancelado por el riesgo de contagio.

La que es una de las noches más esperadas por los Grimaldi estaba prevista para el 21 de marzo, pero debido a las recomendaciones para prevenir las infecciones de covid-19, se ha aplazado sin que se anuncie, por el momento, una nueva fecha, "en espera de cómo evolucione la situación", tal y como reza el comunicado que ha emitido el equipo de comunicación de la princesa Carolina. Será el primer año desde 1954, cuando se celebró por primera vez bajo la presidencia de Grace Kelly, que no coincida con el comienzo de la primavera.

El Baile de la Rosa es una cita en la que además la princesa Carolina suele implicarse personalmente con los preparativos y organización. El glamour y la solidaridad se unen para recaudar fondos destinados a la Fundación Princesa Grace, creada por la esposa de Raniero en 1964. Y junto a Carolina, sus hijos, el gran reclamo para la prensa de esta noche mágica, en la que el despliegue de vestidos de alta costura es un protagonista más de la alfombra roja, por la que pasean Carlota, Pierre, Andrea y Alexandra con sus respectivas parejas.

Y la edición de este año iba a ser muy especial. Tras el fallecimiento de Karl Lagerfeld, que se encargaba de la dirección artística, el responsable de la noche de ensueño del 21 de marzo iba a ser Christian Louboutin, el conocido diseñador de zapatos. El tema de este año, Bollywood, prometía que los looks de las damas Grimaldi, con Carlota y Beatrice Borromeo como habitual centro de todas las miradas, iban a quedar para el recuerdo. Pero habrá que esperar para saber si Carolina puede, y cuándo, celebrar la que sin duda es su gran noche.