Victoria de Suecia y su cómoda cuarentena en Haga: 41 habitaciones y 3.000 metros
Fue la casa donde el rey Carlos Gustavo pasó su infancia y la heredera siempre tuvo claro que quería vivir allí junto a su familia, un deseo que su padre le concedió al casarse
Fue una de las primeras casas reales en tomar medias contra el coronavirus, anulando varios actos grandes de la agenda. Así que era cuestión de tiempo que tanto los reyes Carlos Gustavo y Silvia como su familia cumplieran con el aislamiento impuesto por las autoridades sanitarias. Pero, como sus homólogos, su cuarentena se hace mucho más llevadera en los grandes espacios de los que pueden disfrutar durante estas semanas. Lo mismo sucede con Victoria de Suecia, que tiene a su disposición una casa de 41 habitaciones y 3.000 cuadrados.
Para Victoria, siempre fue un sueño volver al castillo de Haga, que durante varios años estuvo gestionado por el Gobierno sueco: "Esta casa supone un sentimiento especial para mi familia y para mí. Mis abuelos paternos, el príncipe Gustavo Adolfo y la princesa Sibila, vivieron en Haga con sus hijos. Nunca he tenido la posibilidad de conocer a mis abuelos y vivir aquí me da una sensación de estar más cerca de ellos. Siento que el círculo se ha cerrado”, declaraba la heredera a Sveriges Radio, la emisora nacional, hace unos años.
Ese círculo se cerraba en 2010, cuando Victoria tomaba posesión de ese castillo familiar, unos meses después de casarse con el príncipe Daniel. Para ello, un par de años antes, se iniciaba un proceso de reformas que cambiaban el aspecto interior de esta mansión. Las obras alcanzaron los 5 millones de euros, de los que Victoria y Daniel asumieron una parte, la que correspondía a un uso más privado, y la Agencia de Propiedad Estatal, otra.
La princesa Victoria quiso conservar parte del mobiliario, incluyendo algunos cuadros y lámparas, como las que presiden el comedor y la biblioteca. En una de las chimeneas, se ve esculpido el escudo de armas de la familia, que los herederos también quisieron mantener, combinando la estética de los tiempos actuales con la de principios del siglo XIX, cuando fue mandado construir por el rey Gustavo Adolfo IV en el parque de Haga, situado a las orillas de la bahía Brunnskiven y del que el palacio toma su nombre, después de ser conocido como Pabellón de la Reina.
Aunque este edificio es de uso privado y no está abierto al público, a diferencia de otras propiedades de los Bernadotte, también hay algunas estancias que tienen un uso institucional. No hace mucho, el castillo de Haga servía como escenario para un encuentro entre la reina Sofía y la reina Silvia, un almuerzo para el que la princesa Victoria ejerció de anfitriona. Y, anteriormente, pudimos ver otra de las estancias de la casa de los príncipes suecos, durante la visita oficial que el príncipe Guillemo y Kate Middleton realizaban al país en 2018.
Fue una de las primeras casas reales en tomar medias contra el coronavirus, anulando varios actos grandes de la agenda. Así que era cuestión de tiempo que tanto los reyes Carlos Gustavo y Silvia como su familia cumplieran con el aislamiento impuesto por las autoridades sanitarias. Pero, como sus homólogos, su cuarentena se hace mucho más llevadera en los grandes espacios de los que pueden disfrutar durante estas semanas. Lo mismo sucede con Victoria de Suecia, que tiene a su disposición una casa de 41 habitaciones y 3.000 cuadrados.