Máxima de Holanda se marca un 'Lady Di': su vestido de novia, la estrella de una exposición

Las bodas reales siempre son grandes acontecimientos recordados una y otra vez, especialmente para hablar del look nupcial de la protagonista. Tenemos muy buenas noticias al respecto, Máxima de Holanda sigue los pasos de la recordada Lady Di y expone su vestido de novia para que todo el mundo pueda admirarlo de cerca y con calma.

Aquel maravilloso Valentino que lució el 2 de febrero de 2002 para darle el ‘sí, quiero’ al entonces príncipe Guillermo (todavía no había accedido al trono, lo haría en 2013) formará parte de la gigantesca exposición Maison Amsterdam, que abrirá sus puertas el próximo 18 de septiembre en la iglesia Nieuwe Kerk, ubicada junto al Palacio Real.

La estrella entre más de 150 piezas

Esta muestra hará un exhaustivo recorrido de 250 años por la historia de la moda de la ciudad, desde la vida nocturna de los llamados locos años veinte, pasando por los antiguos palacios de moda de Ámsterdam con vestidos y disfraces históricos, hasta llegar a otros estilos más actuales y revolucionarios como el hippy o el punk. Tampoco faltarán los jóvenes diseñadores que actualmente desafían las normas de género en las prendas.

Y entre todo este despliegue de más de 150 creaciones, muchas de ellas procedentes del Museo de Ámsterdam, el vestido de novia de Máxima en un lugar destacado de la iglesia, que seguro servirá de gancho para muchos curiosos visitantes.

A diferencia de la exposición del traje de Diana de Gales, que se puede ver en el Palacio de Kensington hasta el próximo mes de enero y que es específica de la realeza británica, el de la Reina holandesa es la estrella de una muestra de moda más amplia e importante.

Un diseño histórico

Diseñado especialmente para la princesa de Holanda por el italiano Valentino Garavani, fundador de la marca italiana, convirtió a la argentina en una de las novias royal más elegantes y glamourosas de las últimas décadas.

El traje nupcial estaba confeccionado en milkado de seda en color marfil, con cuello chimenea, manga francesa, y falda de capa con detalles bordados. Como colofón, una larga cola de cinco metros salpicada de detalles florales y encajes; todo hecho a mano. El valor aproximado del vestido fue de unos 100.000 euros. Nada que ver con los casi 300.000 de Kate Middleton pero, aún así, es una cantidad nada desdeñable.

El secreto de su tiara nupcial

La novia llevaba además un precioso velo blanco y, cómo no, una tiara con historia, que dejó patente desde el principio su personalidad y que quería tomar las riendas de su nueva vida.

Máxima eligió dos joyas pertenecientes al joyero de la familia real holandesa y las unió en una diadema única que recibió el nombre de tiara de las Estrellas, aunque popularmente se la conoce con su nombre. La base pertenece a la tiara de Perlas, compuesta por festones de diamantes y cinco broches con cinco perlas redondas rodeadas de pétalos cargados de diamantes, haciendo la forma de margaritas. La reina Beatriz la llevó en su coronación.

La novia del príncipe Guillermo sustituyó las perlas por unos broches en forma de estrella y el resultado fue una joya digna de un cuento de hadas y perfecta para realzar su vestido de Valentino. El año que viene, los reyes holandeses celebrarán veinte años de matrimonio y seguro que en tan especial fecha serán muchos los que quieran ver su icónico traje. Y pueden, porque estará expuesto hasta el 22 de abril.