El internado de Leonor en la economía doméstica de los Reyes 

Fue el 10 de febrero de 2021 cuando, en un comunicado oficial, la Casa Real anunciaba los planes académicos de la Princesa de Asturias. La heredera había decidido estudiar en el UWC Atlantic College, y tras superar las pruebas a las que se someten todos los alumnos y aprobarlas, era el momento de hacerlo público. Desde el Palacio de la Zarzuela se proporcionó todo tipo de información acerca del centro elegido para que Leonor curse allí el Bachillerato Internacional y además, para evitar cualquier polémica, se aclaraba ya quién se haría cargo del precio de este colegio, en el que Leonor comienza las clases este lunes.

Exclusivo, ya que para entrar hay que pasar unas duras pruebas, aunque no elitista, pues más de un 80% de los alumnos están becados, el precio de los dos cursos en este internado es de 67.000 libras esterlinas, unos 76.500 euros. Como en el caso de Leonor su familia sí puede hacer frente a esta cantidad, no ha necesitado una beca. Sus padres, tal como ya dejó claro Casa Real aquel 10 de febrero para zanjar cualquier polémica, son los que han desembolsado ese dinero íntegramente de sus cuentas personales, en concreto de la asignación anual que reciben de las arcas del Estado por su labor de representación.

Una opción aplaudida, pero para Carmen Remírez de Ganuza, experta en Casas Reales, "la educación de los Príncipes siempre ha sido un asunto de Estado en la historia de las monarquías. Y en todo caso, no es un asunto estricamente privado porque la formación de la heredera tiene relación directa con la próxima Jefatura del Estado. Resulta muy tranquilizador en estos tiempos en que todo el modelo está en cuestión que los Reyes paguen los estudios de su hija como cualquier familia burguesa, pero en realidad deberían ser los españoles, vía presupuesto, quienes los costearan. Por la misma razón, y aunque los Reyes deben tener libertad de elección, las instituciones deben ser previamente informadas de los planes de estudio. Afortunadamente, y en todo caso, el colegio galés parece un buen destino para una buena formación cosmopolita, exigente y fuera de España".

Sea como fuere, los Reyes han optado por esta opción. En el caso de don Felipe, su asignación para este 2021 es de 253.850 euros brutos, la misma cantidad que en 2020, ya que el Rey decidió congelar todos los sueldos, por lo que su mujer, doña Letizia, ha recibido los mismos 114.240 euros brutos del año pasado. De esas cifras hay que quitar los impuestos, ya que ambos están obligados a hacer la declaración del IRPF. De esas cantidades salen los gastos de representación y los personales.

Aunque desde su proclamación el Rey ha hecho un gran avance en cuestión de transparencia, de momento su declaración de la renta no se ha hecho pública. Sin embargo, la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno confirmó en 2019 que en el ejercicio de 2018, en el que don Felipe cobraba 242.769 euros, poco menos de 10.000 euros más que este 2021, al Rey se le practicó una retención del 40,17% de sus retribuciones brutas, por lo que su sueldo neto fue de 145.249 euros.

Teniendo en cuenta ese 40,17%, ya que se encuentra en el mismo tramo, el sueldo anual neto del Rey para este 2021 es 151.878 euros, 12.692 euros limpios al mes, por lo que paga de impuestos 101.971 euros, como calcula un asesor financiero consultado por Vanitatis. Del IRPF de la Reina no existe ningún dato.

Aparte de ello, en el caso de doña Letizia, cuenta con el dinero que ganó y ahorró durante su etapa como periodista. Hay medios que han especulado con que la Reina podría tener acumulados 8 millones de euros, una cifra para nada confirmada y que se desconoce de dónde ha salido, ya que no hay ningún tipo de información al respecto.

Por su parte, y que sea público, don Felipe solo tiene lo que recibe de la asignación del Estado, ya que ha renunciado a la herencia de su padre cuando este fallezca, y la reina Sofía hizo lo propio con la de sus progenitores, cuando decidió no emprender acciones legales contra el Estado de Grecia como sí hicieron sus hermanos, el exrey Constantino y la princesa Irene, después de que en 1994 el ministro Papandreu decidiera confiscar las propiedades -en concreto tres- que pertenecían a la familia.

Quien no tiene asignación por el momento, en contra de lo que se ha viralizado en redes, es la Princesa de Asturias, que económicamente depende de sus padres, al igual que la infanta Sofía. Cuando en 2014 Felipe VI fue nombrado Rey y ella se convirtió en la heredera, un bulo sobre que Leonor iba a cobrar 102.464 euros anuales cogió fuerza. Una información que ha sido negada por Casa Real, y que puede contrastarse en los presupuestos de la Corona. La primogénita de los Reyes no percibirá nada hasta que alcance la mayoría de edad, y aún no está claro que entonces suceda así.

Y es que las herederas que la preceden, Elisabeth de Bélgica y Amalia de Holanda, han decidido renunciar a sus pagas para centrarse en sus estudios, unos pasos que bien podría seguir Leonor. De esa forma, la Princesa de Asturias no recibiría ningún sueldo del Estado hasta que se dedicase completamente a las labores institucionales.