Un final de verano agridulce para la reina Sofía: su periplo por Europa
Tras dar el último adiós a Marie de Liechtenstein en Vaduz, ha viajado hasta Grecia para celebrar el cumpleaños de su cuñada Ana María, no sin antes despedir a su nieta Leonor
La reina Sofía cuenta con una agenda de lo más viajera en la última semana, de aeropuerto en aeropuerto, de país en país. Sin embargo, este ha sido un final de verano agridulce para la reina Sofía, a causa de tres acontecimientos muy diferentes que han provocado que sus emociones estén a flor de piel por un motivo u otro. Se trata de un entierro, un cumpleaños y una emocionante despedida.
Aunque imaginamos que le hubiera gustado hacerlo, la esposa de don Juan Carlos de Borbón no pudo acompañar a Leonor al aeropuerto y abrazarla antes de emprender su nueva vida en Gales. El adiós entre abuela y nieta se produjo, entonces, en la más estricta intimidad y seguro que estuvo repleto de consejos y gestos de cariño. Sucedió quizá antes de lo que se hubiera esperado, porque el fallecimiento de la princesa Marie de Liechtenstein hizo que doña Sofía tuviera que marcharse de España para representar a la Casa Real en el funeral celebrado en la catedral de Vaduz el pasado 28 de agosto.
Allí vimos a una doña Sofía triste y emocionada, acompañada de su hermana Irene y sentada en primera fila junto a Carolina de Mónaco. La Reina emérita era amiga de la fallecida y estuvo presente en su boda con el príncipe Hans Adam II en el año 1967, celebrada en esa misma catedral. Eran de edad similar y tenían muchas cosas en común como su pasión por el arte, la cultura y la naturaleza. Incluso podrían haber sido consuegras pues en los 90 se relacionó a don Felipe con Tatiana de Liechtenstein, hija de Marie.
Casi sin tiempo de recuperarse de la tristeza de haber dado el último adiós a la princesa consorte de Liechtenstein, doña Sofía volvió a coger un avión, aunque no para regresar a España y poder estar al lado de Leonor en sus últimos momentos antes de volar al internado de Gales. En realidad ponía rumbo a Grecia para asistir al 75 cumpleaños de su cuñada, la reina Ana María. Ella y Constantino reunieron a su familia en su casa de Porto Heli y, aunque en un principio se pensaba que la Reina emérita no había ido, lo cierto es que sí estuvo presente. De hecho, parece que aún no ha regresado a España. Grecia se ha convertido en su mejor refugio y este verano ha pasado mucho tiempo allí, rodeada de los suyos.
El motivo de confusión que nos hizo creer que doña Sofía no había estado en esa celebración es que no se la veía en las imágenes que se compartieron vía redes sociales, en las que solo aparecían Ana María y Constantino de Grecia con sus tres hijos pequeños, los príncipes Nicolás, Philippos y Teodora, junto a sus respectivas parejas, y la princesa Benedicta de Dinamarca, hermana de la cumpleañera. Claro que doña Sofía no era la única que faltaba en estas imágenes, porque Tatiana Blatnik, la esposa de Nicolás, tampoco aparecía pese a estar presente en la fiesta. Los que no pudieron viajar hasta Porto Heli para felicitar a su madre en una fecha tan señalada fueron los hijos mayores, los príncipes Alexia y Pablo.
Así pues, la Reina emérita pasa estos primeros días de ausencia de la princesa Leonor en su país natal, aunque la buena noticia es que podrán volver a verse muy pronto pues la heredera volverá a España ocasionalmente para cumplir con actos de su agenda institucional.
La reina Sofía cuenta con una agenda de lo más viajera en la última semana, de aeropuerto en aeropuerto, de país en país. Sin embargo, este ha sido un final de verano agridulce para la reina Sofía, a causa de tres acontecimientos muy diferentes que han provocado que sus emociones estén a flor de piel por un motivo u otro. Se trata de un entierro, un cumpleaños y una emocionante despedida.